Cardiología

Clínica de CIV en etapa de exacerbación.

¿Cómo se manifiesta la exacerbación del curso de la CIV en un paciente?

Las exacerbaciones de la CIV suelen ser impredecibles y pueden comenzar en cualquier momento. En este caso, el cuadro clínico puede cambiar cada vez, lo que complica significativamente el diagnóstico. La duración de la afección también varía, de 10 minutos a 6-8 horas. En casos muy raros, dura varios días.

Los síntomas de la CIV en la etapa de exacerbación se manifiestan según el tipo de crisis y la gravedad.

Existen las siguientes opciones principales:

  • La crisis simpatoadrenal se caracteriza por un aumento significativo de la presión arterial, dolor cardíaco, taquicardia, palidez, sudoración. Todo esto se asemeja a un cuadro de infarto de miocardio;
  • Hiperventilación: esta forma se asemeja a un ataque de asma bronquial: una persona no tiene suficiente aire, comienza a ahogarse, aparecen palpitaciones, cianosis;
  • Vagoinsular: con esta opción, la presión disminuye, dificultad para respirar, mareos, debilidad severa, trastornos dispépticos. En algunos casos, es posible que se desmayen;
  • Vegetativo-vestibular: caracterizado por fluctuaciones en la presión arterial, mareos, náuseas, vómitos. Estos síntomas se ven agravados por el movimiento, un cambio brusco en la postura corporal.

Según la gravedad, se distinguen tres grados:

  • Leve: dura hasta 10 minutos, acompañado de síntomas suavizados: mareos leves, dolor de cabeza, debilidad leve o dificultad para respirar;
  • Moderado: las manifestaciones de la enfermedad son más pronunciadas, pueden durar una hora. Caracterizado por taquicardia significativa, sudoración, náuseas, dificultad para respirar, dolor, según la forma del ataque;
  • Grave: en este caso, los síntomas alcanzan una gran fuerza, la actividad habitual se vuelve imposible. Hay mucha dificultad para respirar, dolor, desmayos. Si la exacerbación ha alcanzado este grado, debe llamar a una ambulancia.

A veces, la exacerbación de la CIV después del estrés se acompaña de los llamados ataques de pánico. En este caso, una persona se ve invadida por un sentimiento irracional de miedo, ansiedad. Si no se tratan, estas afecciones pueden convertirse en fobias y otros trastornos mentales.

Características de los síntomas en las mujeres.

Los síntomas de la CIV en las mujeres suelen ser más graves y frecuentes. Esto se debe a las peculiaridades del funcionamiento del cuerpo femenino. La menstruación y el embarazo son factores predisponentes. Su causa inmediata son las fuertes fluctuaciones en el trasfondo hormonal. En este caso, en la etapa de exacerbación, ocurren los siguientes síntomas:

  • dolor intenso en la parte inferior del abdomen;
  • náusea;
  • aumento de la irritabilidad;
  • disminucion del apetito;
  • trastornos del sueño.
  • fatiga, debilidad.

La distonía a menudo se confunde con el síndrome premenstrual, mientras que esto se logra mediante diferentes patologías que requieren un tratamiento por separado. Por lo tanto, cuando aparecen tales signos, es necesario buscar el consejo de un especialista.

Factores de exacerbación provocadora

Hay una gran cantidad de factores que pueden causar una exacerbación de la distonía vegetativo-vascular:

  • un cambio brusco en el clima;
  • estrés emocional;
  • trabajo excesivo;
  • cambio frecuente de zonas horarias;
  • abuso de alcohol;
  • desequilibrio hormonal durante la pubertad, el embarazo y la menstruación;
  • exacerbación de otras enfermedades crónicas.

La estacionalidad también influye en el desarrollo de las crisis. La primavera se caracteriza por el agotamiento general del cuerpo, la deficiencia de vitaminas y la deficiencia de otros nutrientes. En verano, las exacerbaciones provocan calor, deshidratación, en invierno y otoño: clima frío y lluvioso, un mal fondo emocional y una disminución de la inmunidad.

Primeros auxilios al paciente.

Es muy posible hacer frente al tratamiento de una exacerbación moderada de un ataque de VSD por su cuenta. En este caso, puede utilizar las siguientes herramientas:

  • sedantes suaves: por supuesto, solo un médico puede recetarlos;
  • tés de hierbas calmantes (de menta, bálsamo de limón, manzanilla, salvia, raíz de valeriana);
  • preparaciones a base de hierbas (tintura de agripalma, valeriana, peonía).
  • masaje relajante;
  • meditación;
  • camina al aire libre;
  • buen sueño y nutrición.

Los ataques más graves pueden requerir atención médica. Especialmente cuando se presentan síntomas como dolor de corazón, asfixia, mareos intensos y pérdida del conocimiento. En estos casos, es necesario llamar a una ambulancia, ya que solo los especialistas pueden hacer frente al diagnóstico y prescribir el tratamiento correcto.

Conclusiones

La exacerbación de la distonía vegetativo-vascular es una de las manifestaciones más peligrosas y desagradables de esta enfermedad. Son igualmente comunes en niños y adultos. A menudo, otras afecciones más graves se ocultan bajo el disfraz de esta patología. Así que no descuides este diagnóstico.

Hay muchos factores que desencadenan las convulsiones. La mayoría de ellos se pueden controlar, reduciendo así su frecuencia. Seguir las recomendaciones del médico y mantener un estilo de vida saludable mejora significativamente el bienestar de los pacientes.