Nariz que moquea

Caminar con un niño con tos y secreción nasal

La secreción nasal y la tos son acompañantes típicos de la mayoría de las enfermedades respiratorias que afectan no solo a los niños pequeños, sino también a los adultos. La aparición de síntomas desagradables se asocia con la inflamación del tracto respiratorio superior o inferior. El tratamiento de las enfermedades otorrinolaringológicas en bebés consiste en el uso no solo de medicamentos, sino también de ciertos procedimientos fisioterapéuticos.

En este sentido, muchos padres tienen una pregunta razonable: ¿es posible caminar con un niño con tos y secreción nasal? Según la mayoría de los pediatras, los baños de aire son una de las formas más efectivas de tratar los problemas respiratorios. Durante las caminatas, el moco en los bronquios y la cavidad nasal se licua, por lo que las vías respiratorias se limpian de flemas, patógenos, alérgenos, etc.

Pero para no dañar el cuerpo del niño, mientras camina, debe tener en cuenta varios matices importantes que se discutirán en la publicación de hoy.

Los beneficios de los baños de aire.

Caminar al aire libre se puede atribuir a un tipo diferente de tratamiento de fisioterapia, que se llama aeroterapia. La exposición dosificada al aire fresco tiene un efecto beneficioso sobre la salud y acelera la regresión de los procesos inflamatorios en el tracto respiratorio. El uso sistemático de la aeroterapia contribuye a una serie de procesos, que se comentarán a continuación.

Oxigenación tisular mejorada

Caminar al aire libre normaliza el intercambio de gases en los tejidos, lo que tiene un efecto beneficioso sobre la velocidad de las reacciones metabólicas. Como consecuencia, esto conduce a un aumento de la reactividad de las membranas mucosas en las lesiones y la supresión de la actividad de virus y bacterias en el tracto respiratorio. Si lleva a los niños a caminar durante al menos 30-40 minutos al día, a largo plazo, esto conducirá a un fortalecimiento del sistema inmunológico y una disminución del riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias.

Recuperación de la secreción de esputo

El aparato mucociliar consta de células caliciformes, que producen moco, y cilios, que se encuentran en la superficie interna de los bronquios, la tráquea y la mucosa nasal. Durante la inflamación del tracto respiratorio, se forma una cantidad excesiva de esputo viscoso en la membrana mucosa, que prácticamente no se separa de las paredes de los bronquios, la tráquea y los conductos nasales. Las caminatas regulares al aire libre ayudan a aflojar el moco y moverlo a lo largo del tracto respiratorio. Debido a esto, la tos improductiva se vuelve húmeda, como resultado de lo cual el esputo se evacua rápidamente del sistema respiratorio.

Reducir la inflamación de las vías respiratorias

Caminar al aire libre con temperaturas bajo cero no solo es posible, sino que también es muy útil para el niño. Según los expertos, con una disminución de la temperatura en el ambiente, se produce una vasoconstricción refleja. Debido a esto, aumenta la densidad de las paredes de los capilares sanguíneos y, como resultado, disminuye la hinchazón en las vías respiratorias. En otras palabras, el aire helado actúa de la misma manera que las gotas vasoconstrictoras, pero al mismo tiempo no causa reacciones secundarias en un niño pequeño.

Paseos de invierno

Es bastante difícil lograr la humedad del aire requerida en una habitación cerrada, y es la humedad la que estimula la licuefacción del moco en el tracto respiratorio. Por lo tanto, los médicos recomiendan ventilar regularmente la habitación y usar humidificadores especiales durante el tratamiento de los niños. Además, el aire helado ayuda a reducir la hinchazón en los conductos nasales y, en consecuencia, a facilitar la respiración nasal.

Para no provocar hipotermia en el cuerpo del niño, se deben tener en cuenta los siguientes matices durante las caminatas:

  • los recién nacidos y los bebés solo pueden tomar baños de aire si la temperatura del aire no desciende por debajo de -5 ° C;
  • el tiempo para caminar al aire libre debe aumentarse gradualmente, comenzando de 15 a 20 minutos por día;
  • antes de salir, el niño debe vestirse abrigado y un pañuelo alrededor del cuello para evitar la hipotermia de la garganta;
  • Es aconsejable realizar caminatas en un clima tranquilo al menos 2 veces al día durante 20-30 minutos.

¡Importante! Los niños con fiebre subfebril y febril no deben salir al aire libre.

La hipertermia es casi la única contraindicación para los paseos al aire libre. El hecho es que una fuerte disminución de la temperatura corporal estimula el desarrollo de agentes infecciosos en el tracto respiratorio, que pueden causar complicaciones.

Paseos de verano

Las caminatas regulares al aire libre pueden ayudar a curar la tos y aliviar la congestión nasal. Durante los baños de sol y los baños de aire, el cuerpo sintetiza vitamina D, que participa en muchos procesos bioquímicos. Además, la radiación solar tiene un efecto bactericida y contribuye a la destrucción de la flora microbiana en el tracto respiratorio.

Pero para lograr el máximo efecto terapéutico al caminar en verano, es recomendable prestar atención a los siguientes puntos:

  • caminar es mejor por la mañana, inmediatamente después de la lluvia y por la noche;
  • antes de salir, es necesario aliviar la respiración nasal del niño con la ayuda de gotas nasales;
  • no es deseable que los niños propensos a las alergias caminen durante el período de floración de las plantas polinizadas por el viento;
  • Lo mejor es vestir a su hijo con prendas hechas con tejidos naturales que "respiran" y evitan la sudoración.

Si su hijo ha tenido bronquitis recientemente, caminar en un clima seco solo puede hacer que se sienta peor. La inhalación de polvo provoca irritación de los receptores de la tos y, como resultado, tos espástica. Es por eso que los médicos recomiendan tomar baños de aire después de la lluvia, cuando la humedad del aire es lo suficientemente alta y prácticamente no hay polvo.

Recomendaciones de médicos

El pronunciado efecto inmunoestimulante y expectorante de los baños de aire está asociado con una alta humedad del aire. Cuando se inhala aire, la humedad se condensa en la superficie interna de la laringe y la cavidad nasal. Posteriormente, esto conduce a la licuefacción y excreción de flemas del tracto respiratorio.

Durante una caminata, el niño puede toser debido al adelgazamiento del moco en las vías respiratorias.

Al regresar a casa, muchos padres notan cierto deterioro en el bienestar del bebé. Como regla general, después de un paseo en niños, la separación del moco nasal aumenta y, como resultado, la tos. Esto se debe a la dilución del esputo y su evacuación de las vías respiratorias. Este proceso es bastante natural, así que no se asuste y lleve inmediatamente al niño a un pediatra para que lo examine.

Para reducir al mínimo la probabilidad de un deterioro en el bienestar del niño, se deben observar las siguientes reglas durante la aeroterapia:

  • no saque al niño a caminar en un clima lluvioso y ventoso: la hipotermia conduce a una disminución de la inmunidad y al desarrollo intensivo de infecciones en los órganos ENT;
  • en presencia de una rinitis grave, la duración de la aeroterapia no debe exceder los 3-40 minutos; el aumento de la secreción de moco nasal provocará el bloqueo de los conductos nasales,
  • como resultado de lo cual el niño comenzará a respirar por la boca; no vista a su hijo demasiado abrigado; si suda, el niño puede sufrir hipotermia y esto puede provocar el desarrollo de complicaciones.

Además, los médicos no recomiendan categóricamente tomar baños de aire para:

  • fiebre subfebril;
  • malestar y náuseas;
  • dolores de cabeza
  • escalofríos o fiebre.

La aeroterapia será útil solo en la etapa de resolución de procesos inflamatorios en los órganos respiratorios. Durante el período de infecciones virales respiratorias agudas agudas, no vale la pena caminar al aire libre.La actividad física le quita al niño la fuerza que el cuerpo necesita para combatir las infecciones. Como regla general, la fase aguda de las enfermedades respiratorias no dura más de 2-3 días, después de lo cual la condición del bebé mejora significativamente.

La rinitis y la tos molestan al niño durante 4-5 días después de que la inflamación en las vías respiratorias comienza a retroceder. Es durante este período que los pediatras recomiendan realizar caminatas de media hora al aire libre, que estimulan la excreción de moco y, como resultado, mejoran el bienestar del pequeño paciente.