Cardiología

Distonía hipotónica vegetativo-vascular: síntomas y métodos de tratamiento.

La distonía vegetovascular (DVV) es un trastorno polietiológico del sistema nervioso autónomo, cuyos síntomas más comunes son: labilidad de la presión arterial y el pulso, dolor cardíaco, molestias respiratorias, deterioro del tono vascular y muscular, cambios psicoemocionales, baja tolerancia al estrés. . Se caracteriza por un curso benigno y un buen pronóstico de vida.

¿Cuál es el tipo hipotónico de VSD y cuáles son sus características clave?

La distonía vegetovascular de tipo hipotónico ocurre en personas en las que predomina la acción del sistema nervioso parasimpático. Se caracterizan por presión arterial baja y tono vascular (vascular). Como resultado, la circulación sanguínea se ve afectada, los órganos no reciben la cantidad requerida de oxígeno y otros nutrientes. Esta situación conduce a hipoxia, estasis sanguínea y mal funcionamiento de los órganos, en particular del cerebro. Esto se manifiesta por multitud de signos que, si bien no suponen un peligro para la salud humana, son muy desagradables y empeoran la calidad de vida del paciente.

Posibles causas del tipo hipotónico de trastorno de la CIV:

  • predisposición hereditaria (más a menudo transmitida a través de la línea femenina);
  • trastornos hormonales;
  • focos crónicos de infección u otras enfermedades;
  • malos hábitos;
  • lesión cerebral traumática, conmoción cerebral;
  • Estrés crónico;
  • nutrición pobre;
  • el embarazo;
  • estilo de vida sedentario;
  • la influencia de vibraciones, radiaciones ionizantes, altas temperaturas, venenos industriales.

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La patogenia de esta disfunción se basa en una baja adaptación a situaciones estresantes con alteraciones funcionales de órganos y sistemas.

Síndromes de enfermedades principales:

  • cardialgico (dolor en el corazon);
  • hipotenso
  • arrítmico
  • desórdenes respiratorios;
  • angiocerebral (asociado con hipoperfusión: suministro de sangre deficiente al cerebro y presión intracraneal baja);
  • dispepsia;
  • trastornos termorreguladores;
  • asténico.

¿Cuáles son los principales síntomas de la distonía vegetativo-vascular de tipo hipotónico?

Síntomas del tipo hipotónico de VSD:

  • dolor de cabeza;
  • fatiga rápida;
  • disminución de la presión arterial (hipotensión): por debajo de 100/60 mm Hg, más a menudo con estrés físico o emocional;
  • mareo;
  • ansiedad;
  • desmayo;
  • irritabilidad;
  • dolor o malestar corporal;
  • alteración del sueño;
  • angustia;
  • náusea;
  • Diarrea;
  • acidez;
  • dificultad para respirar (sensación de falta de aire, inferioridad de la inhalación);
  • enrojecimiento de la piel;
  • arritmia;
  • apatía (extrasístole);
  • poco apetito;
  • disminución de la frecuencia cardíaca;
  • aumento de la humedad de la piel;
  • disminución de la concentración.

¿Vale la pena utilizar diagnósticos adicionales para hacer un diagnóstico?

Para confirmar el tipo hipotónico de VSD, se utilizan métodos de diagnóstico adicionales. Esto es necesario para excluir otras enfermedades con manifestaciones similares. Y solo si los resultados de los exámenes están dentro del rango normal, o las desviaciones son realmente características de la distonía vegetativo-vascular, se puede hacer este diagnóstico.

Métodos de encuesta y sus resultados:

  1. Conteo sanguíneo completo: sin cambios.
  2. Análisis de sangre bioquímico: normal.
  3. Electrocardiografía: bradicardia sinusal, extrasístole, onda T negativa.
  4. Prueba con hiperventilación: 30-45 s el paciente hace respiraciones profundas y exhalaciones; después de eso, se registra un electrocardiograma (ECG) y se compara con el registrado antes de la muestra. La prueba es positiva si la frecuencia cardíaca (pulso) ha aumentado en un 50-100% de la original o la onda T se ha vuelto negativa (principalmente en los cables del tórax).
  5. Prueba ortostática:
    • se registra un ECG estando acostado;
    • luego, el paciente permanece de pie durante 10-15 minutos y se vuelve a tomar el electrocardiograma;
    • se reconoce un resultado positivo si el pulso ha aumentado y las ondas T se vuelven negativas (más a menudo en las derivaciones torácicas).
  1. Prueba de potasio:
    • registro del ECG inicial por la mañana, con el estómago vacío;
    • tomando 6-8 g de cloruro de potasio en 50 ml de jugo o té sin azúcar;
    • el electrocardiograma repetido se retira después de 40 minutos y 1,5 horas;
    • El resultado hablará de TIR cuando los valores iniciales negativos o disminuidos de T se vuelvan positivos.
  2. Prueba de betabloqueantes:
    • registro del ECG inicial;
    • tomando 60-80 mg de obsidan (anaprilina) en tabletas;
    • electrocardiograma repetido en 60-90 minutos;
  3. El resultado del estudio en un paciente con CIV: la depresión del ST desaparece, la T negativa o baja se vuelve positiva.
  4. Resultados de la ergometría en bicicleta:
    • disminución del rendimiento y tolerancia al ejercicio;
    • un aumento de la frecuencia cardíaca en más del 50% del original;
    • taquicardia prolongada (latidos cardíacos rápidos), el ritmo se restablece solo después de 20-30 minutos;
    • la aparición de una onda S profunda en la primera derivación y Q en la tercera;
    • desviación del eje eléctrico hacia la derecha;
    • normalización de la onda T;
    • Desplazamiento del ST a corto plazo por debajo de la isolina en no más de 1 mm.

Estos cambios son muy similares a los de la cardiopatía isquémica. Pero la diferencia es que con VSD, surgen no a la altura de la carga, sino durante el descanso.

  1. Fonocardiografía: tono adicional en sístole y soplo sistólico no pronunciado.
  2. Ecocardiografía: sin cambios. En algunos pacientes, se observa prolapso de la válvula mitral.
  3. Examen de rayos X de los órganos de la cavidad torácica: sin cambios.
  4. Espirografía: en algunos pacientes se observa un aumento del volumen minuto de respiración.
  5. Medición de la temperatura corporal.
  6. Medición de la presión arterial (PA) en ambos brazos y piernas.
  7. Monitorización de presión las 24 horas (Holter-BP).
  8. Monitorización diaria del electrocardiograma (Holter ECG).
  9. Consulta con otorrinolaringólogo, neurólogo, psicoterapeuta.

¿Cómo se puede tratar eficazmente la enfermedad?

Los principios según los cuales es necesario tratar la CIV según el tipo hipotónico:

  1. Terapia etiotrópica: tratamiento de focos de infección crónica, trastornos hormonales, exclusión de la influencia de factores ocupacionales nocivos e intoxicación; eliminación de malos hábitos (fumar, beber alcohol).
  2. Aumento de la actividad física.
  3. Dieta equilibrada.
  4. Normalización del sueño y el descanso.
  5. Disminución del peso corporal si es excesivo.
  6. Limitar la ingesta de sal y grasas saturadas con la comida.

Si las medidas anteriores no han eliminado las manifestaciones sintomáticas, los médicos recurren a prescribir medicamentos:

  1. Tratamiento farmacológico: terapia sedante: medicina a base de hierbas (valeriana, espino, hierba de San Juan, ajenjo, menta, ortiga de perro); tranquilizantes (Diazepam, Phenazepam, Mebikar, Phenibut, Oksidin, Amisil). Con la recomendación de un psicoterapeuta: antidepresivos.
  2. Si es necesario: adaptógenos (ginseng, eleuterococo), vitaminas del grupo B, nootrópicos (nootropil, piracetam), fármacos con acción metabólica (trimetazidina, mildronato).
  3. Reflexología: acupuntura, magnetorflexoterapia.
  4. Procedimientos de fisioterapia dirigidos a la activación del sistema nervioso simpático: baños de parafina, ozoquerita, pino y sal, ducha de contraste.
  5. Masaje activo a ritmo rápido.

Conclusiones

Como podemos ver, el trastorno funcional descrito anteriormente tiene síntomas muy desagradables, pero su presencia no tiene consecuencias negativas y no afecta la esperanza de vida. A veces, la presencia de patología predispone a la aparición de diversas enfermedades en personas que no se preocupan por el cuerpo y no corrigen esta disfunción. Por tanto, esté atento a su bienestar, ya que refleja el estado de su salud.