Cardiología

Trombo en el corazón: causas, efectos, tratamiento y pronóstico

La trombosis de las cámaras cardíacas es una patología generalizada causada por trastornos en el complejo de sistemas y reacciones. Muy a menudo, la aparición se basa en enfermedades cardíacas, y el papel principal en la formación de un trombo lo desempeña la activación patológica de los factores de coagulación del plasma. El sustrato morfológico de la patología es la formación de coágulos de sangre en la cavidad cardíaca. Este proceso amenaza no solo con la aparición de complicaciones graves, sino también con la posibilidad de muerte.

¿Qué es un coágulo de sangre y cómo se forma?

Para iniciar el proceso de formación de trombos, se necesitan varias condiciones:

  • pared del vaso dañada;
  • disminución del flujo sanguíneo;
  • trastornos de las propiedades reológicas de la sangre.

Estos factores son el desencadenante de una serie de reacciones bioquímicas involucradas en la formación de coágulos sanguíneos.

Hay tres etapas principales del proceso:

  1. La liberación de la enzima tromboplastina de las plaquetas destruidas.
  2. Tromboplastina usando iones de Ca2+ acelera la conversión de protrombina proteica plasmática inactiva en trombina.
  3. Bajo la influencia de la trombina, la fibrina insoluble se forma a partir del fibrinógeno. A partir de los hilos de este último, se forma una malla en la que se retienen las células sanguíneas. La estructura resultante cierra herméticamente el área dañada, deteniendo el sangrado. Normalmente, este proceso tarda entre 5 y 10 minutos.

Después de la curación del área afectada, el sistema de fibrinólisis proporciona la reabsorción del trombo formado. El desequilibrio entre la interacción de estos dos sistemas determina el riesgo de aparición y desarrollo de trombosis.

¿Por qué se forma un coágulo?

Normalmente, la formación de trombos es un proceso fisiológico que no conduce al desarrollo de patologías. Y solo bajo la influencia de algunos factores, los coágulos formados no se disuelven, sino que se adhieren a los vasos, bloqueando su luz e interrumpiendo el flujo sanguíneo.

Los factores de riesgo incluyen las siguientes enfermedades del sistema cardiovascular:

  • aneurisma del corazón;
  • fibrilación auricular;
  • infarto de miocardio;
  • isquemia cardíaca;
  • defectos valvulares congénitos y adquiridos;
  • miocardiopatía dilatada;
  • insuficiencia cardíaca crónica (ICC).

El riesgo de desarrollar trombosis aumenta significativamente si el paciente tiene varias de las enfermedades anteriores.

El trombo resultante en el corazón se clasifica en derecho o izquierdo, auricular y ventricular (parietal). Un tipo especial de coágulo (globular) ocurre con la estenosis mitral.

Complicaciones y sus consecuencias.

La complicación más peligrosa de la trombosis cardíaca es la separación de la parte flotante y el bloqueo de los vasos sanguíneos. Cuando un coágulo de sangre se encuentra en las venas de la circulación sistémica, la aurícula derecha o el ventrículo derecho, la embolia pulmonar es más peligrosa. La gravedad de la afección depende del tamaño del vaso ocluido.

Con la obturación de grandes se produce un infarto pulmonar. En este caso, los pacientes pueden sentir dolor en el pecho, insuficiencia respiratoria, fiebre y debilidad severa. Es posible una caída de la presión arterial y un aumento de la frecuencia cardíaca. El pronóstico es malo; en la mayoría de los casos, ocurre la muerte instantánea.

Los coágulos de sangre ingresan a la circulación sistémica desde las secciones izquierdas, desde donde pueden moverse en dos direcciones: hacia arriba y hacia abajo. Si un coágulo de sangre se rompe en el corazón y se mueve hacia arriba, eventualmente ingresa a los vasos cerebrales (MC). Como resultado, se desarrollan síntomas de accidente cerebrovascular isquémico.

El tromboembolismo de las arterias de las extremidades inferiores, el daño a los vasos renales y mesentéricos se produce cuando el coágulo de sangre desciende. La más difícil es la trombosis de las arterias mesentéricas: se desarrolla una clínica de peritonitis, seguida de necrosis del mesenterio. La obturación en las extremidades inferiores tiene un resultado más favorable debido al flujo sanguíneo colateral desarrollado en ellas.

La separación de un coágulo de sangre de la mitad izquierda del corazón puede tener las siguientes consecuencias:

  • trombosis de las arterias del GM con la clínica de accidente cerebrovascular isquémico;
  • obstrucción de la vena yugular, que se caracteriza por dolor de cabeza intenso, mareos, palpitaciones y alteraciones visuales;
  • clínica de infarto agudo de miocardio (MI) cuando un émbolo ingresa a las arterias coronarias;
  • la trombosis de las arterias renales se acompaña de dolor severo en la región lumbar, dificultad para orinar;
  • el bloqueo de los vasos mesentéricos se manifiesta por peritonitis seguida de necrosis intestinal;
  • la presencia de un coágulo de sangre en las arterias de las extremidades se acompaña de palidez y decoloración azul de la piel, la desaparición de la pulsación en ellas, en ausencia de asistencia oportuna, se puede formar gangrena.

Cada una de estas complicaciones requiere una terapia especialmente seleccionada, cuyo objetivo principal es eliminar el coágulo desprendido y evitar la aparición de otros nuevos. Además, es importante recordar que el desprendimiento de un coágulo de sangre, independientemente de su ubicación principal, es la causa más común de ataques cardíacos.

Prevención de la trombosis intracardíaca.

La prevención de la aparición y progresión de esta enfermedad consiste en una nutrición adecuada, actividad física regular y mantener una viscosidad sanguínea normal. También un lugar importante en la prevención del desarrollo de la trombosis es el tratamiento oportuno y adecuado de las enfermedades que contribuyen a ella.

Existen escalas especiales mediante las cuales se puede clasificar el grado de riesgo de desarrollar tromboembolismo venoso o arterial. Estos últimos incluyen:

  • la edad del paciente es mayor de 65 años;
  • la presencia de neoplasias malignas;
  • aumento de la coagulación sanguínea;
  • el embarazo;
  • reposo prolongado en cama después de una lesión;
  • obesidad;
  • tomar medicamentos hormonales (anticonceptivos orales, terapia con esteroides para patologías reumatológicas);
  • grandes operaciones abdominales;
  • la presencia de patologías vasculares concomitantes (aterosclerosis, tromboflebitis, venas varicosas).

Además, se evalúa el estado general del paciente, la presencia de signos de insuficiencia cardíaca (total o para un ventrículo individual) y síntomas de otros órganos y sistemas.

Las dificultades para hacer el diagnóstico de trombosis intracardíaca surgen debido al hecho de que los coágulos sanguíneos inmóviles no se manifiestan de ninguna manera, lo que solo realza los signos característicos de la enfermedad subyacente.

Diagnóstico y tratamiento del paciente

Después de identificar a un paciente de un grupo de alto riesgo, es necesario realizar un complejo de estudios. El procedimiento estándar de electrocardiografía (ECG) no es informativo en este caso. Los marcadores de laboratorio de aumento de la coagulación sanguínea e inhibición de la fibrinólisis no son específicos, ya que son característicos de muchas enfermedades del sistema cardiovascular.

Para verificar el diagnóstico, necesitará:

  • Ecografía Doppler: muestra la velocidad y la dirección del flujo sanguíneo en el corazón;
  • gammagrafía: determina la localización de trastornos en los vasos coronarios y el grado de suministro de sangre al miocardio;
  • MRI: muestra el estado de los tejidos cardíacos;
  • radiografía del corazón: le permite diagnosticar aneurisma, hipertrofia miocárdica, miocardiopatía dilatada y la presencia de placas trombóticas;
  • Radiografía: le permite diagnosticar el sitio de localización del trombo.

Un diagnóstico de trombosis requiere el inicio del tratamiento. Medicamentos de elección para la terapia con medicamentos a largo plazo:

  • Agentes antiplaquetarios que reducen el grado de agregación y adhesión plaquetaria.Estos incluyen ácido acetilsalicílico, dipiridamol, clopidogrel;
  • anticoagulantes, cuyo mecanismo de acción tiene como objetivo inhibir la activación de factores de coagulación sanguínea. Los más utilizados son Dabigatrán, Rivaroxabán, Heparina.

A los pacientes con embolia pulmonar, infarto de miocardio e ictus isquémico se les muestra terapia trombolítica (Alteplase, Urokinase, Tenectoplaza), luego se agregan agentes antiplaquetarios y anticoagulantes.

El procedimiento de trombólisis está contraindicado en presencia de aneurisma aórtico, hemorragia intestinal, accidentes cerebrovasculares y antecedentes de traumatismo craneal severo. Las enfermedades de la retina, el embarazo y la lactancia, la presión arterial alta o baja son contraindicaciones relativas.

Además de los efectos secundarios, la terapia trombolítica puede ir acompañada de las siguientes complicaciones:

  • arritmias de reperfusión;
  • el fenómeno del "miocardio aturdido";
  • re-oclusión;
  • sangrado;
  • hipotensión arterial;
  • reacciones alérgicas.

Se recomienda suspender la terapia trombolítica si su uso representa una mayor amenaza para la vida del paciente que la propia enfermedad.

La extirpación quirúrgica de los coágulos intracardíacos solo es posible en departamentos especializados. La esencia de la operación radica en la extracción de masas trombóticas mediante un endoscopio colocado en la cavidad cardíaca.

El injerto de derivación de la arteria coronaria y la colocación de stents bajo control de rayos X también serán efectivos en el caso de trombosis de la arteria coronaria (las fotos en tiempo real se muestran constantemente en la pantalla). La esencia de la primera operación radica en evitar el área afectada con la ayuda de prótesis vasculares, y la segunda, en el establecimiento de un marco especial en el lumen del vaso para su expansión.

Es importante recordar que la cirugía no elimina el proceso patológico en sí, sino que se realiza para restablecer el flujo sanguíneo o para evitar posibles complicaciones en caso de rotura de un coágulo.

La elección del método de tratamiento y las recomendaciones para la rehabilitación son individuales en cada situación específica. Es necesario tener en cuenta todos los posibles riesgos y contraindicaciones para obtener el resultado más positivo.

Conclusiones

Hoy en día, la prevención y el tratamiento de la trombosis de la cavidad cardíaca es un área avanzada de la cardiología. El proceso de formación de trombos en sí tiene dos lados: por un lado, la protección del cuerpo de una gran pérdida de sangre, por otro lado, la aparición de enfermedades graves con riesgo de muerte. Por lo tanto, es necesario saber qué enfermedades conducen a la formación patológica de coágulos de sangre, los síntomas y las posibles complicaciones de la trombosis cardíaca, para tener tiempo de obtener ayuda médica a tiempo y la posibilidad de una recuperación completa.