Cardiología

Todo sobre la disección de aneurisma aórtico

Vista interior: disección aórtica, sus causas y clasificación

La aorta consta de tres capas, de las cuales la interna, la íntima, es la más susceptible a las influencias patológicas. Si está dañado, por ejemplo, la presencia de cambios ateroscleróticos, se vuelve muy frágil y los picos de presión significativos pueden provocar su ruptura. De hecho, esta es una consecuencia directa del aneurisma aórtico.

La clasificación incluye disección proximal (comenzando en la parte ascendente) y distal (debajo de la ramificación de la arteria subclavia izquierda).

La etiología de la enfermedad puede ser tanto hereditaria como adquirida.

Las causas congénitas pueden ser las siguientes:

  • defectos de las válvulas aórticas;
  • aorta convolucionada;
  • Síndrome de Marfan;
  • Síndrome de Ehlers-Danlos.

Se adquieren las siguientes razones:

  • enfermedades infecciosas e inflamatorias (sífilis, tuberculosis);
  • enfermedades autoinmunes del tejido conectivo;
  • lesiones traumáticas del tórax y la cavidad abdominal;
  • iatrogénico (asociado con intervenciones médicas);
  • idiopático;
  • infecciones por hongos;
  • patología de órganos adyacentes (cáncer de esófago, penetración de úlceras de estómago).

Cómo sucede: fisiopatología del proceso.

La delaminación generalmente ocurre en el sitio de la porción dañada de la pared interna. Muy a menudo, ya existe un aneurisma, una expansión de la luz de la aorta. Naturalmente, la pared interior del recipiente se adelgaza considerablemente. Otro factor importante es la presión arterial alta (especialmente durante una crisis hipertensiva). En este caso, bajo una fuerte presión, se rompe la íntima dañada.

Luego, la sangre ingresa a la capa muscular y extiende las fibras, extendiéndose proximal y distal desde el sitio de la ruptura. Esto crea el llamado flujo falso. En algunos casos, puede detenerse en aquellos lugares donde hay tejidos sanos. Si la aorta se ve afectada por una longitud considerable, el proceso se propaga más y pasa a otras arterias, lo que altera significativamente la hemodinámica. En algunos casos, la protuberancia formada debido al falso flujo conduce al cierre del lumen de las arterias salientes.

En los casos en que también se produce una ruptura de la pared exterior, se produce una hemorragia interna masiva, que en el 90% de los casos conduce a la muerte.

Síntomas y manifestaciones clínicas.

Los síntomas de la disección aórtica dependen del curso: agudo o crónico. En el primer caso, la condición se desarrolla muy rápidamente, la clínica se pronuncia. En el segundo, el proceso es lento, los síntomas aparecen gradualmente y dependen de la localización del proceso.

Los siguientes síntomas son característicos de la forma aguda:

  • dolor intenso que comienza repentinamente, aparece detrás del esternón o entre los omóplatos y se mueve gradualmente hacia el abdomen y la espalda baja;
  • colapso, manifestado por debilidad repentina severa, palidez, sudoración, letargo e incluso pérdida del conocimiento;
  • disnea
  • Miedo a la muerte;
  • trastornos neurológicos: pérdida de sensibilidad o parálisis de una determinada parte del cuerpo, debilidad muscular;
  • micción y defecación involuntarias.

La estratificación abdominal tiene sus propias características. Cuando la aorta abdominal se ve afectada, se presentan los siguientes síntomas:

  • dolor abdominal agudo;
  • disfunción intestinal, hinchazón;
  • síntomas de intoxicación;
  • entumecimiento y dolor en las piernas.

En la variante crónica, las siguientes manifestaciones son características:

  • síndrome de dolor, que se manifiesta según la localización de la patología. Los dolores son sordos, apremiantes, intermitentes, al aumentar la presión se intensifican;
  • dificultad para respirar por el esfuerzo;
  • síndrome de la vena cava superior (edema de la mitad superior del cuerpo, cianosis, taquicardia, distensión de las venas cervicales);
  • dificultad para tragar, ronquera, bradicardia, edema pulmonar, debido a la compresión de los órganos mediastínicos;
  • congestión en los intestinos, dolor abdominal, con daño en la región abdominal.

Diagnóstico

Un diagnóstico correcto permitirá determinar con precisión el tipo y la ubicación del aneurisma aórtico disecante, que es de importancia decisiva para la elección de otras tácticas.

La forma aguda, debido a la clínica pronunciada, se determina con bastante facilidad, mientras que la crónica a menudo se disfraza de otras enfermedades. Esto requiere un diagnóstico diferencial completo.

El examen físico revela los siguientes síntomas:

  • cianosis o piel pálida;
  • la diferencia en el pulso en las arterias periféricas;
  • presión arterial alta, una diferencia significativa en los brazos y piernas, en algunos casos no se determina;
  • percusión: expansión de los límites del embotamiento cardíaco.

Para la confirmación, se deben utilizar los siguientes métodos de diagnóstico:

  • electrocardiografía (ECG);
  • radiografía de pecho;
  • ecocardiografía: esta técnica es el estándar de oro;
  • Ecografía de los órganos abdominales;
  • CT o MRI;
  • angiografía de contraste.

Métodos de tratamiento

Esta patología requiere atención médica de emergencia inmediata ya en la etapa de diagnóstico con el posterior traslado del paciente a la unidad de cuidados intensivos. El protocolo de cuidados intensivos contiene el siguiente algoritmo:

  • alivio del dolor: analgésicos narcóticos (morfina);
  • corrección de presión (dopamina, mezaton con colapso, nitroprusiato de sodio - con aumento);
  • fluidoterapia para mantener el BCC y la función renal;
  • terapia de oxigeno.

El tratamiento adicional de la disección aórtica suele ser quirúrgico; la terapia conservadora está indicada solo en el caso de formas crónicas leves.

La operación consiste en eliminar el lecho falso y suturar o prótesis de las paredes de los vasos. Si es necesario, se realiza la reparación de la válvula aórtica. Hay dos opciones: cirugía a corazón abierto y técnica endovascular. Para prevenir complicaciones, se utilizan anticoagulantes y glucocorticoides.

En el futuro, el paciente requiere rehabilitación a largo plazo y observación dinámica.

Recetar terapia con medicamentos de apoyo: medicamentos cardiotónicos, antihipertensivos y antiescleróticos.

Las siguientes recomendaciones reducen el riesgo de recaída:

  • actividad física moderada;
  • rechazo a los malos hábitos;
  • rechazo de alimentos poco saludables;
  • procedimientos de fisioterapia.

Conclusiones

El aneurisma disecante aórtico es una peligrosa enfermedad cardiovascular que en la mayoría de los casos es fatal y requiere atención médica inmediata.

El pronóstico es muy decepcionante: sin tratamiento, alrededor del 70% de los pacientes mueren el primer día y en un mes, el 90%. La mortalidad operativa es del 10% y en los primeros 5 años después de la intervención muere alrededor del 40%. Esta enfermedad es más fácil de prevenir que de curar.