Tratamiento de oído

Cómo tratar la oreja de un niño en casa.

El dolor de oído es uno de los más desagradables, por lo que cuando un niño tiene dolor de oído, los padres le agarran la cabeza, ¿qué hacer en casa para ayudarlo? La medicina moderna tiene una amplia gama de analgésicos que pueden aliviar incluso el dolor de oído severo. Sin embargo, aliviar el dolor aún no es una cura. Las sensaciones dolorosas son solo un síntoma de la enfermedad que hace que una persona preste atención a la salud de los oídos.

Suele ser una señal que indica un proceso inflamatorio. La inflamación del oído se llama otitis media y puede ser externa, media o interna. El dolor de oído puede deberse a otras causas: traumatismo, eustaquitis e incluso caries. En este artículo, hablaremos sobre cómo determinar la causa de la enfermedad si un niño tiene dolor de oído y le diremos cómo tratarlo en casa utilizando métodos modernos y tradicionales.

La otitis media es una causa común de dolor de oído

En la mayoría de los casos, el dolor de oído en un adulto o un niño indica otitis media. La otitis media (inflamación del oído medio) se desarrolla como resultado de la penetración de agentes infecciosos en la cavidad timpánica. Los agentes causantes de la otitis media pueden ser virus que causan ARVI, así como bacterias oportunistas: estafilococos, estreptococos, E. coli y algunos otros.

Los patógenos se propagan a la cavidad timpánica desde la nasofaringe, por ejemplo, al sonarse la nariz. En este caso, el canal entre la nasofaringe y la oreja, la trompa de Eustaquio, se inflama primero.

El tratamiento de la eustaquitis iniciado a tiempo previene el desarrollo de otitis media.

Existen tales tipos de otitis media:

  1. La otitis media es la más común. Con la otitis media, el dolor es intenso, constante, punzante o adolorido. En los niños que padecen esta enfermedad, la temperatura corporal suele subir (puede llegar a los 39 C), aparece dolor de cabeza, aparece debilidad y disminuye el apetito. La audición puede deteriorarse (en la mayoría de los casos, reversible). Si sale pus del oído, la otitis media se denomina purulenta. La descarga de pus indica que hay una perforación en la membrana timpánica, formada como resultado de la presión de la masa purulenta sobre la membrana. Esta condición requiere un tratamiento urgente. Tenga cuidado: muchas gotas para los oídos están contraindicadas en pacientes con secreción purulenta del oído.
  2. La otitis externa es una inflamación del canal auditivo o del pabellón auricular. Fugas más fáciles que el promedio. Pueden aparecer sensaciones dolorosas al masticar, hablar, bostezar. El niño puede negarse a comer para evitar irritar los receptores del dolor.
  3. La otitis media suele ser una complicación del medio. Sus síntomas:
  • la discapacidad auditiva;
  • ruido en los oídos;
  • mareo;
  • náuseas y vómitos;
  • temperatura corporal alta;
  • alteración de la coordinación de movimientos.

La otitis media es una enfermedad peligrosa que puede provocar pérdida de audición. La automedicación para la otitis media interna es inaceptable.

Tratamiento de la inflamación del oído

¿Cómo tratar la otitis media en un niño en casa si le duele el oído? En el período agudo de la enfermedad, el niño necesita reposo en cama. Se muestran gotas nasales vasoconstrictoras (Naphthyzin, Otrivin, etc.) para mejorar la salida de moco y pus desde la cavidad del oído medio hacia la faringe. Se debe enseñar al niño a sonarse la nariz correctamente, a no hacer esfuerzos excesivos, alternativamente liberar las fosas nasales de la flema.

¿Cómo tratar la oreja de un niño en casa? Dado que la otitis media aguda se acompaña de un dolor intenso, se recomienda utilizar gotas para los oídos con efecto anestésico: Otipax, Anauran, etc. Las gotas se calientan a la temperatura corporal y se inyectan en el canal auditivo, luego se cubre con un algodón. Si sale pus del oído, la elección de las gotas requiere cuidado. Por ejemplo, las gotas de Anauran, alcohol bórico y muchas otras drogas están contraindicadas en presencia de secreción purulenta del canal auditivo.

Con un aumento de la temperatura corporal y la presencia de otros síntomas de intoxicación, es necesario prescribir antibióticos sistémicos. Generalmente se prescribe amoxicilina. El curso del tratamiento es de al menos 7 días, la dosis depende de la edad y el peso del niño. Si no hay mejoría en el tercer día de tratamiento, la amoxicilina se reemplaza por augmentina, rulida o espiramicina. Durante la terapia con medicamentos antibacterianos, es posible una mejora brusca del bienestar durante 3-4 días de tratamiento (hasta el final del curso prescrito). En este momento, es muy importante no dejar de tomar el medicamento. Recuerde que el curso mínimo de terapia con antibióticos es de 7 días.

La negativa temprana a tomar un antibiótico puede provocar una recaída de la enfermedad, así como la formación de adherencias en la cavidad timpánica. Esto da como resultado una discapacidad auditiva permanente.

¿Cómo tratar la oreja de un niño en casa con métodos populares? Tradicionalmente, el calor seco se usa para la otitis media. Puede usar una bolsa con sal caliente, cereales secos, una almohadilla térmica con agua. La temperatura debe ser agradable para el cuerpo, no hirviendo. Una compresa de alcohol aplicada alrededor de la oreja también proporciona un buen efecto de calentamiento. Es importante recordar que los procedimientos de calentamiento están contraindicados a temperaturas corporales elevadas y la liberación de pus del canal auditivo. El calentamiento juega el papel de una terapia adyuvante para aliviar el curso de la enfermedad, pero no puede reemplazar la terapia compleja de la otitis media.

Otras causas de dolor

Por supuesto, la otitis media no es la única causa posible de dolor de oído. Entonces, el dolor de oído puede ser causado por furunculosis, hipotermia, entrada frecuente de agua fría, contaminada o clorada en el canal auditivo (la llamada "enfermedad del nadador") y otros trastornos. Tampoco debe excluir la presencia de lesiones en un niño que se queja de dolor de oído. Un niño que se golpea la cabeza puede dañar el pabellón auricular, la piel del canal auditivo y el tímpano. La eliminación descuidada de la cera también puede provocar lesiones. La violación de la integridad del tímpano es una condición peligrosa. La presencia de perforación conduce a la pérdida de audición, la aparición de tinnitus. Si no se trata, el niño puede quedar sordo permanentemente.

Síntomas de violación de la integridad de la membrana timpánica:

  • dolor agudo en el oído como resultado de una lesión (golpe en la cabeza, caída, uso de hisopos de algodón, etc.);
  • congestión del oído;
  • secreción de sangre del canal auditivo;
  • la discapacidad auditiva;
  • con una exhalación repentina, el paciente siente que sale aire del oído (no se recomienda utilizar una prueba de este tipo como prueba de diagnóstico; esto puede provocar una infección del oído medio).

Si sospecha que el tímpano del niño está dañado, los padres no deben aplicar gotas, ungüentos, etc. Se debe insertar un hisopo de gasa o algodón tratado con una pequeña cantidad de alcohol en el canal auditivo y buscar atención médica de inmediato.

Dolor que se irradia al oído.

El dolor que "irradia" al oído se puede observar en varias condiciones:

  • dolor de garganta;
  • sinusitis;
  • laringitis;
  • inflamación de los nervios craneales (glosofaríngeo, trigémino, vago);
  • artritis de las articulaciones de la mandíbula inferior;
  • inflamación de los ganglios linfáticos en el área de la parótida;
  • sialoadenitis: inflamación de las glándulas salivales (en los niños, a menudo es el primer síntoma de las paperas).

Al mismo tiempo, las sensaciones dolorosas imitan el dolor de oído, pero no están asociadas con cambios patológicos en los órganos auditivos. La causa del dolor irradiado radica en la propagación de una señal nerviosa de una rama del nervio a otra.

Una persona enferma, especialmente un niño, a menudo no puede identificar la fuente del dolor. Si dentro de 2-3 días el tratamiento no da resultados, es necesario reconsiderar el diagnóstico presuntivo.