Síntomas de la nariz

Cómo saber si tienes la nariz rota

La nariz es la parte más prominente de la cara, por lo que el daño a sus estructuras anatómicas ocurre en el 30% de los casos de todas las lesiones del cráneo facial. Las hemorragias nasales persistentes, los hematomas faciales, la dificultad para respirar y los dolores cortantes son los principales signos de una nariz rota. Con mayor frecuencia, las lesiones faciales ocurren en hombres de entre 16 y 45 años. Las causas de daño a las estructuras nasales pueden ser muy diversas: desde lesiones domésticas e industriales hasta una pelea banal.

Es bastante fácil diagnosticar la patología por manifestaciones locales: hematomas, edema tisular, deformación del tabique nasal, etc. Sin embargo, no todos los traumatismos provocan daños graves en las estructuras óseas y cartilaginosas del órgano. A veces, es posible determinar el grado de daño tisular solo mediante un examen endoscópico y una rinoscopia, que realiza un traumatólogo u otorrinolaringólogo.

Anatomia de la nariz

La parte visible de la nariz está formada por el dorso (tabique), la raíz, las alas y el ápice. La base del órgano está formada por estructuras óseas y cartilaginosas, que le dan una forma estrictamente definida. Con las lesiones faciales, es el tabique nasal el que sufre con mayor frecuencia. Su dorso está hecho de hueso y el frente está hecho de cartílago.

Fractura de la nariz: daño mecánico a las estructuras cartilaginosas, óseas y musculares de la parte externa del órgano. Entre todas las lesiones del cráneo facial, las más comunes son las del tabique nasal. Las principales causas del inicio de la patología incluyen:

  • peleas callejeras;
  • hacer deporte;
  • lesiones laborales;
  • caer de altura;
  • accidentes automovilísticos;
  • heridas de guerra.

Una nariz rota es una buena razón para buscar ayuda de un traumatólogo. El trauma casi nunca pasa desapercibido, ya que el daño a las estructuras anatómicas nasales conduce a una violación de la función olfativa y respiratoria.

Las deformidades del tabique sólo se hacen evidentes después de que cede el edema.

Está estrictamente prohibido colocar huesos por su cuenta. Las manipulaciones inadecuadas pueden causar más daño a las estructuras blandas y óseas y, como resultado, la aparición de hemorragias nasales graves.

Clasificación de fracturas

Antes de identificar una nariz rota, debe averiguar qué tipos de lesiones faciales son. Se utilizarán las tácticas de tratamiento más adecuadas según el tipo de lesión. En traumatología, existe la siguiente clasificación de fracturas de huesos nasales:

  1. sin desplazamiento: uno de los tipos de daño más fáciles en el que se encuentran pequeñas grietas y curvaturas en los huesos;
  2. con desplazamiento: una lesión grave caracterizada por el desplazamiento de las estructuras óseas y cartilaginosas en relación con su ubicación original;
  3. cerrado: patologías en las que no hay violación de la integridad de los tejidos externos;
  4. abierto: se forma una superficie abierta de la herida en el sitio de la lesión, desde la cual se ven fragmentos de tejido óseo.

La violación de la estructura anatómica del tabique nasal puede provocar complicaciones: ataques de asma e inflamación de los nervios periféricos.

Las fracturas abiertas se consideran las más peligrosas. Las heridas proporcionan un entorno adecuado para el desarrollo de infecciones bacterianas. Por lo tanto, se recomienda a los niños y adultos que hayan sufrido una fractura abierta de la nariz que busquen ayuda médica calificada de inmediato.

Cuadro sintomático

¿Cómo saber si tiene la nariz rota? Casi todas las personas que no tienen una educación médica pueden determinar la presencia de fracturas en los huesos nasales. Pero incluso si el diagnóstico es obvio, vale la pena buscar la ayuda de un especialista. Mediante un examen instrumental, se determinan el grado de daño tisular, las características de los procesos patológicos y, en consecuencia, una estrategia de tratamiento adecuada.

Síndrome de dolor

En caso de daño a las estructuras anatómicas intranasales, una persona siente un dolor incesante y agudo. Las formaciones de cartílago y hueso están cubiertas de músculos que contienen receptores del dolor. El trauma mecánico estimula la actividad de los receptores, lo que hace que una persona sienta un dolor intenso.

Si la fractura está cerrada, la palpación de la nariz aumenta el malestar. Si no usa analgésicos, esto puede provocar posteriormente migrañas y un shock doloroso.

Cuando se desplaza el tabique osteocondral, la respiración se ve afectada. Cualquier intento de inhalar aire por la nariz provoca un aumento del dolor y un deterioro del bienestar.

Epistaxis

Las hemorragias nasales persistentes (epistaxis) son los principales síntomas de una nariz rota. El daño a las estructuras anatómicas conduce inevitablemente a la ruptura de los capilares dentro del órgano y, como resultado, a la hemorragia. La epistaxis posterior requiere una atención especial, en la que la sangre puede ascender a través del canal nasolagrimal. Los signos de hemorragias nasales graves son:

  • sangrado incesante de los conductos nasales;
  • enrojecimiento de las proteínas del ojo (asociado con el flujo sanguíneo hacia la órbita);
  • vómitos y náuseas (se producen debido a la penetración de una gran cantidad de sangre en el estómago).

Una disminución crítica de la sangre que circula en el cuerpo puede ser fatal. Si la fractura está cerrada, se recomienda colocar una bolsa de hielo o aplicar una compresa fría en la nariz antes de que llegue el personal de la ambulancia. Esto reducirá el diámetro de los vasos y, en consecuencia, la intensidad del sangrado.

Violación de la respiración nasal

La respiración nasal alterada y los mareos son signos obvios de una nariz rota. La deformación del tabique hueso-cartilaginoso conduce al bloqueo de las vías respiratorias y la interrupción de la respiración normal. La obstrucción de las aberturas nasales internas también puede deberse a la acumulación de sangre en la cavidad nasal.

En caso de lesión, se desaconseja recostar al paciente boca arriba. La penetración de sangre en los senos paranasales puede provocar una inflamación grave y el desarrollo de sinusitis. Además, la sangre coagulada es un sustrato adecuado para el desarrollo de microorganismos oportunistas en la nasofaringe: bacterias piógenas, hongos levaduriformes, etc.

Cambiar la forma de la nariz

Por la deformación del tabique nasal, puede comprender de inmediato que la nariz está rota. Sin embargo, inmediatamente después de la lesión, los tejidos blandos de la cara se hinchan, como resultado de lo cual el grado de curvatura del hueso y las estructuras cartilaginosas es casi imposible de determinar. Un cambio en la forma de la nariz está indicado por signos secundarios de patología: dificultad para respirar, hemorragias nasales, etc.

La reducción prematura de los huesos nasales es la causa de una violación persistente de la forma de la parte externa del órgano.

Con daños relativamente menores en las estructuras intranasales, los pacientes no tienen prisa por visitar clínicas y centros de trauma. Pero inmediatamente después de que desaparece el edema en la cara, puede resultar que el tabique nasal se desplace de la posición normal en 0,5 cm o más. Los defectos cosméticos externos obligan a los pacientes a buscar ayuda calificada. Pero después de la fusión de las estructuras óseas y cartilaginosas, es posible eliminar el defecto solo a través de una operación: la rinoplastia.

Síndrome de gafas (ojos de mapache)

¿Cómo saber si hay una fractura en los huesos nasales o no? El síndrome de gafas es un signo claro de una violación de la integridad de las estructuras anatómicas intranasales. Las hemorragias nasales internas a menudo hacen que la sangre ingrese al tejido subcutáneo de los párpados, lo que resulta en grandes círculos azules debajo de los ojos.

De hecho, el síndrome de los anteojos es una afección patológica caracterizada por el empapado difuso de los elementos tisulares con sangre.Los moretones en el área de los ojos a menudo ocurren no solo con una violación de la integridad de los huesos nasales, sino también con lesiones en el puente de la nariz o las cejas. Con un tratamiento adecuado y oportuno, los hematomas se disuelven completamente con el tiempo y la piel alrededor de los ojos adquiere un color natural.

Señales adicionales

Los síntomas adicionales de una fractura de nariz están determinados por el grado de daño a las estructuras de tejido y hueso en el órgano. En ausencia de fracturas abiertas, la patología puede estar indicada por:

  • mareo;
  • ataques de migraña;
  • deterioro de la visión;
  • disminución del sentido del olfato;
  • ataques de asma;
  • secreción nasal mucosa.

Una fractura cerrada de la nariz sin desplazamiento de los huesos puede confundirse con una lesión grave del órgano. Es importante comprender que los métodos de tratamiento de la patología dependen de la gravedad del daño a los huesos, cartílagos y tejidos musculares. Dejando que todo vaya por sí solo, uno puede enfrentar formidables complicaciones, en particular, absceso subperióstico (absceso subperióstico), enfisema subcutáneo (acumulación de aire en las estructuras tisulares).

¿Cómo determinar que no hay fractura?

Muchas personas que han recibido una lesión facial se hacen la pregunta: ¿cómo entender que no hay fractura? Debe entenderse que la epistaxis no siempre indica la presencia de fracturas óseas. Cuando se lesiona gravemente, es importante distinguir entre una fractura y un hematoma severo. Para hacer esto, necesita hacer lo siguiente:

  1. Sienta suavemente la parte que sobresale de la nariz. Con hematomas, la palpación del órgano no causa dolor intenso. Si no hay deformidades obvias en el tabique, lo más probable es que el hueso y las estructuras cartilaginosas permanezcan intactas;
  2. Evalúe el grado de dificultad para respirar. En ausencia de una fractura, la respiración nasal se vuelve difícil, pero no significativa. Puede deberse a edema y sangrado de las mucosas. Como regla general, el edema desaparece tan pronto como 3-4 días después de usar medicamentos antiinflamatorios, por lo que la respiración nasal se normaliza;
  3. Evalúe la velocidad a la que se detiene el sangrado. Si no hay fractura, el sangrado se detendrá casi inmediatamente después de aplicar una compresa fría. Además, con los hematomas, el síndrome de las gafas es bastante raro, ya que no existen deformaciones en el tabique que puedan provocar la penetración de sangre en las capas subcutáneas alrededor de los ojos.

Después de una lesión, no se recomienda realizar movimientos bruscos de la cabeza, ya que esto puede provocar la penetración de sangre en los senos paranasales.

Es bastante difícil distinguir de forma independiente una fractura cerrada sin desplazamiento de una contusión. Por lo tanto, si sufre una lesión grave, se recomienda buscar ayuda especializada en un centro médico.

Conclusión

La fractura de los huesos nasales es una lesión grave que se caracteriza por una violación de las estructuras anatómicas de la parte externa del órgano. La causa de la patología puede ser una pelea doméstica, entrenamiento deportivo (kickboxing, artes marciales, boxeo), lesiones automovilísticas, caídas de altura, golpes en la cara con objetos pesados, etc. Como la mayoría de las lesiones mecánicas, las fracturas pueden ser abiertas o cerradas.

Las fracturas abiertas se pueden diagnosticar por la presencia de superficies de heridas en la cara. Una fractura cerrada puede identificarse por síntomas concomitantes: dificultad para respirar nasal, dolor severo en la nariz, hematomas debajo de los ojos, deformación del tabique nasal, hemorragias nasales graves, etc. Algunas formas de fracturas de nariz son difíciles de distinguir de los hematomas. Por lo tanto, cuando se lesiona, es recomendable someterse a un examen instrumental en un policlínico y recibir recomendaciones para el tratamiento de la patología.