Dolencias de garganta

Tratamiento de un estridor congénito de laringe en un niño.

El estridor laríngeo en los niños es un síntoma que caracteriza la respiración ruidosa. Las manifestaciones clínicas del síntoma son silbidos, sollozos o gruñidos que se producen durante la respiración. Esta condición se observa en el 50% de los niños, y el estridor congénito se observa con mayor frecuencia. Se caracteriza por el hecho de que desde las primeras horas después del nacimiento, el niño tiene una respiración ruidosa al gritar, llorar o durante la alimentación.

Por lo general, el estado general del niño no sufre, está aumentando de peso, su voz se conserva. Sin embargo, con el agravamiento de la afección, que es extremadamente rara, la respiración ruidosa se puede combinar con un cambio cualitativo en la voz, disfonía.

Desarrollo de síntomas

En la mayoría de los niños, estos síntomas de patología laríngea remiten varias horas después del nacimiento. En otros casos, estos síntomas pueden estar presentes hasta los 2-3 años de edad. Sin embargo, incluso en este caso, no hay motivo de preocupación. Este síntoma se debe a las características anatómicas del cuerpo del niño, la densidad insuficiente de las paredes de la laringe y la tráquea en los niños. Con el crecimiento, estas partes de la respiración también se desarrollan, el cartílago de la laringe se vuelve más desarrollado. El paso del aire a través del tracto respiratorio ya no se acompaña de un fondo sonoro.

El estridor congénito pasa por varias etapas en su desarrollo. La mayoría de las veces, los padres y los médicos tienen que lidiar con la primera etapa, en la que la condición patológica se observa solo en las primeras horas después del nacimiento y luego pasa por sí sola, sin requerir ninguna intervención terapéutica. Si con el tiempo los síntomas persisten, esto requiere un examen del niño, ya que este síntoma puede caracterizar una patología grave.

El estridor congénito en la tercera etapa se caracteriza por trastornos respiratorios graves que requieren aclaración y tratamiento inmediatos. La cuarta etapa se caracteriza no solo por una respiración ruidosa, sino también por su violación, la aparición de otros síntomas, lo que indica el desarrollo de insuficiencia respiratoria. En esta etapa, se demuestra que se toman medidas urgentes para restaurar la permeabilidad respiratoria.

Patología que acompaña al estridor

Muy a menudo, una patología congénita que se manifiesta por una respiración ruidosa es:

  • subdesarrollo de la laringe y tráquea, mostrando debilidad de las paredes;
  • patología del sistema nervioso, manifestada por parálisis o espasmo de las cuerdas vocales, agravada durante la inhalación;
  • hipotiroidismo congénito o tumor de la glándula tiroides, esófago;
  • tumores benignos y malignos del espacio de revestimiento;
  • la entrada de un cuerpo extraño en la luz de la laringe;
  • el resultado de la cirugía, la intubación traqueal y, como resultado, el desarrollo de edema, proceso infeccioso.

En la mayoría de los casos, el desarrollo de estridor se debe a la debilidad congénita de las paredes de la laringe.

En este caso, al inhalar, la epiglotis y sus ligamentos se hunden en la cavidad laríngea, lo que provoca su estrechamiento. Esta condición a menudo se desarrolla en bebés prematuros que sufren de raquitismo o desnutrición.

El segundo lugar entre las razones del desarrollo de este síntoma se le da a una violación de la inervación y parálisis de las cuerdas vocales. No se sabe con certeza qué causó esta patología del sistema nervioso. El trauma de nacimiento es un factor contribuyente. La lesión bilateral de las cuerdas vocales se acompaña de falta de voz. Además, la afonía puede indicar la participación del sistema nervioso central en el proceso.

Es mucho menos probable que los tumores benignos, el hemangioma, el papiloma laríngeo provoquen el desarrollo de este síntoma. Al mismo tiempo, la compresión de la laringe desde el exterior puede deberse al desarrollo de un tumor de la glándula tiroides, el esófago. El estridor congénito puede desarrollarse como un signo aislado o ser uno de los síntomas de las enfermedades genéticas, Marfan, síndrome de Down. La cardiopatía congénita, la falta de cierre de la ventana oval, a menudo también se combina con una respiración ruidosa.

Métodos de diagnóstico

Cuando se detecta la respiración con estridor, el niño está sujeto a un examen por parte de varios especialistas que deben averiguar la naturaleza del desarrollo de este síntoma. En primer lugar, debe aclararse si el niño tiene signos de laringitis o crup, las afecciones patológicas más comunes acompañadas de respiración ruidosa.

El principal método de diagnóstico utilizado para las lesiones de la laringe es la laringoscopia.

Le permite realizar un estudio objetivo del órgano y aclarar la naturaleza de los cambios patológicos. La más informativa es la laringoscopia directa realizada bajo anestesia general. También se pueden utilizar métodos de diagnóstico adicionales.

  • Examen de rayos X de la laringe y los tejidos blandos del cuello en dos proyecciones, anterior y lateral;
  • examen de ultrasonido de la laringe;
  • broncoscopia;
  • radiografía de pecho;
  • imágenes de resonancia magnética y computarizada de la laringe, si es necesario, el cerebro;
  • Ecografía de órganos internos;
  • Ecografía de la glándula tiroides;
  • análisis general de sangre, orina;
  • estudio del nivel de hormonas tiroideas, etc.

Principios de tratamiento

En el caso de que no se haya identificado la patología que conduce al desarrollo de una respiración ruidosa y la condición del paciente no sea motivo de preocupación, las principales medidas terapéuticas son de carácter preventivo. Están destinados a prevenir el deterioro de la afección. Esto requiere

  1. Visitas periódicas al pediatra para evaluar la dinámica de la condición del niño;
  2. Cumplimiento de una dieta y dieta, cuando se excluyen alimentos con conservantes, especias, alimentos ásperos, excesivamente calientes o fríos. Es aconsejable utilizar alimentos blandos y bien picados, en pequeñas porciones;
  3. Realizar procedimientos de restauración, que incluyen endurecimiento del niño, caminatas regulares al aire libre, alimentos fortificados, educación física;
  4. Masaje, que es un procedimiento destinado a aumentar el tono muscular y la inmunidad.

El curso de las enfermedades respiratorias se manifiesta por una exacerbación del estridor, ya que se acompaña de hinchazón y un aumento en la cantidad de moco en la luz del tracto respiratorio. Clínicamente, esto puede manifestarse por dificultad para respirar, dificultad para respirar, aparición de cianosis en la piel.

La participación de los músculos auxiliares en la respiración se manifiesta por la retracción de las cavidades supraclaviculares, la región epigástrica y los espacios intercostales. El peligro es que, en casos graves, una enfermedad respiratoria de cualquier etiología en el contexto de un estridor congénito puede provocar asfixia y el desarrollo de insuficiencia respiratoria aguda.

Una parte importante de la prevención es la prevención de las enfermedades catarrales. En el caso de su desarrollo, es necesario tener cuidado con los fármacos que favorecen la producción de mocos, expectorantes y mucolíticos. Si la condición empeora en el contexto de ARVI o laringitis, puede ser necesario un tratamiento hospitalario del paciente. Los fondos prescritos se utilizarán para aliviar el espasmo, mejorar la permeabilidad de la tráquea y la laringe.

Estos pacientes no necesitan tratamiento médico especial. Por lo general, durante el primer año de vida de un niño, la condición volverá a la normalidad. En el caso de que la sintomatología aumente, se hace necesario realizar una intervención quirúrgica dirigida a mejorar la permeabilidad del aire a través del tracto respiratorio.Si la situación es causada por la debilidad de la pared de la laringe y la depresión de la epiglotis y los ligamentos escapulares hacia la cavidad laríngea, recurren a incisiones con láser en la epiglotis, disección de los ligamentos y posible extirpación parcial del cartílago aritenoides.

Con el desarrollo de un proceso tumoral, localizado tanto en la laringe como en los órganos circundantes, se muestra un diagnóstico completo de la afección con una mayor eliminación de las neoplasias y su examen histológico obligatorio.