Enfermedades del oído

Colesteatoma del oído medio

La identificación del colesteatoma de oído puede ser un desafío, incluso para los especialistas, ya que la enfermedad es asintomática en sus etapas iniciales. Sin embargo, las quejas sobre la aparición de dolor de oído sordo, doloroso, opresivo o punzante, discapacidad auditiva y, en algunos casos, mareos y la aparición de secreción fétida indican el desarrollo de enfermedades inflamatorias purulentas en el paciente, que, a su vez, a menudo causan la formación de colesteatoma.

Causas de ocurrencia

A pesar de que esta patología es similar a un tumor de oído, su similitud es puramente formal. A diferencia de una formación similar a un tumor, un colesteatoma consta de varias capas contenidas en una cápsula de tejido conectivo. Sobre la base de su apariencia, una superficie lisa, recibió su nombre de "tumor perlado". Dentro de la cáscara hay un epitelio queratinizado, cristales de colesterol y queratina, y el núcleo de esta neoplasia es una sustancia blanca con un olor penetrante y desagradable.

El origen del colesteatoma del oído medio es diferente. Por lo tanto, puede formarse como resultado de un trauma o enfermedades purulentas desatendidas del órgano auditivo; en el 90% de los casos, su aparición es el resultado de una otitis media purulenta crónica. El colesteatoma adquirido durante la vida también se denomina "falso".

Hay dos tipos de mecanismos para su aparición. En el primer caso, hay un crecimiento del epitelio escamoso del oído externo hacia la cavidad media a través de una ruptura en la membrana timpánica. En el segundo, una disminución de la presión en la cavidad timpánica, provocada por Eustaquitis, conduce a la retracción de una porción bastante grande de la membrana timpánica hacia ella, donde comienzan a acumularse queratina y partículas epiteliales.

En casos raros, esta enfermedad puede ser de naturaleza congénita, entonces se la llama "verdadera".

Como regla general, los trastornos embrionarios se convierten en la causa de una patología congénita y se localizan en la pirámide del hueso temporal. En cualquier caso, esta patología conlleva un grave daño en el oído medio, ya que a medida que crece, comienza a ejercer presión sobre el tejido óseo circundante, lo que provoca su destrucción. Además, las secreciones del colesteatoma son tóxicas y pueden provocar alteraciones en la percepción del sonido. Así, esta enfermedad puede derivar en complicaciones graves en forma de abscesos cerebrales, meningitis, meningoencefalitis, parálisis de los nervios faciales, etc.

Diagnósticos

El diagnóstico oportuno de esta enfermedad es un factor importante para un tratamiento más eficaz y la prevención de complicaciones. Cuando aparecen los síntomas y signos clínicos descritos anteriormente (dolor de oído de diferente naturaleza, secreción de detritos, dolores de cabeza, mareos, discapacidad auditiva, etc.), los otorrinolaringólogos, así como los neurólogos y neurocirujanos, recurren a métodos de diagnóstico instrumental. Los procedimientos de diagnóstico más efectivos son:

  • otomicroscopía;
  • radiografía de hueso temporal;
  • Tomografía computarizada;
  • Imagen de resonancia magnética;
  • audiometría (detección de pérdida auditiva);
  • audiometría de umbral tonal (detección de un tipo mixto de pérdida auditiva);
  • vestibulometría (análisis de las funciones del aparato vestibular).

Tratamiento

En las primeras etapas del desarrollo de esta enfermedad, es posible utilizar un tratamiento farmacológico. Los principios básicos de dicha terapia son el lavado del espacio timpánico con una solución de ácido bórico o enzimas proteolíticas. Si el método habitual de lavado no ayuda a mejorar la condición del paciente, para este procedimiento se usa un tubo especial de cavidad del tambor con una curva en el extremo, que se inserta a través de una abertura en la membrana timpánica. Con un tratamiento exitoso, el paciente cesa la supuración, las cicatrices y la regeneración de los tejidos del espacio timpánico.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento conservador no produce el efecto deseado, por lo que el problema se resuelve principalmente mediante una intervención quirúrgica.

La operación para extirpar el colesteatoma de oído se divide en varias etapas:

  • extirpación directa del "tumor perlado";
  • saneamiento de la cavidad limpia del oído medio (para prevenir la recurrencia de la enfermedad);
  • restauración de huesecillos auditivos lesionados;
  • restauración de la integridad de la membrana timpánica.

Período postoperatorio

Inmediatamente después de la cirugía, el paciente puede experimentar mareos y náuseas, pero durante los próximos 7 a 10 días, estos síntomas posoperatorios desaparecen gradualmente. Antes de que el paciente sea dado de alta del hospital, se retiran los puntos de sutura de la herida detrás del oído externo. Luego se hace un apósito en este lugar, que debe cambiarse cada pocos días y retirarse por completo después de que la herida haya sanado. Cuatro semanas después de la operación para extirpar el colesteatoma del oído, los especialistas realizan un examen de control de la audición del paciente. Si se necesita una intervención quirúrgica adicional para mejorarlo, no puede realizarse antes de los 6 meses posteriores a la primera.

Con una finalización exitosa del tratamiento, debe recordarse que el órgano auditivo operado tiene una mayor sensibilidad y debe protegerse de la hipotermia y diversas infecciones que ingresan en él.