Tratamiento de garganta

Extirpación láser de amígdalas y amígdalas.

La extirpación láser de amígdalas es un procedimiento indoloro para la escisión de formaciones linfadenoides (amígdalas palatinas). Durante los procedimientos quirúrgicos, el tejido que se va a operar se extirpa con un rayo láser, no con un bisturí de metal. El flujo de radiación monocromático dirigido de forma estrecha no solo diseca los tejidos blandos, sino que también "sella" los vasos pequeños, lo que evita la pérdida de sangre.

La ausencia de superficies abiertas de la herida es una de las ventajas clave de la ectomía con láser.

Debido a la ausencia de sangrado retardado, reduce el riesgo de desarrollar inflamación séptica, lo que acelera la epitelización de los tejidos operados.

Si se observan las reglas del programa de rehabilitación, se observa la restauración completa de la integridad de la mucosa orofaríngea después de 10-15 días.

Especificidad de la amigdalectomía con láser

La amigdalectomía con láser es uno de los métodos menos traumáticos para eliminar las formaciones linfadenoides. Durante la operación, el especialista utiliza un instrumento láser, con la ayuda del cual no solo se extirpa el exceso de tejido, sino que también trombosa los vasos dañados en paralelo. Esto evita la pérdida severa de sangre y la aspiración de sangre a las vías respiratorias.

En otorrinolaringología, existen dos métodos principales para realizar procedimientos quirúrgicos:

  1. ectomía con láser: extirpación completa de las amígdalas palatinas con tejido perirrectal;
  2. ablación con láser: escisión parcial de tejido que ha crecido demasiado o está afectado por agentes causantes de enfermedades.

¡Importante! La intervención quirúrgica se lleva a cabo solo si existen requisitos previos graves para el desarrollo de complicaciones: amigdalitis crónica, absceso retrofaríngeo, etc.

Debe entenderse que la escisión parcial de las amígdalas evita una disminución brusca de la inmunidad local. Si es posible preservar al menos parte de las formaciones linfadenoides, el cirujano sugiere que el paciente se someta a ablación, aunque en el futuro esto no garantiza la ausencia de hipertrofia (sobrecrecimiento tisular).

Tipos de amigdalectomía láser

Hasta la fecha, la extirpación láser de amígdalas y amígdalas (amigdalectomía) se puede realizar de al menos 4 formas.

La elección de la técnica está determinada por el grado de daño de los tejidos blandos y los objetivos que persigue la operación:

  • láser infrarrojo: capaz no solo de cortar, sino también de soldar tejido;
  • láser de fibra óptica: sin dolor y con una mínima pérdida de sangre, extirpa las amígdalas junto con los tejidos perialmendrados;
  • láser de holmio: corta solo las áreas de las amígdalas afectadas por la inflamación, dejando intactos los tejidos linfoides cercanos;
  • láser de carbono: promueve la "evaporación" de las amígdalas, como resultado de lo cual su volumen disminuye.

Los láseres de fibra e infrarrojos se usan más comúnmente para extirpar las amígdalas, mientras que los láseres de holmio y carbono se usan para extirparlas.

El láser es un instrumento "estéril" que previene la inflamación del tejido séptico después de la cirugía. Solo una preparación preoperatoria inadecuada y el incumplimiento de las recomendaciones aprobadas por el programa de rehabilitación pueden provocar la infección de las áreas operadas de la mucosa.

Indicaciones y contraindicaciones.

Estrictamente hablando, no existen muchas indicaciones de tratamiento quirúrgico. Es aconsejable extirpar las amígdalas solo en situaciones en las que existe la amenaza de complicaciones sistémicas graves: reumatismo, meningitis, pielonefritis, miocarditis, encefalitis, etc. La amigdalectomía se justificará si:

  • absceso paratonsillar;
  • recaídas frecuentes de amigdalitis crónica;
  • ineficacia del tratamiento farmacológico para las enfermedades otorrinolaringológicas;
  • hiperplasia de tejidos linfadenoides;
  • derrota de las glándulas por estreptococo beta-hemolítico;
  • complicaciones de los riñones y el corazón.

La escisión prematura de órganos infectados puede conducir al desarrollo de endocarditis bacteriana, artritis reactiva y corea menor.

La intervención quirúrgica, en particular la anestesia general y local, crea una gran carga para los órganos internos. Por lo tanto, antes de realizar la amigdalectomía, se deben considerar las contraindicaciones:

  • hemofilia;
  • el embarazo;
  • diabetes;
  • edad hasta 5 años;
  • oncología;
  • enfermedad vascular;
  • exacerbación de enfermedades crónicas.

Las indicaciones y contraindicaciones individuales para la operación solo pueden ser determinadas por el médico tratante después de pasar las pruebas apropiadas.

Ventajas y desventajas de la ectomía

La ectomía con láser tiene una serie de ventajas importantes sobre el método clásico de realizar el procedimiento, que implica la escisión de tejido blando con un bisturí y un asa de metal. Sin embargo, al elegir el método quirúrgico óptimo de tratamiento, es necesario tener en cuenta no solo las ventajas, sino también sus desventajas:

DignidadDefectos
ausencia de sangrado y anemia poshemorrágicala formación de quemaduras cerca de los tejidos operados
la posibilidad de realizar una operación bajo anestesia localalta probabilidad de reproliferación de tejidos linfadenoides
poco tiempo para la ectomía (no más de 30 minutos)La eliminación de los órganos afectados ocurre solo después de al menos 5-7 procedimientos
la posibilidad de realizar amigdalectomía de forma ambulatoria
falta de superficies abiertas de la herida en las áreas operadas de la mucosa de la garganta

Como regla general, la extirpación de las amígdalas con láser se lleva a cabo en ausencia de inflamación difusa en la membrana mucosa de la orofaringe. Durante el procedimiento, los tejidos se calientan mucho, lo que puede provocar quemaduras. Para reducir la probabilidad de complicaciones posoperatorias, con el desarrollo de un absceso paratonsilar, la operación se realiza con un bisturí convencional y un asa de metal.

Preparación y curso de la operación

La preparación preliminar para el procedimiento incluye la negativa a consumir alimentos y bebidas 3-4 horas antes de la ectomía. Durante la consulta, el especialista le informa al paciente sobre el curso futuro de la operación y la importancia de cumplir con las reglas establecidas por el programa de rehabilitación. El cumplimiento de todas las recomendaciones garantiza la ausencia de complicaciones postoperatorias graves.

Una de las ventajas más importantes de la terapia con láser es la corta duración de la operación y la ausencia de anestesia general. La anestesia local con "lidocaína" le permite minimizar la sensibilidad de los tejidos y, en consecuencia, el dolor de todo el procedimiento. La amigdalectomía no dura más de 20 a 30 minutos en total, después de lo cual el paciente puede irse a casa.

¿Cómo es la extirpación de amígdalas con láser?

  1. el paciente está sentado en una silla de otorrinolaringología y se le administran anteojos especiales para proteger los ojos de la radiación láser;
  2. la membrana mucosa de la garganta y las amígdalas se trata con un anestésico local;
  3. después del entumecimiento completo de los tejidos, el electrodo láser se lleva a las formaciones linfoides;
  4. con la ayuda de unas pinzas, el especialista agarra la amígdala, luego de lo cual extirpa el tejido afectado con un rayo láser.

La extracción directa de las amígdalas se lleva a cabo solo después de una respiración profunda mientras el paciente contiene la respiración.

El éxito de la operación depende en gran medida de la habilidad del cirujano y la precisión de los movimientos realizados por él. En ausencia de grandes superficies de heridas y quemaduras, la mucosa orofaríngea se regenera en 1-2 semanas. Para acelerar la regresión de los procesos catarrales, es recomendable hacer gárgaras con una solución salina no concentrada en los primeros días después de la ectomía.

La efectividad de la amigdalectomía.

La eficiencia de la ectomía con el uso de un "cuchillo" láser se acerca al 80%, mientras que la ablación a menudo conduce a recaídas de la hiperplasia del tejido linfadenoide. En comparación con el método clásico de extirpar las amígdalas palatinas, la terapia con láser es menos traumática. Durante la cirugía, las terminaciones nerviosas están parcialmente expuestas, lo que ayuda a reducir el dolor.

A diferencia de un bisturí de metal, el rayo láser promueve la coagulación vascular. Esto evita no solo la pérdida de sangre, sino también la inflamación séptica de los tejidos operados. El contacto "interactivo" del cirujano con el paciente a través de un láser reduce el riesgo de transmisión de partículas patógenas (hepatitis, VIH). Durante la rehabilitación, es suficiente que el paciente beba antibióticos e inmunoestimulantes en la bebida para prevenir el desarrollo de enfermedades infecciosas.