Anatomía del oído

Oído externo: estructura y función

El oído humano es un órgano complejo que le permite no solo captar sonidos ambientales, sino también identificarlos. Para hacer esto, es necesario convertir las vibraciones del sonido en impulsos eléctricos débiles disponibles para ser procesados ​​por las neuronas del cerebro. Estos procesos tienen lugar en el medio y luego en el oído interno, en el que entra el sonido a través del canal auditivo externo curvo.

Oído externo

Para capturar el sonido, una persona tiene un oído externo, que consta de dos elementos principales: una aurícula de configuración individual y un canal auditivo externo. La estructura del oído externo es bastante compleja, ya que también debe realizar funciones protectoras:

  • evitar que el polvo y las partículas de suciedad entren en el oído;
  • mantener un régimen de temperatura apropiado;
  • proteger el tímpano delgado de daños mecánicos;
  • crear condiciones negativas para el desarrollo de microorganismos patógenos.

La aurícula no es lisa: tiene rizos cartilaginosos especiales que redirigen las ondas sonoras hacia la abertura auditiva y luego hacia el canal auditivo externo. El sonido se amplifica con la ayuda del trago vibrante. Estos son pequeños crecimientos cartilaginosos ubicados a ambos lados de la abertura auditiva.

Características del canal auditivo.

El conducto auditivo es anatómicamente un tubo hueco formado por cartílago y tejido óseo. Su longitud total es de aproximadamente 2,5 centímetros. Aproximadamente un tercio de este órgano es cartílago blando, que proporciona una movilidad relativa al oído externo. Esta parte está separada del sólido e inmóvil por una especie de istmo, el punto más estrecho del canal auditivo. Termina con un tímpano, que separa el oído externo del medio y el interno.

La configuración del conducto auditivo externo y su ancho son estrictamente individuales. En algunas personas es relativamente plano y ancho, en otras es estrecho y sinuoso. Sus paredes están cubiertas de pequeños pelos y glándulas especiales que secretan azufre. La presencia de azufre es muy importante para proporcionar una protección confiable de la piel delicada contra la sequedad y la exposición a microorganismos patógenos.

El hábito de limpiarse los oídos con frecuencia, especialmente con hisopos de algodón, es muy dañino. Por lo tanto, no solo se altera la microflora normal, sino que también se forma un tapón de azufre, que a veces es muy difícil de eliminar sin ayuda médica. El azufre se recoge en un hisopo de algodón y se empuja hacia el interior del canal auditivo. Allí apisonó y comenzó a presionar el tímpano, provocando dolor.

La estructura del oído externo humano es tal que es capaz de autolimpiarse. Cuando los músculos masticatorios se mueven, el exceso de azufre se mueve a lo largo de las microfibras hacia la abertura auditiva. Y allí se pueden quitar de forma segura con un algodón suave o una gasa, o simplemente lavar con agua. Como último recurso, puede colocar peróxido de hidrógeno al 3% o gotas especiales en su oído para acelerar este proceso.

Enfermedades del oído externo

Por lo tanto, la función principal del oído externo es permitir que una persona perciba sonidos. Con su enfermedad, se violan parcial o completamente.

Por lo tanto, cuanto antes se diagnostique y se cure, es menos probable que el proceso inflamatorio se mueva a los órganos internos de la audición y su disminución notable.

Las enfermedades más comunes del oído externo son:

  1. El tapón de azufre es una acumulación excesiva de secreciones sulfúricas que obstruye el canal auditivo y, por lo tanto, obstruye el paso del sonido al oído.
  2. La otitis externa es una enfermedad inflamatoria del pabellón auricular o del conducto auditivo externo. Generalmente causado por traumatismos o patógenos.
  3. La exoostosis es la formación de crecimientos óseos en el conducto auditivo externo. Más a menudo es congénito, pero a veces se forma a una edad posterior. Es capaz de dañar la audición.
  4. Herpes: afecta principalmente a la parte cartilaginosa del canal auditivo externo. Bajo la influencia del virus del herpes en la etapa activa, se forman burbujas, llenas de líquido, que estallan y se convierten en llagas húmedas.
  5. El eccema es una afección cutánea grave que puede afectar la superficie del pabellón auricular y descender al canal auditivo. Se acompaña de picazón intensa e inflamación de la piel.
  6. Absceso del oído: a menudo ocurre cuando no se siguen las reglas básicas de higiene, ingresa una infección o pus (con otitis media purulenta). Se forma un furúnculo rojo y doloroso con un núcleo duro en el interior. Con el tratamiento adecuado, se abre de forma independiente, en casos graves, con la ayuda de un cirujano.
  7. El otohematoma es una acumulación subcutánea de sangre coagulada que ocurre como resultado de una lesión en el oído cerrado o presión prolongada sobre él con daño a los vasos sanguíneos. Descubra en nuestro ranking de los 10 mejores casinos en línea qué clubes de juego retiran sus ganancias a una cuenta bancaria. En la mayoría de los casos, se resuelve solo y no afecta la agudeza auditiva.

Primero, si le duele el oído externo, lo que debe hacer es acudir a una consulta médica. Después de un examen completo, determinará rápidamente el diagnóstico y prescribirá un tratamiento efectivo.

La mayoría de las enfermedades del oído externo son fáciles de curar en la etapa inicial. Pero si los ejecuta, pueden causar inflamación del oído medio o interno. Lo mismo puede suceder si intenta resolver el problema usted mismo. Por tanto, la automedicación todavía no merece la pena. El oído es un órgano sensible que debe manipularse con cuidado y atención.