Síntomas de la nariz

Cómo tratar la secreción nasal amarilla

La secreción nasal (secreción muconasal) es un líquido producido por glándulas unicelulares (exocrinocitos caliciformes) en la mucosa nasofaríngea. Se forma un exceso de moco en la cavidad nasal debido al daño al sistema respiratorio, ya sea por agentes infecciosos o alérgicos. Si un líquido amarillo fluye por la nariz, ¿cuál podría ser? El color amarillo de la descarga indica la presencia de células protectoras (fagocitos), productos de descomposición de tejidos blandos y patógenos en ellos.

Como regla general, se produce un secreto de color amarillo verdoso debido al desarrollo de una infección bacteriana, con menos frecuencia por hongos, en el tracto respiratorio. El tipo de patología puede determinarse por la naturaleza de la secreción nasal y las manifestaciones clínicas concomitantes. El diagnóstico correcto permite elaborar el régimen de tratamiento más adecuado y eficaz para la enfermedad respiratoria.

Causas

Si sale un líquido amarillo de la nariz, en la mayoría de los casos esto indica la naturaleza infecciosa de la inflamación. Las enfermedades respiratorias de génesis bacteriana y fúngica no suponen ningún peligro para la vida humana, pero solo con el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado. Las complicaciones se desarrollan solo si la patología se detectó fuera de fecha.

El tratamiento tardío de la inflamación bacteriana en la cavidad nasal está plagado de daños en los vasos sanguíneos, el nervio óptico, las meninges y el audífono.

Rinitis bacteriana

El líquido nasal amarillo es muy a menudo un síntoma de rinitis bacteriana. Los provocadores de la inflamación en los órganos respiratorios son microbios patógenos: meningococos, estreptococos, Haemophilus influenzae, etc. Además de la rinorrea (rinitis aguda), los pacientes tienen:

  • congestión nasal;
  • disminución del sentido del olfato;
  • ardor y picazón en la nariz;
  • alta temperatura;
  • aumento de la sudoración;
  • estornudos constantes.

Como regla general, con una rinitis bacteriana, el líquido que fluye de la cavidad nasal tiene un tinte amarillento o verdoso con impurezas de pus. Muy a menudo, la patología ocurre como una complicación de la influenza, ARVI y otras enfermedades virales.

La eliminación prematura de la flora microbiana en la nasofaringe puede causar inflamación de los senos paranasales y el desarrollo de rinosinusitis.

Rinosinusitis

La rinosinusitis (sinusitis) es una inflamación aguda o lenta de las membranas mucosas en uno o más senos paranasales. En el 45% de los casos, la enfermedad se presenta como una complicación de rinitis aguda, nasofaringitis, influenza y ARVI. Una secreción amarillenta indica un origen bacteriano o fúngico de una infección respiratoria.

Dependiendo de la ubicación de la inflamación, se diagnostican los siguientes tipos de sinusitis en los pacientes:

  • esfenoiditis: daño al seno esfenoidal, que se encuentra en el cuerpo del hueso esfenoides dentro del cráneo al nivel del tabique nasal;
  • sinusitis: daño a uno o ambos senos maxilares (senos nasales) ubicados en el grosor del hueso maxilar al nivel de las mejillas;
  • etmoiditis: daño a las células del laberinto etmoidal, que es parte del hueso etmoidal que separa la cavidad craneal de la cavidad nasal;
  • La sinusitis frontal es una lesión de uno o ambos senos frontales, que se encuentran dentro del cráneo detrás de las cejas.

Una enfermedad caracterizada por la inflamación de todos los senos paranasales se llama pansinusitis.

Nasofaringitis

La nasofaringitis (epifaringitis) es una inflamación aguda o crónica de las membranas mucosas de la nasofaringe, acompañada de enrojecimiento, edema e hinchazón de los tejidos. La causa más común del desarrollo de la enfermedad es una infección bacteriana, fúngica o viral. El punto de partida en el desarrollo de nasofaringitis es siempre una infección viral. Por lo tanto, la enfermedad suele ir precedida de rinitis viral, resfriados, rinorrea, faringitis, etc.

Las manifestaciones típicas de la epifaringitis incluyen:

  • fiebre subfebril (37-37 ° C);
  • dolor de cabeza;
  • dolor de garganta y cavidad nasal;
  • secreción profusa de moco de la nariz;
  • voz nasal;
  • lagrimeo

El tratamiento tardío de la nasofaringitis puede provocar la penetración de la infección en las partes inferiores del sistema respiratorio, que está plagado de traqueítis, bronquitis y neumonía.

Con la detección y el tratamiento oportunos de las enfermedades otorrinolaringológicas, los síntomas desagradables desaparecen ya en el cuarto día. Para prevenir la recurrencia de la inflamación, los médicos recomiendan el uso de adaptógenos a base de hierbas: Rhodiola rosea, vid de magnolia china y complejos de vitaminas y minerales.

Quiste del seno maxilar

Las gotas de agua amarilla que se escapan de los conductos nasales pueden indicar la aparición de quistes en los senos maxilares (maxilares). Las neoplasias ocurren debido al bloqueo de los conductos de exocrinocitos caliciformes en la mucosa nasal. A pesar de la imposibilidad de la salida de moco, las glándulas continúan produciendo una secreción viscosa, como resultado de lo cual se forman quistes llenos de líquido en los tejidos blandos.

En la mayoría de los casos, aparece un quiste debido a una inflamación aguda o crónica del tracto respiratorio superior. Las manifestaciones características de la patología incluyen:

  • colocación alterna de la fosa nasal derecha, luego la izquierda;
  • secreción de gotas amarillas de la nariz cuando la cabeza está inclinada;
  • sensaciones dolorosas en los senos maxilares;
  • dolores de cabeza y dificultad para respirar nasal.

Los quistes no responden al tratamiento farmacológico; las neoplasias pueden eliminarse solo mediante una intervención quirúrgica.

El líquido que gotea de los conductos nasales es el contenido del quiste. Si el moco se vuelve marrón con el tiempo, esto puede indicar la presencia de sangrado dentro de los senos maxilares. En este caso, es necesaria la hospitalización urgente del paciente, porque la penetración de sangre en el cráneo puede provocar procesos irreversibles.

Métodos de tratamiento

Aparece líquido amarillo de la nariz en el caso de inflamación bacteriana o fúngica de la nasofaringe. Para eliminar las manifestaciones indeseables de la enfermedad, es necesario destruir la infección y acelerar el proceso de eliminación de las secreciones muconasales de los senos paranasales y los conductos nasales. El tratamiento conservador de las enfermedades respiratorias consiste en el uso de antibacterianos o antimicóticos, así como terapia local.

Terapia antibacteriana

Si el líquido amarillo que fluye de la nariz tiene un olor pútrido desagradable, la mayoría de las veces esto indica la naturaleza bacteriana de la inflamación. Los antibióticos se utilizan para destruir microbios en el cuerpo y directamente en las lesiones. En ausencia de complicaciones, al paciente se le prescribe un medicamento de la serie de penicilina. Si este antibiótico causa una reacción alérgica en el paciente, se reemplaza con agentes antimicrobianos macrólidos o cefalosporinas.

Como regla general, el régimen de terapia con antibióticos incluye:

  1. medicamentos sistémicos ("Amoxicilina", "Panklav", "Cefuroxima"): destruyen las bacterias en todo el cuerpo;
  2. Gotas nasales con antibióticos (Sofradex, Isofra, Bioparox): inhiben la actividad de los microbios directamente en las lesiones.

¡Importante! La retirada prematura de antibióticos puede provocar una recaída de la inflamación.

Los medicamentos antimicrobianos solo pueden usarse según las indicaciones del médico tratante. El uso inadecuado de medicamentos y el rechazo prematuro de medicamentos están plagados de la reaparición de la infección y las complicaciones.

Si la causa de la inflamación de la nasofaringe es un hongo, se prescribe al paciente un curso de terapia antimicótica (antifúngica).Como regla general, la sinusitis fúngica se trata con remedios locales (intraconazol, ketoconazol), pero en patología grave, la infección solo se puede eliminar con antimicóticos sistémicos: nistatina, pimafucina, mikomax, etc.

Terapia local

El líquido amarillo de la nariz se elimina fácilmente con medicamentos tópicos, pero solo en las etapas iniciales del desarrollo de la enfermedad. Muy a menudo, los fármacos de este grupo se utilizan como complemento de la principal terapia antibacteriana o antimicótica. La instilación regular de agentes antisépticos, antiinflamatorios y vasoconstrictores en las fosas nasales puede reducir la gravedad de los síntomas y, por lo tanto, facilitar el curso de la enfermedad. Un espejo funcional del casino en línea Frank está disponible en https://casinopoisk.com/frankcasino/ jugar en las tragamonedas de Frank Casino.

La terapia local implica el uso de los siguientes medicamentos:

  • Gotas vasoconstrictoras (Rinotaiss, Nesopin, Lazolvan Rino): reducen la hinchazón y restauran la salida de moco de los senos paranasales;
  • mucolíticos ("Rinofluimucil", "Sinuforte", "Sinupret"): reducen la viscosidad de la secreción muconasal y aceleran su evacuación;
  • antisépticos locales (clorofilipt, miramistina, furacilina): desinfectan la mucosa nasal y previenen el desarrollo de microbios;
  • soluciones para enjuagar la nariz ("Aqualor", "Dolphin", "Quicks"): reducen la hinchazón y limpian la cavidad nasal de mocos y agentes patógenos;
  • Gotas hidratantes ("Pinosol", "Salin", "Morenazal"): previenen el secado de las membranas mucosas y una disminución de la inmunidad local.

En la etapa de regresión de la inflamación bacteriana, se recomienda a los pacientes que se sometan a fisioterapia. En particular, la terapia con láser y resonancia magnética ayuda a restaurar la circulación sanguínea en la mucosa afectada y, por lo tanto, acelera el proceso de curación.

Conclusión

Un tinte amarillo de secreción muconasal indica el desarrollo de flora fúngica o bacteriana en el tracto respiratorio. Además de la rinorrea (secreción nasal aguda), los pacientes tienen congestión nasal, fiebre, malestar, dolor muscular, debilidad y ojos llorosos. La causa más común de síntomas patológicos es una rinitis bacteriana, nasofaringitis, sinusitis, etmoiditis, un quiste en el seno maxilar, etc.

Es posible eliminar las infecciones bacterianas y fúngicas en la cavidad nasal con la ayuda de antibióticos sistémicos y agentes antifúngicos. Las preparaciones locales (gotas nasales antisépticas, antiinflamatorias, vasoconstrictoras y mucolíticas) pueden acelerar el proceso de curación de los tejidos. La eliminación adecuada y oportuna de la inflamación previene la propagación de la infección y la aparición de formidables complicaciones.