Enfermedades del oído

Cera de oído

La cera del oído es una sustancia especial que se acumula dentro del canal auditivo. Su composición es multicomponente, pero se basa en una secreción líquida, que se forma principalmente a partir de las células que recubren el canal. La sustancia sulfúrica ayuda a limpiar y desinfectar eficazmente la parte externa del oído. Si todo está en orden, se evacua regularmente debido al latido rítmico de los cilios celulares que recubren el canal auditivo, así como al movimiento de algunos de los huesos de la mandíbula.

Tanto un exceso como una cantidad insuficiente de esta sustancia indican la presencia de ciertos trastornos en el funcionamiento del cuerpo, o indica que las medidas higiénicas se llevan a cabo incorrectamente. La cera también sirve como un humectante ideal para la piel fina del canal auditivo. Por lo tanto, en caso de desviaciones de la norma, una persona comienza a sentirse incómoda.

¿Por qué se forma azufre en los oídos?

¿De dónde viene la cera del oído? Las partes externas del oído contienen glándulas llamadas azufre. Por lo tanto, asumen toda la responsabilidad de la producción de este secreto tan necesario. Cada oído tiene alrededor de 2000 de estos microorganismos. Si funcionan correctamente, producen aproximadamente 15 mg de azufre por mes. Sin embargo, cabe señalar que hoy en día no existen normas cuantitativas claras. La cantidad de azufre producida es directamente proporcional a las características individuales de una persona.

El oído es un órgano extremadamente delicado y muy sensible a todo tipo de efectos adversos. Es por esta razón que aparece una sustancia sulfúrica en los oídos, que protege la salud y, en consecuencia, asegura el pleno funcionamiento del órgano auditivo.

¿Por qué se necesita cerumen específicamente? Entonces, la cera para los oídos realiza las siguientes funciones:

  • protector;
  • lubricante;
  • hidratante;
  • limpieza.

Todos ellos son muy importantes para mantener el oído en buen estado de funcionamiento. La violación de al menos uno de ellos conlleva ciertos problemas, para cuya solución debe comunicarse con un otorrinolaringólogo.

La composición del secreto

El secreto que producen las glándulas de azufre incluye proteínas, varias sustancias similares a las grasas (entre las principales se encuentran el colesterol, lanosterol y escualeno), sales minerales y ácidos grasos. Se trata de cerumen, cuya composición también se complementa con células muertas de la piel, fragmentos de pelos que cubren el canal auditivo y sebo secretado por la piel.

La sustancia sulfúrica es pegajosa y viscosa. Por lo tanto, hace un excelente trabajo atrapando objetos extraños que ingresan al oído: bacterias dañinas, partículas de polvo y otros contaminantes. Entonces el secreto los arroja libremente del pabellón auricular.

Como se mencionó anteriormente, el azufre tiene una función protectora. Sin embargo, no se limita solo a sus características físicas. Esta sustancia es ligeramente ácida (el pH es de 4-5 unidades). Esto es suficiente para suprimir eficazmente el desarrollo de hongos y bacterias patógenas.

Por cierto, la acción bactericida de la secreción está asegurada por la lisozima y las inmunoglobulinas que contiene, que también forman parte del cerumen.

Color y consistencia del azufre

La norma es cera de oído marrón, que tiene la consistencia de una pasta, prácticamente inodoro. A veces los criterios cambian, pero no van más allá de la denominada norma fisiológica. Sin embargo, en general, tales cambios indican una enfermedad incipiente. Por ejemplo, el oscurecimiento de la materia azufrada puede estar relacionado con el síndrome de Randu-Osler. Esta es una enfermedad hereditaria caracterizada por trastornos en el tejido vascular. Este síntoma debe ser especialmente alertado si se acompaña de hemorragias nasales. En este caso, la cera marrón de las orejas se vuelve cada vez más oscura.

Si algo anda mal con el órgano de la audición, el azufre puede tener los siguientes colores:

  • Amarillo. Lo más probable es que se trate del desarrollo de un proceso purulento. El secreto puede ser de color amarillo lechoso y contener coágulos blancos. Como regla general, el azufre amarillo está "agrupado" con debilidad general, ganglios linfáticos agrandados y fiebre alta.
  • Gris. La razón del color gris del secreto con mayor frecuencia radica en la entrada de polvo ordinario en el canal auditivo. El embotamiento en los oídos a menudo aparece entre los residentes de las megalópolis o constantemente soplado por los vientos de la zona de la estepa. Si no hay síntomas acompañantes, no hay razón para preocuparse.
  • Negro. Si el azufre de repente se vuelve negro, significa que tiene coágulos de sangre. Si la tinción ocurrió solo una vez y fue causada por contaminación, no debe preocuparse. La segunda razón del ennegrecimiento del secreto es el desarrollo de otomicosis. Las esporas de hongos dañinos dan este color a la sustancia azufrada. Es cierto que la persona también está preocupada por la picazón incesante y severa.
  • Blanco. Este color indica que el cuerpo tiene deficiencia de una serie de sustancias importantes (al menos cobre o hierro). Si el blanqueamiento con azufre está asociado con signos de hipovitaminosis, este problema se puede resolver fácilmente tomando preparaciones complejas de vitaminas.

La consistencia se distingue:

  • Líquido. Si la cera sale de los oídos, esto puede ser evidencia de un proceso inflamatorio en desarrollo. Pero en algunos casos, la cera líquida en los oídos es el resultado de una lesión.
  • Seco. Este tipo de secreción es típico de las enfermedades dermatológicas. Además, el azufre seco puede indicar una falta de grasa en los alimentos consumidos. Después de todo, solo forman la base de la sustancia sulfúrica. La consistencia normal se recupera después de realizar los ajustes adecuados en la dieta.

Resumamos

Ahora, creo, está claro por qué hay azufre en los oídos, cómo aparece allí y qué papel juega. Sabiendo esto, muchos dejarán de empuñar diligentemente hisopos de algodón para limpiarlo del pasillo. Después de todo, resulta que puede privar a su órgano de audición de una protección natural confiable. Es cierto que esto no significa en absoluto que pueda rechazar la higiene. La falta de un cuidado adecuado de la aurícula (así como su exceso) conducirá a la formación de tapones de azufre y obstrucción del oído.