Cardiología

Cirugía para el infarto de miocardio en el corazón: ¿cuándo y cómo hacerlo?

El infarto agudo de miocardio, en su mayor parte, requiere cirugía, especialmente con necrosis extensa o transmural. El tratamiento quirúrgico le permite restaurar casi por completo el suministro de sangre al corazón y su funcionamiento normal. Tales tácticas son altamente efectivas y seguras, especialmente cuando se utilizan intervenciones mínimamente invasivas en el menor tiempo posible. Cuanto antes se opere el paciente, más posibilidades de una rápida recuperación y ausencia de complicaciones.

Tipos de operaciones para un infarto y su efectividad.

Las operaciones para un ataque cardíaco se dividen en dos grupos: abierta (el acceso al corazón se realiza mediante una incisión en el pecho) y percutánea (se inserta una sonda en los vasos coronarios a través de la arteria femoral mediante una pequeña abertura). Debido al bajo trauma y al número mínimo de complicaciones, el segundo método ahora se usa con mucha más frecuencia.

Tipos de intervenciones percutáneas:

  1. Colocación de endoprótesis en la arteria coronaria. Esta técnica implica la instalación de un expansor especial en un área estrecha. Un stent es una estructura de malla cilíndrica hecha de acero o plástico. Se lleva con la ayuda de una sonda al lugar deseado, se expande, se fija a la pared y permanece allí. Este método de tratamiento de un ataque cardíaco a veces da lugar a complicaciones en forma de retrombosis.
  2. Angioplastia con balón. En este caso, se lleva una sonda al corazón a través de la arteria femoral por analogía con la colocación de un stent. Un globo de marco especial se encuentra en la sonda. Inflando, expande las paredes de los vasos afectados y restaura la circulación sanguínea normal. Esta técnica a menudo da resultados temporales, pero es una de las más seguras.
  3. Angioplastia con láser excimer - utilice una sonda de fibra óptica, que se lleva al área afectada de la arteria coronaria. La radiación láser lo atraviesa. Al actuar sobre un coágulo de sangre, lo destruye y el flujo sanguíneo se reanuda. Es un método muy seguro y eficaz, sin embargo, el uso incorrecto del láser a menudo provoca sangrado.

La cirugía abierta se realiza cuando la arteria está completamente bloqueada, cuando no se puede colocar el stent: con lesiones extensas o patologías cardíacas concomitantes (defectos valvulares). En tales casos, se utiliza la derivación, en la que se crean vías de derivación del flujo sanguíneo utilizando elementos sintéticos o autoimplantes. La intervención se realiza en un corazón detenido mediante una máquina cardiopulmonar, pero es mejor hacerlo en un órgano en funcionamiento.

Hay dos tipos de cirugía de bypass:

  • Arteria coronaria - en este caso, se toma un trozo de vena de una determinada zona del cuerpo, y luego se sutura un extremo a la aorta y el otro a la arteria coronaria, por debajo del sitio de bloqueo.
  • Mammarocoronario - en tal caso, la arteria torácica interna se utiliza como derivación. La ventaja de este método es que este vaso es menos susceptible a la aterosclerosis, es más duradero y, a diferencia de una vena, no tiene válvulas.

¿Necesito operarme y por qué?

La cirugía cardíaca por infarto de miocardio no es una cuestión de preferencia, sino una necesidad urgente, especialmente en el caso de daño extenso. Si la circulación sanguínea en los tejidos no se restaura, mueren muy rápidamente, como resultado de lo cual aumenta el área de necrosis. Esto altera aún más la capacidad de trabajo normal del órgano y el paciente desarrolla un shock cardiogénico.

Además, los productos de descomposición de los tejidos necróticos son muy tóxicos y, al penetrar en la sangre, provocan una intoxicación aguda y una insuficiencia orgánica múltiple.

Las operaciones que se realizan en caso de un ataque cardíaco, con su simplicidad, restablecen efectivamente la hemodinámica normal y eliminan la isquemia de los cardiomiocitos, como resultado de lo cual se reanuda el trabajo del corazón.

Sin embargo, conviene recordar que el tratamiento quirúrgico es un método temporal que no da una recuperación completa. Elimina las consecuencias provocadas por la aterosclerosis vascular. Solo la prevención de los trastornos del metabolismo de las grasas le permitirá deshacerse de posibles recaídas.

Consecuencias, pronóstico y complicaciones

El resultado de la operación después de un infarto está predeterminado por el tiempo transcurrido desde el momento del infarto hasta la entrega del paciente al departamento de infarto y la destrucción del trombo. Si la intervención se produjo a más tardar seis horas, entonces es posible un pronóstico favorable.

Cuando no se realiza una operación urgente, las consecuencias son sumamente graves:

  • ataque repetido;
  • Aneurisma aortico;
  • el riesgo de sufrir un derrame cerebral;
  • el desarrollo de insuficiencia renal o hepática aguda;
  • trastornos respiratorios.

Después de la operación, el paciente es trasladado a la unidad de cuidados intensivos, donde es atendido adecuadamente y se previenen complicaciones.

La colocación de cualquier objeto artificial (stents) en el corazón aumenta el riesgo de formación de coágulos de sangre. Para prevenir tal situación, cada paciente debe tomar medicamentos antiplaquetarios en una dosis y frecuencia estrictamente especificadas.

El pronóstico final depende de un tratamiento conservador adicional, rehabilitación y la implementación de medidas preventivas: si el paciente sigue estrictamente las recomendaciones del médico, su condición mejorará significativamente y disminuirá el riesgo de un segundo ataque.

Conclusiones

La cirugía para el infarto de miocardio es la forma más común y eficaz de tratar esta enfermedad.... La cirugía cardíaca dispone de un amplio arsenal de técnicas diferentes, lo que permite aplicar un abordaje individual a cada paciente.

El éxito y la probabilidad de complicaciones dependen principalmente del tiempo transcurrido desde el momento del diagnóstico hasta el inicio del tratamiento. Básicamente, el pronóstico para los pacientes después de la cirugía es favorable. El tratamiento conservador a largo plazo y el cumplimiento de las medidas preventivas pueden reducir la posibilidad de un segundo ataque.