Cardiología

El uso de fármacos antiarrítmicos para la extrasístole.

Las alteraciones del ritmo y la conducción pertenecen a los signos característicos de la patología cardiovascular. La aparición de sensaciones de interrupciones en el trabajo del corazón, aumento de los latidos del corazón y desvanecimiento son los síntomas básicos de las arritmias. El grado y el tipo de trastorno determina otros cambios hemodinámicos, ya que no todas las alteraciones del ritmo requieren corrección médica o quirúrgica. La extrasístole es uno de los fenómenos más comunes que ocurren incluso en personas sanas. Un grado grave de patología de la excitabilidad del corazón requiere el uso de medicamentos especiales para prevenir complicaciones, incluidas las antiarrítmicas.

¿Qué medicamentos se usan para la extrasístole?

La extrasístole se denomina formación extraordinaria de un impulso de un nódulo sinusal u otro foco ectópico. La aparición del fenómeno se asocia con una mayor actividad de fuentes secundarias de señales y un debilitamiento del marcapasos normal (después de un ataque cardíaco, miocarditis, con efectos secundarios por el uso de glucósidos).

En personas sanas se registran hasta 100 extrasístoles durante el día, que no afectan el funcionamiento del sistema cardiovascular y no empeoran la calidad de vida.

Los medicamentos antiarrítmicos (AAP) con extrasístole se prescriben teniendo en cuenta las características del foco de excitación patológica. Dependiendo de la fuente del impulso, se dividen las extrasístoles supraventriculares (auriculares y auriculoventriculares) y ventriculares. Existen clases especiales de medicamentos antiarrítmicos para el tratamiento de violaciones de la actividad eléctrica del músculo cardíaco:

  1. Ia - inhibición de la conducción de señales ("Quinidina", "Ritmilen"). Se utilizan para eliminar impulsos patológicos de todas las partes del sistema de conducción cardíaca.
  2. IV - "Lidocaína", "Maxaritmo". Tiene un efecto selectivo sobre las arritmias ventriculares.
  3. Іс - "Etatsizin", "Propanorm". Afecta a todas las partes del sistema de conducción cardíaca alargando el tiempo de tránsito del pulso y un efecto mínimo en el tiempo de recuperación del miocardio. Se utilizan para tratar la fibrilación auricular.
  4. II - betabloqueantes "Nebivolol", "Concor", "Carvedilol". Fármacos que tienen un efecto hipotensor, antiarrítmico y antifibrilador con un efecto predominante en el nódulo AV.
  5. III - "Amiodarona", "Cordaron". Fármacos que bloquean el transporte de potasio a través de sus canales. Se utiliza para tratar arritmias de diversos orígenes.
  6. IV - medicamentos que ralentizan la conducción del impulso desde la aurícula a los ventrículos ("Verapamil", "Diltiazem").

La presencia de indicaciones clínicas requiere una combinación de varios medicamentos para la extrasístole. Las asociaciones más comunes son:

  • Clase ІІ + Іа;
  • II + "Kordaron";
  • "Kordaron" + "Ritmilen";
  • "Kordaron" + "Propanorm";
  • "Verapamilo" + Ia (Ib);
  • II + "Propanorm".

Cuando comenzar el tratamiento

El registro en el electrocardiograma de contracciones extraordinarias del miocardio no siempre es una indicación para la corrección farmacológica de la arritmia. Los pacientes, por regla general, toleran bien la extrasístole, que no causa alteraciones hemodinámicas (especialmente supraventriculares). Recetar medicamentos teniendo en cuenta las comorbilidades del paciente, la presencia de un defecto cardíaco orgánico y el bienestar general.

Las principales indicaciones para el tratamiento de la extrasístole con fármacos antiarrítmicos:

  • curso progresivo de la patología (en dinámica hay un aumento en el número de extrasístoles);
  • clase alta de extrasístoles ventriculares (IVA, IVB, V según Lown): la necesidad de terapia viene dictada por un alto riesgo de desarrollar taquicardia maligna y fibrilación ventricular;
  • la presencia de más de 2 contracciones extraordinarias (alorritmia, "carreras cortas"), que se acompañan de signos de insuficiencia circulatoria: labilidad de la presión arterial, edema, mareos, cambios en las propiedades del pulso.

La extrasístole supraventricular se trata con medicamentos solo si existen indicaciones clínicas claras. En otros casos, la corrección se realiza modificando el estilo de vida y eliminando el factor etiológico. El fármaco, su dosis, frecuencia y duración del ingreso lo establece el cardiólogo, observando y controlando los parámetros electrofisiológicos del paciente.

Criterio de rendimiento

Controlar la adecuación de la selección de AAP para el tratamiento de la extrasístole según los criterios de Giace:

  • una disminución general del número de reducciones extraordinarias en un 70%;
  • reducir el número de extrasístoles emparejadas en un 90%;
  • ausencia de ataques de taquicardia ventricular.

Los cardiólogos en ejercicio creen que el criterio principal para la efectividad de la terapia es la mejora de la condición del paciente.

Contraindicaciones y efectos secundarios.

La prescripción generalizada de medicamentos para las arritmias se acompaña de un alto riesgo de efectos secundarios. El mecanismo de acción del agente determina las contraindicaciones y los principales efectos secundarios.

  1. Los betabloqueantes están contraindicados en pacientes con estenosis aórtica, bradicardia, diabetes mellitus, asma bronquial e hipotensión arterial. El uso de fármacos de este grupo puede provocar una disminución de la presión arterial, broncoespasmo, debilidad, alteración de la sensibilidad, dolores de cabeza y un aumento de los niveles de glucosa en sangre.
  2. La "amiodarona", de acuerdo con las instrucciones, está contraindicada en pacientes con alteración de la conducción auriculoventricular, síndrome del seno enfermo y bradicardia. Efectos secundarios de la droga: hipotensión severa, colapso y disminución de la frecuencia cardíaca.
  3. El "verapamilo" no se prescribe para pacientes en la etapa aguda de infarto de miocardio, con bloqueo auriculoventricular e insuficiencia cardíaca grave.
  4. "Propanorm" está contraindicado en bloqueos, insuficiencia cardíaca crónica no controlada, disfunción sistólica del ventrículo izquierdo, desequilibrio electrolítico y enfermedades bronco-obstructivas.

El uso de antiarrítmicos en caso de extrasístole requiere una terapia adicional con preparaciones de potasio (Panangin, Asparkam).

Conclusiones

Las extrasístoles supraventriculares pertenecen a arritmias seguras que no representan una amenaza para la vida humana. En la mayoría de los casos, el inicio del episodio se asocia con la activación del sistema simpatoadrenal y se corrige con sedantes. Los trastornos ventriculares de clase alta Lown se acompañan del riesgo de desarrollar arritmias fatales, por lo que requieren terapia farmacológica. El medicamento adecuadamente seleccionado para la extrasístole y su ingesta regular proporcionan una mejora en la calidad y longevidad del paciente.