Cardiología

Defectos cardíacos aórticos: tipos y síntomas en la auscultación

La cardiopatía aórtica es un trastorno de la estructura de la válvula aórtica. Como resultado, el flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo a la aorta disminuye, lo que finalmente conduce a trastornos hemodinámicos importantes y al desarrollo de insuficiencia cardíaca. Esta patología puede ser congénita (y a menudo se combina con otras anomalías de la embriogénesis) o adquirida. Sin embargo, en nuestro tiempo, la medicina es capaz de tratar eficazmente esta enfermedad sin consecuencias negativas para el paciente.

Razones para el desarrollo

Como ya se señaló, los defectos aórticos pueden ser congénitos y adquiridos.

En cuanto a las primeras opciones, rara vez es posible identificar una causa específica de la violación de la embriogénesis. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que toda mujer embarazada debe conocer:

  • malos hábitos (tabaquismo, alcoholismo);
  • enfermedades infecciosas (incluidas las "inofensivas" como la gripe);
  • tomando medicamentos;
  • fuerte estrés psicoemocional y físico;
  • medio ambiente contaminado;
  • Exámenes de rayos X.

En este caso, la patogenia de la enfermedad es la siguiente:

  • una solapa puede estar subdesarrollada;
  • se forma un agujero en una de las válvulas;
  • se forma una válvula bicúspide en lugar de una tricúspide.

Los defectos adquiridos generalmente se desarrollan como resultado de enfermedades pasadas.

Enfermedades infecciosas (sepsis, amigdalitis, sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual). En este caso, las bacterias, que ingresan al endocardio con el flujo sanguíneo, dañan la estructura de las válvulas.

Patologías autoinmunes (reumatismo, lupus eritematoso sistémico). El defecto se forma debido al hecho de que las células inmunes comienzan a atacar su propio cuerpo, en este caso, el tejido aórtico. Como resultado, se desarrolla un proceso degenerativo y se daña la válvula.

Aterosclerosis. Se desarrolla en los ancianos, mientras que las sales de calcio se depositan en las aletas de las válvulas y se forman placas. Como resultado, su movilidad se reduce.

Traumatismo de pecho. La razón es rara, pero aún se da. Las válvulas se deforman debido a la acción mecánica directa.

Cabe señalar que estos factores también pueden provocar el desarrollo de otros defectos, como el mitral (defecto de la válvula bicúspide) o el tricúspide.

Clasificación de infracciones

Hay dos grupos fundamentalmente diferentes de defectos de la válvula aórtica.

El primero incluye la estenosis de la válvula aórtica. Este término significa que las solapas han perdido su elasticidad y no pueden abrirse por completo. Existe una restricción debido a la cual los ventrículos no pueden empujar toda la sangre hacia la aorta.

También hay falla de la válvula. En un estado normal, después de permitir que la sangre fluya hacia la aorta, los colgajos se cierran para evitar el flujo de retorno al corazón (la llamada regurgitación). En patología, este mecanismo no funciona, queda un pequeño espacio entre las válvulas y parte de la sangre regresa a los ventrículos.

Es importante saber que estas formas se encuentran tanto de forma aislada como en forma de defecto combinado (mitral-aórtico). Suele haber un predominio de un defecto en alguna de las estructuras. La cardiopatía aórtica combinada es una combinación simultánea de insuficiencia y estenosis.

La falla se clasifica por el volumen de sangre que regresa al ventrículo izquierdo:

  • I grado - regurgita hasta un 15%;
  • II grado - 15-30%;
  • III grado - 30-50%;
  • Grado IV - más del 50%.

Manifestaciones clínicas

Es posible que las formas aisladas no aparezcan durante un período prolongado, mientras que un defecto cardíaco aórtico combinado da un cuadro clínico pronunciado.

Además, la sintomatología de la enfermedad depende del tipo de lesión. La patogenia de la estenosis se caracteriza principalmente por un aumento de la resistencia al flujo sanguíneo, que se manifiesta por los siguientes signos:

  • isquemia miocárdica (dolor opresivo en la región del corazón);
  • cardiopalmus;
  • dificultad para respirar, asma cardíaca;
  • mareo;
  • desmayo;
  • cianosis (decoloración azul) de las extremidades.

En caso de insuficiencia, el gasto cardíaco se reduce significativamente (debido al hecho de que parte de la sangre regresa). En este caso, se producen los siguientes síntomas:

  • taquicardia;
  • dolor en el corazón como angina de pecho;
  • hinchazón de las venas del cuello;
  • ruido en los oídos;
  • mareo;
  • dolor y pesadez en el hipocondrio derecho;
  • disnea

Diagnóstico

Debido a la imagen bastante vaga de la enfermedad, se debe realizar un examen completo para establecer con precisión la causa de la enfermedad. En primer lugar, el médico debe recopilar un historial detallado.

Métodos de diagnóstico físico (auscultación)

En el examen, se encuentran palidez de la piel, cianosis, aumento de la pulsación, hinchazón de las venas del cuello.

A la palpación (y en algunos casos visualmente), se determina una "joroba del corazón": una protuberancia de la pared torácica debido a la hipertrofia cardíaca.

Un síntoma específico de la estenosis es el "ronroneo sistólico felino". En este caso, hay un temblor de la pared torácica en la proyección del ventrículo izquierdo.

La percusión determina el aumento del tamaño del corazón.

Con la estenosis, hay una disminución predominante de la presión sistólica, con insuficiencia - diastólica.

La auscultación con estenosis está determinada por un soplo sistólico (debido al paso de sangre obstruido). La falla se caracteriza por ruido durante la diástole (ya que la regurgitación ocurre cuando los ventrículos se relajan).

Métodos instrumentales

La identificación de los signos anteriores requiere un examen más detenido. El "estándar de oro" en el diagnóstico de defectos valvulares es ECHO-KG con ecografía Doppler. Este método le permite estudiar en detalle la estructura y el trabajo del corazón. Se debe realizar un electrocardiograma y una radiografía de tórax.

En casos raros, con resultados inexactos, se realizan estudios adicionales mediante resonancia magnética, tomografía computarizada, angiografía.

Opciones de tratamiento para un paciente con defecto aórtico

En ausencia de síntomas y en estadios más leves, generalmente no se administra tratamiento. Se recomienda a los pacientes que se sometan a un examen adicional cada seis meses.

Tratamiento de drogas

La terapia conservadora no proporciona una recuperación completa de los pacientes con defectos aórticos. El objetivo del tratamiento farmacológico es solo mejorar los síntomas y prevenir complicaciones. Además, se recetan medicamentos en preparación para las operaciones.

En este caso, se utilizan los siguientes grupos de medicamentos:

  • antagonistas del calcio (verapamilo, nifedipina): se utilizan para arritmias e hipertensión arterial;
  • diuréticos (torasemida, espironolactona): reducen el estrés en el corazón;
  • betabloqueantes (atenolol, propranolol): disminuyen la presión arterial, mejoran la hemodinámica;
  • Inhibidores de la ECA (enalapril, lisinopril): tienen un efecto hipotensor.
  • fármacos antianginosos (Sustak, Nitrong).

Si la enfermedad es causada por una infección o un proceso autoinmune, los medicamentos se utilizan para la terapia etiotrópica (es decir, dirigida a la causa):

  • antibióticos (penicilinas, carbapenémicos, fluoroquinolonas y otros) - para enfermedades infecciosas;
  • glucocorticosteroides (prednisona, dexametasona) - para enfermedades autoinmunes sistémicas como el reumatismo;
  • medicamentos antiescleróticos (levostatina, atorvastatina).

Sin embargo, el principal tratamiento para los defectos valvulares sigue siendo la cirugía.

Las operaciones se muestran en los siguientes casos:

  • etapa severa del defecto, que conduce al desarrollo de insuficiencia cardíaca;
  • defectos combinados;
  • la presencia de factores concomitantes que pueden conducir a la descompensación;
  • reducción de la fracción de eyección incluso en ausencia de quejas.

Las contraindicaciones son:

  • tener más de 70 años;
  • la presencia de patologías comórbidas graves (renal, hepática, insuficiencia respiratoria, diabetes mellitus, etc.)

En las anomalías congénitas, se usa con más frecuencia la valvuloplastia con conservación de órganos. Si este método se usa para defectos adquiridos, pueden ocurrir recaídas. La técnica consiste en la escisión y sutura de los defectos valvulares. En algunos casos, recurren a la valvuloplastia con balón. En este caso, la apertura aórtica se expande con un dispositivo especial, una característica importante de esta operación es su mínima invasión.

En el caso de patologías adquiridas, se utiliza reemplazo valvular. Los implantes están hechos tanto de materiales sintéticos (silicona) como naturales (bioprótesis de tejidos propios o de una persona fallecida).

Monitoreo de pacientes

Los defectos valvulares son una enfermedad muy insidiosa que apenas puede aparecer y luego conducir al desarrollo de insuficiencia cardíaca. Además, el cuadro clínico borroso dificulta hacer un diagnóstico correcto.

La auscultación de defectos cardíacos aórticos es el método de detección más simple. Al escuchar ruidos patológicos, el paciente debe ser enviado inmediatamente para un examen más detallado.

Por lo tanto, si ha encontrado esta patología, debe ser lo más responsable posible de los exámenes preventivos. Debe someterse a una ecocardiografía y otros exámenes prescritos por el médico tratante al menos cada seis meses.

Conclusiones

La valvulopatía aórtica es una enfermedad bastante común que puede ser congénita o adquirida. La interrupción del flujo sanguíneo debido al daño de las valvas puede conducir al desarrollo de insuficiencia cardíaca crónica.

Los síntomas que surgen de la enfermedad de la válvula aórtica no son lo suficientemente específicos; sin embargo, los métodos de diagnóstico modernos pueden hacer frente fácilmente a su detección.

En ausencia de contraindicaciones importantes, el tratamiento quirúrgico de esta enfermedad da un buen resultado. El pronóstico para la vida y la capacidad laboral es favorable.