Sinusitis

Tratamiento de la sinusitis con peróxido de hidrógeno.

Cualquier enfermedad es más fácil de tratar en la etapa inicial, cuando los síntomas aún no se han fortalecido. La sinusitis no es una excepción, que en su forma aguda requiere el uso de antibióticos y una serie de otros medicamentos, y a menudo una intervención quirúrgica en forma de punción. Sin embargo, existen muchos tratamientos alternativos para la sinusitis maxilar. Uno de los métodos más interesantes, aunque controvertidos, es el tratamiento de la sinusitis con peróxido de hidrógeno.

Peróxido de hidrógeno y sus propiedades beneficiosas.

Gracias a las investigaciones y experimentos del Profesor, Doctor en Ciencias Médicas I.P. Neumyvakin, autor de 200 artículos científicos, comenzó a llamar al peróxido de hidrógeno una panacea para el siglo XXI. El propio científico y los partidarios de su teoría de diferentes países del mundo han estado usando la droga durante más de 40 años para el tratamiento de diversas enfermedades y la curación general del cuerpo humano.

El peróxido de hidrógeno tiene un poderoso efecto antibacteriano y es capaz de resistir eficazmente la mayoría de los hongos, virus y bacterias, al mismo tiempo que estimula el sistema inmunológico y apoya los procesos vitales (metabolismo) del cuerpo. El medicamento se usa para tratar una variedad de dolencias:

  • enfermedades cardiovasculares;
  • enfermedades del tracto respiratorio superior e inferior (secreción nasal, amigdalitis, sinusitis, bronquitis crónica, enfisema pulmonar);
  • enfermedades oncológicas como la leucemia;
  • alergias
  • osteocondrosis;
  • problemas dentales (dolor de muelas, periodontitis).

El profesor Neumyvakin recomienda gotear peróxido de hidrógeno en la nariz cuando aparece una secreción nasal, lo que ayudará a evitar la propagación de virus y bacterias a través del sistema respiratorio y evitará la aparición y el desarrollo de la sinusitis. Muchos pacientes dudan de si es posible tratar la sinusitis instilando peróxido de hidrógeno en la nariz y si es peligroso. De inmediato podemos decir que no es peligroso, el profesor recomienda tratar muchas enfermedades tomando peróxido en su interior e incluso inyectándolo por vía intravenosa. En este caso, el científico realiza todos los experimentos sobre sí mismo.

El lado positivo del tratamiento de la sinusitis con peróxido es que prácticamente no existen contraindicaciones para el uso de este remedio, a excepción de la intolerancia individual del paciente al medicamento.

El peróxido de hidrógeno con sinusitis actúa sobre la membrana mucosa con mucha suavidad. No irrita y no seca demasiado los integumentos epiteliales, ya que bajo la influencia del aire se descompone rápidamente en componentes: oxígeno e hidrógeno. El oxígeno atómico liberado en este proceso destruye casi todos los patógenos. El fuerte efecto desinfectante, debido a la acción química y física del fármaco, ayuda a eliminar la inflamación y la hinchazón, así como a acelerar la curación de los tejidos blandos dañados en la cavidad nasal. La solución de peróxido ayuda en presencia de sangrado capilar en las membranas mucosas, acelerando la coagulación de la sangre.

Procedimiento de lavado nasal con peróxido

El régimen de peróxido de hidrógeno más común consiste en enjuagar las fosas nasales. Para ello se utiliza una solución de peróxido al 3%, que se vende en todas las farmacias y es muy barata. No afecta negativamente la membrana mucosa, que se diferencia de muchas otras drogas.

Sin embargo, el peróxido no se puede usar sin diluir para tratar las membranas mucosas; en esta forma, se puede usar exclusivamente para tratar la piel externa.

Si las irrigaciones nasales convencionales son en su mayoría procedimientos fisiológicos simples, cuyo propósito es licuar y eliminar las acumulaciones mucosas de los conductos nasales, la adición de peróxido de hidrógeno permite influir en el agente causante de la enfermedad. Todas las manipulaciones se pueden realizar en casa, solo necesita conocer las características del procedimiento y el procedimiento:

  • Primero, se prepara una solución. Para ello, se utiliza agua hervida enfriada a temperatura ambiente. Inmediatamente antes del enjuague, se agregan 60-80 gotas de peróxido de hidrógeno al 3% a un vaso de agua.
  • Para la irrigación, es mejor usar una tetera jala-neti (disponible en tiendas de yoga), pero una jeringa de 20 milímetros sin la aguja y una pequeña jeringa ENT funcionará. Antes de iniciar el tratamiento, es necesario asegurar la posibilidad de que fluya líquido en las fosas nasales sonándose la nariz o utilizando algún vasoconstrictor en forma de gotas o spray.
  • El paciente se inclina sobre el lavabo del baño o se sienta en una silla alta, colocando un cuenco frente a él. La cabeza está inclinada hacia un lado para que una fosa nasal quede más alta que la otra. Con cuidado, sin crear una gran presión, la solución se vierte en la fosa nasal superior. Habiendo atravesado todos los huecos y llevando consigo el exudado acumulado, el líquido sale por la fosa nasal inferior. En este caso, debe respirar por la boca. Para evitar que el agua se derrame por la garganta, puede pronunciar algún tipo de sonido, por ejemplo, "y-y-y" o "koo-ku". En este caso, el paladar blando bloqueará la faringe.
  • Después de usar la mitad de la solución, la cabeza se inclina hacia el otro lado y se repiten todas las manipulaciones.
  • Después de enjuagar, debe sentarse en silencio con la cabeza inclinada para drenar la solución restante y luego sonarse bien la nariz.

Es mejor irrigar antes de acostarse, ya que el líquido aún puede drenar de los senos nasales durante algún tiempo. No se recomienda salir al aire libre durante al menos una hora para prevenir la hipotermia.

Inculcar una solución de peróxido de hidrógeno en la nariz

Otra forma popular de eliminar la mucosidad de la cavidad nasal es instilando una solución de peróxido en las fosas nasales. El profesor Neumyvakin describe un procedimiento de este tipo en su libro, y puede usarse no solo para maxilares, sino también para otros tipos de sinusitis: etmoiditis, frontitis, esfenoiditis. El procedimiento se lleva a cabo de la siguiente manera:

  • El líquido para la instilación se prepara agregando 12-15 gotas de una solución de peróxido al 3% a una cucharada de agua hervida.
  • La solución se extrae con una pipeta y se inyectan 2 gotas alternativamente en cada fosa nasal. La cabeza del paciente se echa hacia atrás.
  • Unos segundos después de la instilación, la solución forma espuma y estimula la liberación de una gran cantidad de exudado de la nariz.
  • Debe soplar la mucosidad inclinando la cabeza hacia un lado, alternativamente desde cada fosa nasal, pellizcando la otra con el dedo. Debe tenerse en cuenta que sonarse la nariz demasiado activo puede conducir a la penetración de la secreción infectada en el seno.
  • Al final del procedimiento, no beba ni coma durante 15 a 30 minutos.
  • Puedes realizar 2-3 repeticiones al día hasta conseguir un resultado positivo.

Tales gotas nasales son efectivas en la etapa inicial de la enfermedad. Si no mejora la condición en dos días, debe comunicarse con un otorrinolaringólogo.

Peróxido para hemorragias nasales

Las causas de las hemorragias nasales con sinusitis pueden ser:

  • daño mecánico a los tejidos al intentar despegar una costra seca;
  • ruptura del vaso si se suena la nariz con demasiada fuerza;
  • rinitis crónica;
  • atrofia de las membranas mucosas;
  • la presencia de enfermedades graves (enfermedad cardíaca, tuberculosis, hipotensión), contra las cuales se desarrolla la sinusitis.

Cualquiera sea la razón, la sangre debe detenerse para evitar que el estado del paciente empeore. Para ello, basta con mojar un hisopo de algodón con una solución de peróxido al 3% y ponerlo en el conducto nasal durante unos minutos. Si el sangrado no se ha detenido, entonces el caso es lo suficientemente grave y vale la pena llamar a una ambulancia.

Prevención de la sinusitis con peróxido.

Los defensores de la medicina alternativa recomiendan tomar peróxido por vía oral para normalizar el funcionamiento del tracto gastrointestinal, que es el principal responsable de la inmunidad de todo el cuerpo.

Según esta técnica, el primer día es necesario consumir 1 gota del producto diluido en 50 ml de agua. Luego, todos los días, la solución se satura cada vez más, a medida que la cantidad de peróxido aumenta en 1 gota. Después de 10 días, se realiza una pausa de tres días, después de lo cual se reanuda la terapia con una solución de 10 gotas del medicamento. Por lo general, el medicamento se toma media hora antes de una comida o 2 horas después de una comida.

Esta técnica no es del todo estándar, por lo tanto, antes de decidir su uso, es recomendable consultar con el otorrinolaringólogo tratante.