Tos

¿Por qué es peligrosa la tos con sibilancias?

La tos es un fenómeno bastante común y generalizado, especialmente durante la temporada baja, cuando el cuerpo de una persona con inmunidad debilitada (¡y ahora, por desgracia, la mayoría de ellos!) No tiene tiempo para adaptarse a los cambios frecuentes en la temperatura del aire y condiciones climáticas. Por sí solo, no es terrible, ya que es una reacción protectora del cuerpo. Pero cuando aparece una tos con sibilancias, vale la pena consultar a un médico lo antes posible; esto puede ser una señal del desarrollo de una enfermedad grave.

Posibles razones

Antes de considerar las posibles causas, comprendamos la terminología. Las sibilancias son un ruido característico que se genera cuando una corriente de aire pasa por el tracto respiratorio, cuando hay algún obstáculo en el mismo: neoplasias, coágulos de moco, cuerpos extraños. La ronquera es un cambio en el timbre de la voz que se produce debido a una inflamación o daño en las cuerdas vocales.

Una voz sibilante se produce con una tos seca, muy fuerte y que ladra, lo que provoca una irritación constante de la laringe y una inflamación de las cuerdas vocales por sobreesfuerzo. La causa de tal tos puede ser un resfriado, infecciones respiratorias agudas, infecciones virales respiratorias agudas o enfermedades crónicas del tracto respiratorio superior: faringitis, laringitis, traqueítis. Si no se tratan, la enfermedad se vuelve crónica y se desarrollan complicaciones.

Una tos ronca eventualmente aparece en los fumadores empedernidos debido a quemaduras permanentes de la mucosa laríngea e inflamación crónica del tracto respiratorio. También están en riesgo las personas que trabajan en industrias asociadas con productos químicos, alta contaminación del aire y otros irritantes.

Si no usan equipo de protección personal, las enfermedades respiratorias, que se consideran profesionales, se desarrollan gradualmente: asma, alergias, bronquitis.

La tos y las sibilancias en el pecho son signos obvios de afecciones médicas graves como:

  • asma bronquial: al exhalar o al toser, se escucha un silbido, que se forma debido a un fuerte estrechamiento de la luz de los bronquios durante el espasmo;
  • neoplasias en los bronquios: estertores sibilantes están constantemente presentes al respirar;
  • bronquitis aguda o crónica: las sibilancias son causadas por grandes acumulaciones de moco que impiden que el aire pase libremente;
  • absceso pulmonar: la respiración sibilante ocurre cuando el aire pasa a través de una cavidad llena de pus, audible dentro del tórax;
  • neumonía: según la etapa de la enfermedad, las sibilancias son tranquilas o muy sonoras, acompañadas de tos seca o húmeda;
  • edema pulmonar: las sibilancias son apenas audibles, ya que los pulmones no funcionan normalmente y la persona no puede respirar por completo, se crea una sensación de asfixia;
  • Insuficiencia cardíaca: el cerebro lo siente como falta de oxígeno y trata de compensarlo con una respiración profunda, que es extremadamente difícil durante un ataque, aparece un leve silbido.

Esta no es una lista completa de todas las posibles razones de tos y sibilancias obvias. En la mayoría de los casos, solo un médico puede hacer un diagnóstico preciso, después de un examen completo y un examen completo.

Síntomas alarmantes

Si tiene tos ronca, no demore la visita al médico. Especialmente si se acompaña de uno o más de los siguientes síntomas:

  • dificultad para respirar grave o frecuente;
  • sudor frío con un esfuerzo físico mínimo;
  • sensación de falta de aire
  • signos de falta de oxígeno;
  • dolor en el área del pecho (especialmente compresivo o claramente localizado);
  • fuerte o constante, pero leve aumento de la temperatura corporal;
  • sibilancias al respirar o toser se escuchan constantemente.

El diagnóstico comienza con una visita a un terapeuta, que escucha los bronquios y pulmones del paciente con un estetoscopio. Las sibilancias se escuchan mejor al exhalar, por lo que el médico a menudo le pide al paciente que respire profundamente o tosa.

Métodos de diagnóstico

La siguiente etapa obligatoria del diagnóstico son las pruebas de laboratorio. Como regla general, este es un análisis de sangre general y bioquímico y una prueba de microflora de esputo. Permiten identificar la presencia de microorganismos patológicos y procesos inflamatorios activos en el cuerpo.

Si los datos resultan insuficientes para prescripciones médicas, se puede recomendar adicionalmente lo siguiente:

  • radiografía de tórax: revela neumonía, tuberculosis, bronquitis aguda y crónica, absceso pulmonar;
  • tomografía computarizada: permite un análisis detallado del estado de cualquier órgano respiratorio;
  • espirometría: tomar y analizar indicaciones vitales de la función pulmonar;
  • broncoprovocación: se realiza cuando se sospecha de asma bronquial, le permite determinar la sensibilidad de los bronquios y la tendencia al broncoespasmo;
  • broncoscopia: un examen interno y un estudio detallado del estado del revestimiento mucoso de los bronquios, le permite medir el tamaño de la luz, detectar neoplasias y tomar esputo para su análisis;
  • gases en sangre: otro tipo de prueba de laboratorio que le permite determinar el nivel de oxígeno en la sangre;
  • angiopulmonografía: le permite evaluar el estado de los vasos en los pulmones, el grado de estrechamiento, la presencia de coágulos de sangre;
  • biopsia: un estudio de una muestra de tejido tomada de los bronquios o los pulmones, que le permite determinar si esta neoplasia es benigna o maligna.

Si es necesario, otros especialistas participan en el examen: un neumólogo, un alergólogo, un oncólogo, etc. Y solo después de recibir todos los datos del examen, el médico llega a una conclusión final sobre la naturaleza de la enfermedad y la necesidad de colocar al paciente en un hospital.

Características del tratamiento

Como ves, los motivos por los que pueden aparecer las sibilancias y la tos son tan variados que en principio no existe una receta universal para su tratamiento. Por eso es tan importante un diagnóstico realizado por un profesional. Es necesario tratar no las sibilancias, sino la enfermedad subyacente. Y dado que la mayoría de ellos son graves, es mejor no automedicarse.

Los remedios populares en este caso solo pueden ser auxiliares. En presencia de enfermedades crónicas, infecciones, secreción purulenta, solo la terapia con medicamentos correctamente seleccionada será efectiva. Incluye medicamentos de varios grupos que, al interactuar, mejoran las propiedades entre sí y previenen la aparición de efectos secundarios:

  • antibióticos: no puede prescindir de ellos para la bronquitis, neumonía, absceso pulmonar, desencadenado por ARVI;
  • antihistamínicos: ayudan bien con la tos alérgica y alivian los ataques de asma bronquial, previenen una reacción alérgica a los antibióticos;
  • medicamentos broncodilatadores: se recetan para el broncoespasmo, el estrechamiento de la luz de los bronquios, para facilitar la tos con grandes acumulaciones de moco;
  • agentes mucolíticos: licúan la flema y facilitan la tos, convierten la tos seca y ladrido en tos productiva, eficaz para la bronquitis, neumonía, traqueítis;
  • medicamentos antipiréticos: se prescriben sintomáticamente cuando la temperatura corporal supera los 38.5OC, tan pronto como disminuye de manera constante, este tipo de medicamento se cancela.

No se prescriben agentes antivirales para las sibilancias. Son efectivos solo en las primeras 72 horas después del inicio de la enfermedad, y durante este tiempo la enfermedad no tiene tiempo de desarrollarse hasta tal punto que una persona comienza a respirar con dificultad. Por lo tanto, tiene sentido comenzar a tomarlos por su cuenta, como prevención del desarrollo de enfermedades respiratorias graves.

Una parte integral del tratamiento son las gárgaras regulares, para las cuales puede usar una solución salina, decocciones de plantas medicinales o preparaciones farmacéuticas preparadas. Haga gárgaras al menos 4-5 veces al día. Calma el revestimiento laríngeo irritado, hidrata y alivia la inflamación.

Es especialmente importante enjuagarse la boca con frecuencia cuando el esputo está tosiendo activamente. Evita la propagación de la infección en la cavidad bucal y el retorno de la mucosidad a los bronquios. Para el mismo propósito, puede tratar la garganta con soluciones antisépticas: clorofilipt, furacilina, etc.

Inhalación y calentamiento

La inhalación siempre alivia la tos. Si las sibilancias son superficiales, las inhalaciones de vapor son útiles. Con sibilancias profundas, cuando es necesario curar los bronquios inferiores y los pulmones, el mejor efecto será después de usar un nebulizador. Este dispositivo convierte una mezcla de fármaco diluido en una solución finamente dispersa, cuyas partículas microminizadas pueden penetrar muy profundamente y permanecer en la membrana mucosa y en los alvéolos.

El calentamiento debe tratarse con precaución. En algunas enfermedades, está categóricamente contraindicado: edema y absceso del pulmón, tuberculosis, etc. Por lo tanto, al menos uno no puede prescribirse procedimientos térmicos hasta que se realice el diagnóstico final. Para el período de diagnóstico, es aconsejable limitarnos a las inhalaciones solo.

Pero si no hay contraindicaciones médicas, los pulmones y los bronquios se pueden calentar con varios métodos caseros: tiritas de mostaza, envolturas, compresas, parafina.

Si existe la oportunidad de visitar la clínica, se utilizan electroforesis, UHF y calentamiento por láser según las indicaciones de un médico. El curso del tratamiento es de 5 a 10 procedimientos, después de lo cual generalmente ocurre una mejora notable.

Prevención de las sibilancias

Una tos sibilante es mucho más difícil de curar que una tos seca o húmeda normal. Por tanto, es recomendable hacer todo lo posible para evitar que se produzca. A veces, las medidas preventivas estándar son suficientes:

  • dejar de fumar y otros malos hábitos;
  • cuando trabaje en industrias "dañinas", utilice equipo de protección personal;
  • comience el tratamiento de la tos con remedios caseros en los primeros días después de su aparición;
  • asegúrese de consultar a un médico si la causa de su tos no está clara para usted;
  • busque ayuda profesional a tiempo si después de 3-4 días de tratamiento en el hogar la condición no mejora y la tos no se debilita;
  • mantener la limpieza en las áreas de trabajo y vivienda, controlar la temperatura y la humedad del aire;
  • hacer profilaxis antifúngica y limpiar el aire acondicionado con regularidad;
  • prevenir la aparición y más aún la acumulación de moho en la casa;
  • inspeccione la habitación al menos una vez cada 2-3 meses para detectar la presencia de posibles alérgenos e irritantes;
  • No fume usted mismo y no permita que los invitados lo hagan en el apartamento y en las instalaciones de trabajo.

Es igualmente importante comer bien y fortalecer regularmente el sistema inmunológico. La dieta debe contener frutas y verduras frescas, cítricos, mariscos. Aportan al organismo vitaminas y minerales esenciales.

Intente pasar al menos una hora al día al aire libre, preferiblemente en movimiento (caminar, trotar, juegos deportivos). Y lo principal es no iniciar la enfermedad y no automedicarse, ya que esto a menudo conduce a complicaciones graves y consecuencias impredecibles.