Enfermedades del oído

Hipoacusia neurosensorial 1 - 4 grados

La hipoacusia neurosensorial es una enfermedad en la que se deteriora el sistema de percepción del sonido. En pocas palabras, el sonido entra en el oído, pero el paciente no puede identificarlo correctamente. Las causas de esta enfermedad son muchas: desde virus e infecciones hasta el desarrollo de neoplasias. Además, también existe una forma congénita de la enfermedad que surgió en la patología del desarrollo fetal o fue heredada por uno de los padres.

Primer grado

Es más difícil detectar la enfermedad en una etapa temprana, ya que durante este período la pérdida auditiva es insignificante: de 25 a 40 dB. Los principales síntomas son:

  • mareos recurrentes;
  • difícil percepción de susurros y sonidos suaves;
  • ruido sutil o zumbido en los oídos.

El paciente aún puede percibir adecuadamente y distinguir claramente el habla humana incluso a una distancia considerable. Pero si la enfermedad no se detecta a tiempo, comienza a progresar.

Si se diagnostica hipoacusia neurosensorial de grado 1, el tratamiento suele prescribirse de forma ambulatoria y se centra en eliminar las principales causas de la enfermedad: detener los procesos inflamatorios activos, restaurar las funciones del oído medio e interno.

Segundo grado

La pérdida auditiva neurosensorial de grado 2 es exactamente la etapa de la enfermedad en la que la mayoría de los pacientes acuden al médico. Se caracteriza por síntomas que son difíciles de pasar por alto incluso en casa:

  • un susurro sólo se percibe desde una distancia muy cercana;
  • el habla humana se percibe claramente a una distancia de 3 a 4 metros;
  • el tinnitus está constantemente presente, a veces sonando;
  • el mareo se vuelve más frecuente, se vuelve más fuerte.

El umbral de audición se reduce de 40 a 55 dB. El tratamiento de la enfermedad es sintomático. No es necesaria la hospitalización del paciente, a menos que la causa de la enfermedad sea una otitis media purulenta o una inflamación grave del oído interno.

Si la enfermedad se adquiere, en la mayoría de los casos, el tratamiento seleccionado correctamente puede detener por completo el progreso y mejorar significativamente la audición.

Tercer grado

La hipoacusia neurosensorial de grado 3 ya se considera una patología auditiva grave. Sus síntomas característicos son:

  • completa falta de percepción de sonidos silenciosos;
  • la capacidad de comprender el habla solo a corta distancia;
  • tinnitus severo, a menudo timbre fuerte;
  • mareos frecuentes acompañados de náuseas.

La sensibilidad auditiva continúa disminuyendo, hasta 55-70 dB. Es difícil para el paciente mantenerse erguido durante mucho tiempo, a menudo tropieza, a veces pierde la orientación en el espacio circundante. En la etapa inicial, el paciente ingresa en un hospital, luego el tratamiento continúa en casa.

Si la audiencia no mejora durante mucho tiempo, luego de la presentación del historial médico y los documentos relevantes, se considera la cuestión de asignar el segundo grupo de discapacidad. En este caso, se puede compensar parcialmente con un audífono o audífono.

Cuarto grado

La pérdida auditiva neurosensorial de grado 4 es la última y más grave etapa de la enfermedad. Suele ocurrir cuando no se puede detener su progresión. El paciente ya está casi completamente sordo. Esta etapa se caracteriza por todos los síntomas de la etapa anterior, pero aumentan significativamente. Sin un audífono, una persona prácticamente no oye nada:

  • distingue solo sonidos fuertes;
  • oye palabras solo al oído;
  • solo puede ver la televisión al máximo volumen.

El tratamiento conservador es ineficaz en la mayoría de los casos. Sensibilidad del oído: entre 70 y 90 dB. La situación se puede corregir solo con la ayuda de una cirugía o la instalación de implantes.

Si la hipoacusia de grado 4 se produce de forma repentina o es consecuencia de un traumatismo, los pacientes necesitan la ayuda de especialistas para la adaptación social. Se les ayuda a dominar las habilidades del habla sorda, se les ayuda a encontrar un trabajo en ausencia de contraindicaciones médicas.