Otitis

Prevención de la otitis media en un niño.

La inflamación del oído es a menudo una complicación de la influenza y otras infecciones virales respiratorias agudas en los niños. En este caso, la enfermedad se caracteriza por un curso completamente benigno y no es grave. Sin embargo, en algunos casos, el curso de la otitis media puede ser fulminante, con el desarrollo de complicaciones potencialmente mortales. Debido a que decenas de miles de personas mueren cada año por complicaciones de la otitis media en el mundo, la importancia de prevenir esta patología es grande.

Los factores que contribuyen al desarrollo de la otitis media en los niños son:

  • características estructurales del órgano de la audición y la nasofaringe en un niño;
  • la presencia de patología concomitante de los órganos ENT (curvatura del tabique nasal, adenoides agrandados);
  • SARS frecuente;
  • hallazgo prolongado de bebés en posición horizontal;
  • ingesta de alimentos realizada por lactantes en posición horizontal;
  • Sonarse la nariz excesivamente activo.

Así, la prevención de la otitis media en niños incluye un conjunto de medidas encaminadas a eliminar estos factores. Si las características anatómicas del oído están presentes durante mucho tiempo, hasta que el tubo auditivo se alarga con la edad, otros factores son bastante susceptibles de corrección.

La vacunación contra ARVI es ineficaz, ya que existen varios cientos de diferentes agentes causantes de la infección viral. Se desconoce cuál de ellos se volverá patógeno en cada caso.

Un niño que no tiene infecciones respiratorias no puede desarrollar otitis media.

En consecuencia, las medidas destinadas a prevenir el ARVI son relevantes, como la necesidad de evitar lugares concurridos durante una epidemia, ventilación regular y vestimenta adecuada.

Sin embargo, si estamos hablando de niños propensos a infecciones respiratorias, entonces es necesario estudiar la patología concomitante de los órganos otorrinolaringológicos, lo que conduce a un estrechamiento del tubo auditivo. La presencia de adenoides agrandados o un tabique nasal desviado conduce a una retención de moco en el tubo auditivo, una violación de su función de drenaje y, como resultado, el desarrollo de inflamación del oído medio.

En casos severos, cuando hay otitis media frecuentes, podemos hablar de intervención quirúrgica dirigida a eliminar la patología concomitante de los órganos ORL.

Para evitar que se arroje leche a la cavidad timpánica y una mayor infección, el bebé debe ser alimentado con la cabecera de la cama levantada. De lo contrario, aumenta el riesgo de que los alimentos líquidos entren en la cavidad del oído medio. Se debe enseñar al niño cómo soplar correctamente la secreción de la nariz, realizando acciones alternas con cada mitad.

Importancia de la vacunación

El desarrollo de la otitis media purulenta aguda más peligrosa se lleva a cabo por infección de la cavidad timpánica con microorganismos como Haemophilus influenzae, neumococo, moraxella. El peligro de estos patógenos también radica en el hecho de que, además de la otitis media, son la causa del desarrollo de neumonía, meningitis purulenta. Para prevenir el riesgo de infección por estos patógenos, existe una vacuna especial.

La vacuna contra la otitis media, la neumonía y la meningitis incluye antígenos contra el neumococo y Haemophilus influenzae. Es esta vacunación contra la otitis media en niños la más extendida. Las 2 vacunas existentes, Prevenar (fabricada en EE. UU.) Y Pneumo-23 (Francia), se diferencian no solo por el fabricante, sino también por el hecho de que Prevenar puede comenzar la vacunación mucho antes, a partir de los tres meses de edad, lo que hace la vacunación más eficaz.

Todos los niños sanos de 3 meses a 6 años están sujetos a vacunación.

En muchos países del mundo, esta vacuna está incluida en el calendario de vacunaciones obligatorias. Una cualidad positiva, además de suficiente efectividad, es la posibilidad de combinarla con otras vacunas, en particular, con DPT, lo que ahorra significativamente el tiempo en la visita a la clínica.

La vacuna está aprobada y recomendada por la OMS. Su eficacia contra la otitis media es de aproximadamente el 30%, es decir, previene el desarrollo de uno de los tres casos de otitis media purulenta aguda. La probabilidad de contraer meningitis después de la vacunación es insignificante.

La vacuna se tolera bien. Las reacciones locales ocurren en el 10% de los casos y se caracterizan por enrojecimiento del sitio de vacunación, algo de hinchazón. El dolor en el lugar de la inyección es una preocupación menor. Las reacciones generales se desarrollan solo en el 1% de los niños vacunados y se manifiestan por un ligero malestar, somnolencia. Puede haber un aumento de la temperatura corporal a cifras subfebriles.

La vacuna se administra por vía intramuscular, para niños menores de un año y medio en el muslo, para niños mayores, en el hombro en una cantidad de 0,5 ml. El calendario de vacunación depende de la edad del paciente. Al mismo tiempo, la inmunidad se desarrolla durante mucho tiempo. Las vacunaciones repetidas se llevan a cabo solo para niños con condiciones de inmunodeficiencia. Para estos pacientes, la revacunación está indicada cada 5 años.

La prevención de la otitis media en los niños también incluye medidas generales de fortalecimiento, como una dieta equilibrada en toda regla, la adherencia a un régimen y caminatas al aire libre. Para los niños mayores, el endurecimiento puede ser útil. La realización de estas actividades ayuda a reducir la incidencia de infecciones respiratorias, lo que significa que también es una prevención de la otitis media.