Síntomas del oído

¿Cómo entender que un niño tiene dolor de oído?

Los signos objetivos y el comportamiento del niño juegan un papel importante en el diagnóstico de enfermedades en los recién nacidos. En los casos en que un paciente adulto puede quejarse de debilidad, malestar, el bebé estará letárgico, lloriqueando, caprichoso. Al igual que en los pacientes adultos, muchas afecciones patológicas en los niños se acompañan de pérdida de apetito. La presencia de este síntoma debe tenerse en cuenta para determinar nuevas tácticas.

En cuanto a los signos objetivos, los cambios en la piel, la disfunción de cualquier órgano, la presencia de vómitos, diarreas, el desarrollo de hipertermia son síntomas objetivos que caracterizan los procesos que ocurren tanto en adultos como en niños. El diagnóstico de enfermedades caracterizadas por tales factores es sencillo. La situación con la interpretación de las quejas de los niños es más complicada. Surgen dificultades particulares en los casos en que el órgano afectado no está disponible para un estudio objetivo, y es necesario sospecharlo para prescribir un tratamiento correcto oportuna.

Comportamiento infantil para el dolor de oído

La otitis media es una afección en la que el síntoma inicial y principal es la queja subjetiva del paciente de dolor de oído. En presencia de tal síntoma en niños mayores y adultos, no es difícil aclarar el diagnóstico. La consulta de un otorrinolaringólogo, la realización de una otoscopia por él permite establecer un diagnóstico y prescribir el tratamiento correcto en poco tiempo.

Entender que un bebé tiene dolor de oído es una tarea más difícil. En este caso, la observación minuciosa del paciente puede resultar útil.

Los niños mayores de un año, en presencia de síndrome de dolor, intentan tocar la oreja afectada, rascar el lóbulo.

Debido a su edad, los recién nacidos se comportan de manera algo diferente. Para un bebé, la manifestación de dolor en el oído son los siguientes signos:

  • los niños se vuelven extremadamente inquietos y de mal humor;
  • voltear la cabeza;
  • gritar periódicamente;
  • tratando de tomar una posición forzada en la cama, acostado sobre la oreja afectada, o frotar la almohada con ella.

Por lo general, la otitis media se acompaña de síntomas de intoxicación. El niño durante este período se vuelve letárgico, apático.

La inflamación del oído se caracteriza por un síndrome de dolor tan pronunciado que los niños se apresuran en la cama, lloran y gritan.

Otro signo de cómo entender que le duelen los oídos al bebé no es solo una disminución del apetito, sino la negativa del bebé a mamar. Durante este proceso, las sensaciones de dolor aumentan, por lo que el niño que comienza a succionar se niega a comer llorando o gritando.

Señales adicionales

La presencia de hipertermia puede ayudar a aclarar el diagnóstico.

La otitis media se caracteriza por un aumento de la temperatura corporal de hasta 38-39 grados.

La ausencia de hipertermia es atípica para la otitis media. La otitis externa se acompaña del desarrollo de una reacción de temperatura local. El pabellón auricular y el conducto auditivo externo al mismo tiempo se ven enrojecidos, edematosos. Tocar una oreja de este tipo aumenta el dolor.

Supuración

El síntoma más informativo que confirma la presencia de inflamación del oído medio en un niño es la ruptura de la membrana timpánica y la supuración resultante.

Este síntoma es característico solo de la inflamación purulenta del oído, pero incluso con este desarrollo no es permanente. El contenido purulento existente de la cavidad timpánica puede encontrar una salida, sin pasar por la abertura de la membrana timpánica, y llevarlo a cabo a través del tubo auditivo. Aquellos casos en los que aparece un contenido pegajoso amarillento en el canal auditivo son un signo confiable de inflamación purulenta del oído medio.

El exudado purulento debe distinguirse de la secreción sanguinolenta resultante de una lesión traumática en el oído externo o la membrana timpánica. Se diferencian en su apariencia, el motivo de su aparición. La presencia de sangre en el oído no se acompaña de un aumento de la temperatura corporal. Este síntoma no está precedido por enfermedades asociadas con la inflamación de la nasofaringe. Al mismo tiempo, hay una sujeción incorrecta del retrete del oído con objetos afilados.

Signos creíbles

Hay otra forma de comprobar si le duele el oído a su hijo. La técnica se basa en aumentar las sensaciones de dolor al aumentar la presión sobre el tímpano. La presión del dedo sobre el trago aumenta la presión del aire en el canal auditivo, lo que a su vez afecta el tímpano y el oído medio. Esto conduce a un aumento del dolor.

Algunos otorrinolaringólogos consideran que este síntoma no es informativo, ya que la presión sobre el trago suele ir acompañada de sensaciones desagradables y muchos niños sanos gritan al mismo tiempo. Por lo tanto, teniendo en cuenta todos los factores, el método más confiable para comprender que un niño tiene dolor de oído es un examen y una otoscopia por parte de un otorrinolaringólogo. El estudio de la membrana timpánica le permite determinar su condición, identificar engrosamiento y ulceración en su superficie, la presencia y nivel de exudado en el oído medio. Este método de diagnóstico simple y confiable puede no solo confirmar la presencia de un proceso patológico en el oído del niño, sino también determinar su naturaleza.