Síntomas de la nariz

¿Por qué se bloquea una fosa nasal?

La nariz es una parte importante del sistema respiratorio, que participa en el sentido del olfato, la purificación y el calentamiento del aire que ingresa al tracto respiratorio. A veces sucede que una persona no respira una fosa nasal, pero no hay mocos. La congestión nasal unilateral causa un malestar intenso, por lo que existe el deseo de respirar exclusivamente por la boca. Esto afecta negativamente el estado de la membrana mucosa en las vías respiratorias y, con el tiempo, conlleva el desarrollo de patologías: faringitis, bronquitis, amigdalitis, etc.

Los productos farmacéuticos modernos pueden ofrecer muchos fármacos diferentes para restaurar la respiración nasal normal. Pero antes de usarlos, debe averiguar el motivo del taponamiento de una u otra fosas nasales. El artículo considerará enfermedades, factores exógenos y endógenos que conducen a insuficiencia respiratoria.

Causas infecciosas

Las enfermedades infecciosas se encuentran entre los factores etiológicos más probables de la congestión nasal unilateral. Las aberturas nasales internas (coanas), los senos paranasales y la cavidad nasal están cubiertos por una membrana mucosa, que consta de células epiteliales. La penetración de agentes patógenos en la nasofaringe conduce a un edema de tejidos blandos y, como resultado, al desarrollo de obstrucción nasal, es decir. obstrucción de las vías respiratorias.

Epifaringitis

La epifaringitis (nasofaringitis) es una inflamación catarral (no purulenta) de las membranas mucosas de la cavidad nasal y la garganta. A medida que avanza la enfermedad, el epitelio ciliado de la nasofaringe se hincha, lo que provoca una obstrucción nasal. Como regla general, en las personas que padecen epifaringitis, una fosa nasal está constantemente bloqueada. Cuando cambia la posición del cuerpo, el moco nasal puede fluir hacia la otra mitad de la nariz, por lo que la otra fosa nasal se bloquea.

La enfermedad respiratoria es causada por microorganismos inespecíficos: estreptococos, meningococos, adenovirus, picornavirus, etc. Puede sospechar el desarrollo de epifaringitis por las siguientes manifestaciones:

  • temperatura elevada (que varía de 37,2 ° С a 38,0 ° С);
  • malestar al tragar;
  • una sensación de acumulación de una gran cantidad de moco en la nariz;
  • sensación de ardor y hormigueo en la garganta y la cavidad nasal;
  • dolores de cabeza y voces nasales.

Los procesos estancados, el tabaquismo, la inhalación frecuente de aire gaseoso y la hipotermia son los principales desencadenantes de la inflamación de las membranas mucosas del tracto respiratorio.

Maxilita

La sinusitis (maxilitis) es una inflamación de uno o ambos senos maxilares (senos nasales), que se acompaña de dificultad para respirar y liberación de exudado purulento. Las cavidades maxilares se ubican en el grosor del hueso maxilar, que se ubica al nivel de las mejillas. La inflamación de uno de los senos nasales conduce a la hinchazón de un solo pasaje nasal, por lo que una fosa nasal se bloquea.

El desarrollo de maxilitis unilateral suele estar precedido por influenza, rinofaringitis, sarampión, adenoiditis y otras patologías del sistema respiratorio superior. Las manifestaciones típicas de la enfermedad son:

  • ardor y desolladura en los senos accesorios;
  • dolor en el puente de la nariz;
  • secreción espesa purulenta de la nariz;
  • una fuerte disminución del sentido del olfato;
  • estornudos frecuentes;
  • recaídas de resfriados.

La enfermedad se trata principalmente con antibióticos. Si la sinusitis no se diagnostica a tiempo, las células etmoides, el esfenoides y los senos paranasales frontales pueden estar involucrados en la inflamación.

Rinitis crónica

Si una u otra fosa nasal está constantemente bloqueada, la causa del malestar puede residir en el desarrollo de una rinitis lenta. El estrechamiento del diámetro interno de los conductos nasales se debe a la inflamación de la membrana mucosa. La obstrucción de las vías respiratorias conduce inevitablemente a la congestión nasal y a la interrupción de la respiración normal.

La inflamación persistente de la nasofaringe suele estar indicada por los siguientes síntomas:

  • relleno alterno de las fosas nasales;
  • disminución del sentido del olfato;
  • voz nasal;
  • secreción nasal amarilla o verde;
  • costras secas en la superficie interna de los conductos nasales.

La dificultad prolongada para respirar nasal conduce a una hipoxia crónica (falta de oxígeno), que está plagada del desarrollo de patologías cardiovasculares.

La enfermedad se desarrolla en el contexto de un tratamiento inadecuado de la rinorrea (rinitis grave), abuso de vasodilatadores y glucocorticosteroides. Con las reacciones inflamatorias crónicas, las membranas mucosas renacen, por lo que la secreción nasal se vuelve más viscosa. Por esta razón, la nariz se obstruye con una secreción viscosa, lo que crea un obstáculo insuperable para el paso del aire.

Causas no infecciosas

La congestión nasal unilateral a menudo se convierte en una manifestación de patologías no infecciosas. Debe entenderse que una respiración inadecuada puede provocar el desarrollo de más y más enfermedades nuevas. Por lo tanto, con la permeabilidad persistente de las vías respiratorias, debe comunicarse con un otorrinolaringólogo.

Sinequias de la cavidad nasal.

La aparición de cordones de tejido conectivo (puentes) en los conductos nasales se llama sinequias. Las neoplasias bloquean parcial o completamente el tracto respiratorio, como resultado de lo cual hay congestión de una, luego ambas fosas nasales a la vez. En este caso, la fusión completa de las coanas se llama atresia.

Si el paciente piensa que la nariz está obstruida con secreciones nasales, pero no hay secreción nasal, vale la pena someterse a un examen rinoscópico por parte de un médico. Durante la formación de puentes, no hay molestias ni dolor en la nasofaringe, por lo que el proceso de cierre de coanas es casi asintomático. Si los cordones de tejido conectivo bloquean la mayor parte de las fosas nasales, los pacientes comienzan a quejarse de las siguientes manifestaciones de la enfermedad:

  • costras en la nariz del lado afectado;
  • secar las mucosas y estornudar;
  • voz nasal;
  • trastorno respiratorio persistente;
  • ronquidos durante el sueño.

Las sinequias de la cavidad nasal a menudo se complican con eustaquitis, esfenoiditis y sinusitis frontal. Debido a la obstrucción de las fosas nasales internas, la secreción viscosa no puede evacuarse de la nasofaringe de forma natural. Debido a esto, el líquido muconasal llena los senos paranasales, lo que, como resultado, conduce a su inflamación y recaídas frecuentes de enfermedades otorrinolaringológicas.

Angiofibroma de nasofaringe

El angiofibroma es una neoplasia benigna que consta de capilares sanguíneos y tejido conectivo. La patología ocurre con mayor frecuencia en hombres jóvenes y adolescentes durante la pubertad. Por lo general, los tumores se localizan en un canal nasal, por lo que se altera la permeabilidad de una sola fosa nasal.

El angiofibroma progresa muy rápidamente y destruye los tejidos adyacentes. En este sentido, el curso de la patología se considera maligno. A pesar del rápido crecimiento del tumor, los pacientes no experimentan molestias de inmediato. Las manifestaciones típicas del angiofibroma incluyen:

  • hiposmia (falta de olor);
  • voz nasal;
  • congestión del oído;
  • hemorragias nasales
  • deformación del esqueleto facial;
  • aumento del deterioro de la respiración nasal.

El angiofibroma puede provocar complicaciones neurológicas, en particular, una disminución o pérdida de la visión.

El tratamiento de la patología se lleva a cabo solo de forma operativa. Si el tumor no se extirpa a tiempo, puede afectar los tejidos de la cavidad nasal, lo que provocará complicaciones graves.

Rinolitos

La enfermedad se encuentra a menudo en niños que insertan objetos extraños en los conductos nasales: perlas, botones, perlas, restos de comida, etc. A veces, los objetos extraños ingresan a la cavidad nasal, razón por la cual se forma rinolitis a su alrededor.Los rinolitos son depósitos de sal (piedras) que se forman en la membrana mucosa alrededor de objetos extraños.

Si un objeto extraño no se extrae de la nasofaringe a tiempo, se formarán piedras de sal a su alrededor en el transcurso de varios años. Un aumento gradual en el tamaño de los depósitos de sal conduce a una respiración nasal deteriorada y al desarrollo de enfermedades secundarias. Los pacientes que padecen patología se quejan con mayor frecuencia de:

  • congestión nasal unilateral;
  • recaídas frecuentes de rinitis;
  • secreción purulenta;
  • dolores de cabeza recurrentes;
  • Sensación de ardor en la cavidad nasal.

En otorrinolaringología, se han notificado casos en los que la rinolitis ha estado en la cavidad nasal durante más de 20 a 30 años. De vez en cuando, los cálculos de sal irritan la membrana mucosa, por lo que se forma una secreción serosa o purulenta en la nasofaringe.

Pólipos

Los pólipos nasales son tumores que están formados por células epiteliales ciliadas. Surgen principalmente debido a una inflamación lenta en el tracto respiratorio, provocada por una alergia o infección. Las neoplasias pueden localizarse en los senos paranasales o en el área del conducto nasal medio.

A medida que se desarrollan los pólipos, no causan ninguna molestia, pero con el tiempo, los tumores bloquean las vías respiratorias. La creciente congestión en una fosa nasal afecta negativamente a la calidad de vida del paciente, por lo que tarde o temprano recurre a un especialista. La patología se puede identificar por los siguientes signos:

  • dificultad creciente para respirar nasal;
  • recaídas frecuentes de enfermedades otorrinolaringológicas;
  • relleno de las orejas;
  • disminución del sentido del olfato;
  • malestar en la nariz.

Los pólipos nasales no son propensos a la malignidad, sin embargo, después de la extirpación, se producen recaídas de la patología en el 70% de los casos.

Debe entenderse que las dificultades respiratorias a lo largo del tiempo pueden afectar negativamente el estado de ánimo e incluso provocar depresión. Además, los tumores grandes ejercen presión sobre el tejido circundante, lo que conduce a la destrucción del cartílago o las estructuras óseas.

Conclusión

La congestión nasal unilateral es una condición patológica que a menudo se convierte en una manifestación de una enfermedad infecciosa u oncológica. La ausencia de rinitis suele indicar obstrucción de los conductos nasales. La inflamación o un bulto en la nariz puede provocar una obstrucción. Muy a menudo, la congestión nasal alterna se produce con nasofaringitis, sinusitis unilateral y rinitis crónica.

La obstrucción persistente de una fosa nasal es un síntoma alarmante que, con mayor frecuencia, indica la formación de tumores en la nasofaringe. Pueden ser pólipos nasales, rinolitis, angiofibroma, sinequias, etc. Las enfermedades no transmisibles no van acompañadas de malestar, por lo que los pacientes a menudo posponen la visita al médico. Pero los expertos advierten que los tumores que crecen demasiado tienen un efecto destructivo sobre el estado de los tejidos circundantes y provocan complicaciones.