Cardiología

Características del pulso en pacientes con y después de un ataque cardíaco.

Las enfermedades cardíacas se acompañan de cambios en todos los órganos y sistemas, ya que se altera el suministro adecuado de sangre a los tejidos. Una de las patologías más frecuentes y graves es el infarto de miocardio, que provoca una disminución de la función contráctil del corazón. Los cambios irreversibles afectan notablemente el nivel de vida de las personas y aumentan el riesgo de complicaciones. Para el control dinámico del estado general y la prevención de episodios agudos, es necesario saber cuál debe ser el pulso después de un ataque cardíaco, sus indicadores cualitativos y cuantitativos.

¿Por qué el pulso es un parámetro importante en estos pacientes?

Para una evaluación objetiva de la función contráctil del corazón, se utilizan métodos instrumentales, sin embargo, en la vida cotidiana, la opción más simple y accesible es el análisis del pulso en las arterias periféricas. La onda de pulso se mueve desde la aorta hasta las partes distales de las extremidades inferiores, lo que ayuda a evaluar el suministro de sangre en diferentes partes del cuerpo.

Analice el pulso mediante los siguientes indicadores:

  • frecuencia;
  • ritmo;
  • amplitud (fuerza);
  • relleno;
  • Voltaje.

El infarto de miocardio se acompaña de necrosis (muerte) partes de las fibras musculares del corazón y reemplazo con tejido conectivo cicatricial, que no es capaz de contraerse. Una disminución en el área de trabajo de un órgano conduce a cambios en la frecuencia del pulso en el infarto de miocardio. Por su naturaleza, se determina el grado de compensación y la capacidad de reserva del corazón. Al realizar un seguimiento de la frecuencia cardíaca, es fácil predecir la cantidad de oxígeno que necesita el cuerpo, que debe compararse con las capacidades del músculo.

Por esta razón, la frecuencia cardíaca es uno de los parámetros clave del sistema cardiovascular antes, durante y después de un ataque cardíaco: un indicador similar determina la calidad y cantidad de apoyo energético para el miocardio.

Características y propiedades del latido del corazón en un infarto.

Los indicadores cualitativos y cuantitativos del pulso en pacientes dependen de la ubicación y el tamaño de la lesión. La pulsación de la arteria radial cambia levemente con variantes focales o subendocárdicas de las lesiones del músculo cardíaco. El infarto transmural ("trans" - a través, "murus" - pared) se caracteriza por una violación significativa de la hemodinámica.

Los principales cambios en las propiedades de la circulación sanguínea se realizan mediante una disminución de la calidad (fracción de eyección baja) y un aumento en los indicadores cuantitativos.

Un pulso bajo con un ataque cardíaco se caracteriza por:

  • pequeña amplitud de la onda del pulso;
  • llenado lento de la arteria;
  • tensión insuficiente de la pared vascular.

Estos cambios ocurren debido a una disminución en la fuerza contráctil del miocardio, con la ayuda de la cual la sangre es "expulsada" de la cavidad del ventrículo izquierdo. Cuanto menor sea el área afectada, mayor será la frecuencia cardíaca.

Un latido cardíaco acelerado en el infarto de miocardio (taquicardia) es una reacción compensadora. La activación del mecanismo es proporcionada por una violación del equilibrio ácido-base de la sangre: una deficiencia de oxígeno y nutrientes causa una disfunción de los procesos metabólicos, como resultado de lo cual se acumulan metabolitos no oxidados. La irritación de los quimiorreceptores en la pared vascular activa los centros del cerebro, aumentando la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

¿Qué es la frecuencia submáxima?

Durante el período de rehabilitación, a los pacientes cardiológicos se les recomiendan ejercicios no intensivos (caminar, trotar), que se caracterizan por una carga predominante en el corazón, mejorando los parámetros hemodinámicos y restaurando las funciones corporales.

Al seleccionar la intensidad de los ejercicios en el proceso de rehabilitación, los especialistas en fisioterapia utilizan los indicadores interrelacionados de frecuencia cardíaca submáxima y baja potencia aeróbica:

  • la potencia aeróbica baja determina el nivel de carga al que se consume menos del 50% de oxígeno (en comparación con el máximo);
  • la característica del pulso submáximo expresa la frecuencia cardíaca, en la que los sistemas reguladores se tensan dentro de las normas fisiológicas, sin alteración de la compensación.

El valor de la frecuencia submáxima de las contracciones en los pacientes depende del tiempo transcurrido después de un ataque cardíaco, el estado de los pacientes, la edad y el sexo (el miocardio de los hombres jóvenes sin patologías aumenta la fuerza y ​​la resistencia a una frecuencia de 170 latidos por minuto; para una mujer de 60 años, 3 meses después de un ataque cardíaco, este valor es 90-120 accidentes cerebrovasculares).

¿Cómo arreglar la situación y lograr los indicadores requeridos?

Es necesario un parámetro de pulso satisfactorio después de un infarto de miocardio para reducir la carga excesiva sobre las fibras musculares dañadas y crear las condiciones para un suministro de sangre adecuado a los órganos y tejidos. Las reacciones compensatorias de la contracción de los músculos de la pared vascular y el ritmo cardíaco rápido aseguran un funcionamiento normal con una recuperación ideal. Sin embargo, la patología concomitante, la terapia irracional, la rehabilitación tardía o inadecuada interrumpen el proceso de recuperación y adaptación del corazón para trabajar en nuevas condiciones.

En base a esto, el pulso se considera un indicador importante del período de recuperación. Corrige la frecuencia y la fuerza del llenado de sangre de los tejidos con la ayuda de una combinación compleja de métodos de terapia con y sin medicamentos.

Tomando medicamentos

La frecuencia cardíaca después de un ataque cardíaco cambia en ambas direcciones. La taquicardia es una reacción fisiológica normal del miocardio durante el período de adaptación. Sin embargo, es necesaria una monitorización cuidadosa de los parámetros del pulso, ya que superar el valor submáximo desarrolla un ataque isquémico repetido.

Para reducir la frecuencia cardíaca, se usan los siguientes medicamentos:

  • bloqueadores beta: Bisoprolol, metoprolol, carvedilol;
  • bloqueadores de los canales de sodio: Ritmonorm, alapinina;
  • glucósidos cardíacos: Digoxina, Korglikon;
  • bloqueadores de los canales de potasio: "Kordaron", "Sadogeksal";
  • sedantes: "Novo-Passit", extracto de valeriana.

La bradicardia es una disminución de la frecuencia cardíaca durante un ataque cardíaco, lo que indica el desarrollo de una descompensación de las funciones del sistema cardiovascular. Las consecuencias de esta condición son la inanición aguda o crónica de sistemas y órganos, principalmente el miocardio.

Para la corrección de la bradicardia con medicamentos, use:

  • bloqueadores del receptor de colina: "Atropina";
  • beta-adrenomiméticos: Izadrin, isoprenalina;
  • estimulantes: "Benzoato de sodio y cafeína", "Askofen", "Citramon" (no recetado para uso prolongado);
  • fitopreparados: Gotas de zelenina, tintura de espino.

El médico prescribe medicamentos después de examinar al paciente.

Corrección de estilo de vida

Los métodos no farmacológicos determinan el 90% de la efectividad de la rehabilitación postinfarto de los pacientes. La modificación del estilo de vida elimina las alteraciones del ritmo mediante un efecto complejo sobre la regulación neurohumoral.

Se aconseja a los pacientes que:

  1. Deshazte de los malos hábitos - beber y fumar. La nicotina de los cigarrillos aumenta la presión arterial, lo que ejerce una presión adicional sobre el corazón.
  2. Pierde el exceso de peso. Un aumento en el porcentaje de tejido adiposo requiere un suministro de sangre adicional.
  3. Come sabiamente. La dieta de los pacientes cardíacos contiene una gran cantidad de proteínas (carne, pescado, productos lácteos fermentados), carbohidratos complejos (cereales, legumbres, patatas), vitaminas y minerales (frutas frescas y secas, verduras). Limite el uso de sal, alimentos grasos y fritos.Excluya el café y el té fuerte. El requerimiento humano diario de energía es de 2500 kcal.
  4. Actividad física - Los ejercicios matutinos, la natación, el jogging aumentan el tono general de los músculos y restauran las funciones del corazón más rápidamente.

Síntomas y complicaciones de alerta

El infarto de miocardio en los primeros meses de rehabilitación se acompaña de un pulso de alta frecuencia y baja amplitud, que son provocados por la presencia de un defecto en el tejido muscular del corazón. La monitorización de la frecuencia cardíaca se realiza para prevenir complicaciones.

El valor de la frecuencia del pulso caracteriza la reacción del sistema de conducción cardíaca a los cambios en el porcentaje de oxígeno en los tejidos. Los latidos cardíacos frecuentes patológicos después de un ataque cardíaco se acompañan de los siguientes síntomas clínicos:

  • dolor en la región del corazón;
  • dificultad para respirar;
  • cianosis o enrojecimiento de la piel;
  • Edema periférico;
  • violación de la conciencia.

Tales condiciones son causadas por un ataque isquémico repetido, insuficiencia cardíaca aguda u otras razones.

La derrota de una parte significativa del miocardio se acompaña de una expansión de la cavidad cardíaca y alteraciones en el ritmo de las contracciones. Un aumento en el volumen de las cámaras de un órgano con hipocinesia se caracteriza por el desarrollo de trombos (coágulos de sangre) en el área de función contráctil reducida. La fibrilación auricular contribuye a su desprendimiento de las paredes del corazón y al movimiento a lo largo del torrente sanguíneo. El accidente cerebrovascular es una de las complicaciones que se produce como resultado de la obstrucción de las arterias del cerebro por un trombo.

Conclusiones

Los cambios en los indicadores cualitativos y cuantitativos del pulso en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio es una característica importante del proceso de recuperación. Corrige las alteraciones del ritmo en estos pacientes con fármacos en combinación con cambios en el estilo de vida.

La actitud responsable de los pacientes hacia la salud y la monitorización periódica de las características de la frecuencia cardíaca ayudan a rehabilitar y diagnosticar posibles complicaciones en las primeras etapas.