Síntomas del oído

¿Cómo comprobar si le duelen los oídos a un bebé?

La aclaración del diagnóstico es un factor importante en el camino de la recuperación del paciente. El diagnóstico de cualquier enfermedad comienza con la aclaración de las quejas. Habiéndolos especificado, el médico procede a un examen objetivo. El diagnóstico de enfermedades en los recién nacidos se complica por el hecho de que no pueden presentar sus quejas y, por tanto, determinar el lugar de la enfermedad. Los padres y los médicos deben confiar en los signos indirectos y objetivos de la enfermedad.

En los casos en que existen signos objetivos de la enfermedad, el diagnóstico es más sencillo. La presencia de tos, secreción nasal, trastornos dispépticos o cambios en la piel permiten sospechar de inmediato esta o aquella patología. Es mucho más difícil cuando el órgano afectado no está disponible para la observación visual.

Signos de otitis media

La principal queja de la otitis media es el dolor de oído.

Su intensidad puede variar, desde la severidad y el ruido en el oído hasta un dolor punzante y punzante que interfiere con el sueño y las actividades normales. El siguiente signo es la congestión del oído y la pérdida de audición, a veces incluso su ausencia total. Sin embargo, la enfermedad se caracteriza con mayor frecuencia por una lesión asimétrica, por lo tanto, los pacientes no siempre notan la presencia de este síntoma. La funcionalidad del segundo oído compensa las deficiencias del oído afectado.

Uno de los síntomas de la otitis media, que es fácil de identificar con un simple termómetro de mercurio, es un aumento de la temperatura corporal a 38-39 grados.

Sin embargo, la presencia de hipertermia no es un síntoma patognomónico en la otitis media.

Se observa un aumento de la temperatura corporal en cualquier proceso inflamatorio o infeccioso, trastornos endocrinos, oncopatología, etc. Además, un curso lento de la otitis media puede caracterizarse por indicadores de temperatura normales.

Otro síntoma importante y muy informativo es la supuración. Este síntoma se manifiesta como una secreción amarillenta y pegajosa del conducto auditivo externo. Su presencia caracteriza el desarrollo de una inflamación purulenta del oído medio. Sin embargo, es inapropiado considerar este síntoma permanente incluso con tal desarrollo de otitis media, ya que la salida de pus puede llevarse a cabo no solo a través del tímpano lesionado, sino también a través del tubo auditivo. No se nota la secreción del canal auditivo.

Por tanto, los signos objetivos de la otitis media, como fiebre o supuración, no son permanentes. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más eficaz será y menor será el riesgo de desarrollar complicaciones graves. Para que el paciente reciba un asesoramiento calificado y oportuno de un especialista, en el caso de la inflamación del oído, se le da un papel importante a las quejas subjetivas del paciente. La determinación del sitio de la enfermedad simplifica enormemente el diagnóstico de la enfermedad.

Dificultades en el diagnóstico en recién nacidos.

Al mismo tiempo, los pacientes adultos y los niños mayores pueden indicar claramente el lugar de la enfermedad, caracterizar el dolor. ¿Cómo entender que a un bebé le duele el oído? Este es un problema realmente difícil, ya que los niños de esta edad no pueden expresar sus quejas. Al mismo tiempo, las tácticas terapéuticas dependen directamente de la naturaleza de la inflamación del oído, catarral o purulenta, así como del estado del tímpano, si está completo o si está perforado. Con la otitis media, la consulta oportuna con un otorrinolaringólogo es muy importante. Es el otorrinolaringólogo quien puede aclarar el diagnóstico y prescribir el tratamiento correcto. Los padres en esta situación deben sospechar de otitis media lo antes posible. Para hacer esto, necesitan saber cómo verificar si los oídos del bebé duelen.

Manifestación de ansiedad.

En primer lugar, debe prestar atención a la condición del paciente. La debilidad y el malestar son síntomas comunes de muchas enfermedades infecciosas e inflamatorias. Tales pacientes están letárgicos, somnolientos. Si hay dolor en el oído, el niño está inquieto. Se apresura en la cama, gira la cabeza y grita periódicamente.

Se pueden desarrollar síntomas similares en presencia de dolor abdominal en niños. Sin embargo, en este caso, la aparición de ansiedad se asocia más a menudo con la ingesta de alimentos. Además, puede haber ruidos, hinchazón, diarrea o estreñimiento. Los niños mayores pueden tratar de señalar el lugar de la enfermedad, tratando de tocarse la oreja con la mano y rascarse.

Señales objetivas

Hay una señal objetiva de cómo determinar que un bebé tiene dolor de oído. Para confirmar el diagnóstico, se usa la presión del dedo sobre el trago de la oreja. La realización de tal manipulación conduce a un aumento de la presión del aire en el canal auditivo externo. A su vez, ejerce una presión adicional sobre el tímpano y la cavidad timpánica, cuya membrana mucosa ya está involucrada en el proceso inflamatorio. En presencia de otitis media, esta acción provoca un aumento del dolor y es la respuesta a cómo saber que le duelen los oídos al bebé.

Para determinar si le duele el oído a un bebé, es necesario observarlo de cerca. Como cualquier enfermedad, la otitis media se caracteriza por malestar, falta de apetito y falta de sueño. Sin embargo, en los bebés, la disminución del apetito también se debe a un aumento del dolor durante los movimientos de succión. Alimentar a un bebé en presencia de procesos inflamatorios en el oído parece que se toma al bebé para comer, luego con un llanto de ella se niega. Los padres atentos sobre esta misma base pueden sospechar el desarrollo de otitis media en un niño.

Cuando a un bebé le duelen los oídos, los síntomas de la enfermedad son similares a los de la otitis media en los adultos:

  • el desarrollo del síndrome de dolor;
  • pérdida de la audición;
  • aumento de temperatura a 38-39 grados.

La inflamación del oído en los bebés es una enfermedad secundaria, una complicación de ARVI y otras patologías de los órganos ENT.

Muchas enfermedades de la nasofaringe se acompañan de una violación de la permeabilidad del tubo auditivo. Como resultado, se forma congestión en la cavidad del oído medio. En consecuencia, la secreción nasal y la congestión nasal también son signos concomitantes de otitis media.

El valor de la otoscopia

Es posible averiguar de manera confiable si el oído de un bebé duele solo después de consultar a un otorrinolaringólogo y realizar un diagnóstico instrumental, una otoscopia. Es sobre la condición y los signos externos de la membrana timpánica que el otorrinolaringólogo saca conclusiones sobre la presencia de una forma u otra de otitis media. La forma inalterada de la membrana timpánica, con una superficie lisa y brillante, sin rastros de ulceración, el engrosamiento indica la ausencia de inflamación del oído medio en este paciente.

Diagnóstico de otitis externa

Para identificar la otitis externa, no se requieren diagnósticos instrumentales.

El otorrinolaringólogo puede determinar visualmente la presencia de un infiltrado, un foco purulento al examinar el conducto auditivo externo o la aurícula. En este caso, los síntomas de la otitis media son hiperemia, hinchazón del oído afectado. Sin embargo, la otitis externa es una patología extremadamente rara para los recién nacidos.

Comprender que un niño recién nacido tiene dolor de oído es una tarea importante para los padres y el pediatra. La consulta oportuna con un otorrinolaringólogo ayudará a reducir el riesgo de complicaciones y mejorará la condición del niño en poco tiempo.