Tratamiento de garganta

Técnica de crioterapia de amígdalas para el dolor de garganta.

La crioterapia de las amígdalas es un procedimiento fisioterapéutico mínimamente invasivo durante el cual los tejidos linfoides se exponen a nitrógeno líquido enfriado a -130 o -150 ° C.

El tratamiento quirúrgico de las enfermedades otorrinolaringológicas estimula los procesos respiratorios en las amígdalas, lo que conduce a la restauración de las funciones de los órganos o su necrotización.

La terapia sin sangre prácticamente no causa molestias, por lo que se usa para tratar la hipertrofia de las amígdalas palatinas, no solo en adultos, sino también en niños. El tratamiento local de los tejidos con nitrógeno líquido permite la extirpación total o parcial de las amígdalas. La crioterapia se utiliza para eliminar amigdalitis crónica, faringitis, adenoiditis, sinusitis, hemorragias, etc.

La esencia de la técnica

Crioterapia de las amígdalas: terapia de la inflamación local en la orofaringe mediante la acción del nitrógeno líquido. El gas, cuya temperatura es de -195,75 ° C, no es tóxico, lo que hizo posible su uso con fines medicinales para realizar una "terapia de choque". El nitrógeno líquido se almacena en tanques criogénicos especiales o Dewars con sellado externo. Durante la cauterización de las amígdalas, el gas se suministra utilizando un crioaplicador especial, que le permite regular el área de congelación de los tejidos linfoides.

¿Cuál es el beneficio de criocongelar las amígdalas?

  • restaura las funciones hematopoyéticas y protectoras de las glándulas;
  • normaliza la función inmunológica de los órganos;
  • destruye focos de inflamación y flora patógena;
  • activa los procesos de drenaje de las amígdalas;
  • elimina los cambios cicatriciales en los tejidos provocados por la inflamación.

Un procedimiento poco traumático le permite detener los procesos patológicos en los órganos ENT y prevenir el desarrollo de complicaciones sistémicas. Las temperaturas críticamente bajas tienen un efecto perjudicial sobre las bacterias, hongos y virus patógenos, lo que contribuye a su destrucción. La congelación de las glándulas conduce a la necrotización de los tejidos afectados por la inflamación, como resultado de lo cual se desencadenan procesos de regeneración en el cuerpo. Por lo tanto, se restauran las funciones de las amígdalas palatinas, lo que contribuye a un aumento de la inmunidad local y general.

Características del procedimiento.

La eliminación de focos de inflamación con nitrógeno líquido rara vez causa reacciones secundarias, debido a la ausencia de superficies abiertas de la herida. Después de la terapia, las áreas sanas de las amígdalas permanecen intactas, por lo que los tejidos linfoides continúan sintetizando inmunoglobulina. La operación en sí es la siguiente:

  1. la orofaringe se trata con una solución antiséptica para prevenir la inflamación del tejido infeccioso;
  2. las áreas afectadas de las glándulas se tratan con un anestésico local, lo que permite aliviar el dolor durante la congelación de los tejidos dañados;
  3. el aplicador criogénico se dirige a los focos de inflamación, después de lo cual las amígdalas se congelan durante 1-2 minutos.

Para prevenir la inflamación séptica, la orofaringe debe enjuagarse con soluciones antisépticas Miramistin, Aseptolin, Aquazan durante 1-2 semanas.

En el segundo día después de la crioterapia, se forma una placa blanca (filamentos de fibrina) en las áreas tratadas de las amígdalas, lo que indica el rechazo del tejido muerto. La regeneración completa de las formaciones linfoides demora entre 10 y 14 días, durante los cuales es recomendable realizar procedimientos de desinfección al menos 3 veces al día.

Tipos de crioterapia

La congelación de amígdalas es un procedimiento médico durante el cual los tejidos afectados por la inflamación se restauran o mueren por completo. El efecto terapéutico de la crioterapia está determinado por la intensidad del efecto del nitrógeno líquido en las amígdalas palatinas. En este sentido, existen dos tipos de criocongelación:

  1. crioterapia regenerativa: un efecto relativamente débil en las amígdalas con nitrógeno líquido, que estimula los procesos de regeneración, lo que contribuye a la reabsorción de infiltrados y la epitelización de los tejidos linfoides;
  2. La criodestrucción de las amígdalas es un efecto intenso sobre las amígdalas con temperaturas ultrabajas, lo que conduce a la necrosis tisular.

La terapia regenerativa se utiliza en las etapas iniciales del desarrollo de procesos catarrales en las lagunas de las amígdalas. El procedimiento terapéutico restaura el funcionamiento de tejidos con morfología alterada, que se debe a la estimulación de procesos redox en las células.

La crioterapia suave le permite destruir completamente los focos de inflamación crónica en las glándulas y al mismo tiempo preservar los órganos emparejados.

El curso mínimo de crioterapia es de aproximadamente 2 meses, durante los cuales el paciente se somete a 3-4 sesiones de congelación de amígdalas.

La criodestrucción de amígdalas se utiliza principalmente para la eliminación parcial o completa de formaciones linfoides. Es aconsejable aplicar un método de tratamiento más radical en caso de complicaciones locales o sistémicas graves.

Indicaciones y contraindicaciones.

La congelación de las amígdalas con nitrógeno líquido es uno de los métodos fisioterapéuticos más seguros para tratar enfermedades infecciosas. Sin embargo, la crioterapia, como muchos métodos modernos de amigdalotomía, tiene sus propias indicaciones y contraindicaciones de uso. Las indicaciones absolutas de fisioterapia son:

  • amigdalitis crónica;
  • hipertrofia de las amígdalas palatinas;
  • curso complicado de angina;
  • tendencia a reacciones alérgicas;
  • la presencia de complicaciones sistémicas.

La cauterización de los tejidos linfoides con nitrógeno líquido prácticamente no causa reacciones secundarias, pero tiene varias contraindicaciones:

  • alergia al frío;
  • el embarazo;
  • hipertensión severa;
  • Enfermedad de la sangre;
  • insuficiencia cardiovascular.

Para que la congelación de las amígdalas no provoque un deterioro en la salud, el paciente debe pasar todas las pruebas necesarias antes del procedimiento. En ausencia de contraindicaciones directas, el especialista hablará sobre posibles complicaciones después de la crioterapia, que en la mayoría de los casos surgen debido al incumplimiento de las reglas del programa de rehabilitación.

Ventajas y desventajas

La efectividad de la crioterapia se debe a la capacidad de preservar la mayor parte de las formaciones linfoides, lo que evita una disminución de la inmunidad local. La exposición al frío a áreas locales de inflamación previene el desarrollo de amigdalitis, faringitis, neumonía, laringitis y otras patologías otorrinolaringológicas. Los beneficios de tratar las amígdalas con temperaturas críticamente bajas incluyen:

  • ausencia de síndrome de dolor;
  • falta de sangre de la terapia;
  • rehabilitación rápida;
  • sin necesidad de hospitalización;
  • la posibilidad de extirpación parcial de las amígdalas;
  • Bajos riesgos de recurrencia de la inflamación.

La fisioterapia generalmente se realiza con anestesia local de forma ambulatoria. La duración de todo el procedimiento es de un máximo de 15-20 minutos, teniendo en cuenta las medidas preparatorias (higiene de garganta, anestesia).

La crioterapia regenerativa prácticamente no tiene restricciones de edad, lo que permite utilizar nitrógeno líquido para el tratamiento de niños en edad preescolar.

Un procedimiento mínimamente invasivo puede provocar efectos desagradables. En particular, durante el rechazo de los tejidos necróticos en la boca, se produce un olor desagradable que puede afectar la percepción del gusto y el apetito. En los dos primeros días después de la congelación de las amígdalas, se sienten dolores menores, que pueden eliminarse fácilmente con la ayuda de los analgésicos tradicionales "Panadol", "Nurofen", "Akofil", etc.