Cardiología

3 grados de hipertensión

La hipertensión en etapa 3 representa una grave amenaza para la salud y la vida humanas. Por lo tanto, ante la primera sospecha, debe someterse a los exámenes necesarios lo antes posible para que el médico seleccione las tácticas de tratamiento adecuadas.

Causas y síntomas

La hipertensión es una de las enfermedades cardiovasculares más comunes. Según las estadísticas, alrededor del 30% de las personas se enfrentan a este problema. La etapa 3 de esta enfermedad es de especial peligro para los humanos. Las personas con presión arterial alta deben tomarse su salud muy en serio, ya que principalmente corren el riesgo de desarrollar complicaciones. Por lo tanto, necesita saber cómo se puede manifestar la hipertensión de tercer grado. Sus síntomas y tratamiento dependen de las características individuales del organismo.

La hipertensión es una enfermedad caracterizada por un curso crónico. Se acompaña de un aumento persistente de la presión arterial. Sus lecturas pueden ser de 140/90 mm Hg o más.

La hipertensión puede ocurrir debido a un sobreesfuerzo, actividad psicoemocional, como resultado de lo cual existe una violación de los mecanismos hormonales responsables del control de la presión arterial, se notan desviaciones del sistema vasomotor.

Un aumento persistente de la presión puede desencadenarse por una gran cantidad de razones, estas son:

  • patología renal;
  • estrechamiento de la aorta;
  • Enfermedad de Takayasu (estrechamiento de vasos grandes);
  • tumor de la glándula suprarrenal;
  • enfermedad del corazón;
  • anomalías en la glándula tiroides.

La sangre es expulsada por el corazón y suministrada bajo presión al sistema circulatorio. En el proceso de contracción del miocardio, se observa la presión sistólica y, durante la relajación, la presión diastólica, respectivamente, superior e inferior. Debido a la diferencia entre sus indicadores, se forma una onda de pulso.

Normalmente, la presión debe ser de 120/80 mm Hg. Son admisibles sus ligeras desviaciones en la dirección de crecimiento o declive. Esta condición se debe al suministro de sangre a los tejidos. Durante el ejercicio, la presión puede aumentar. Tan pronto como desaparece la necesidad de aumentar el flujo sanguíneo, sus indicadores vuelven a la normalidad.

Hay varios factores que provocan el desarrollo de hipertensión arterial:

  • envejecer;
  • estilo de vida pasivo;
  • la presencia de malos hábitos (tabaquismo, abuso de alcohol);
  • comer alimentos con alto contenido de sal;
  • dieta con hipocalcio;
  • la presencia de obesidad y diabetes mellitus;
  • predisposición genética;
  • una mayor cantidad de lipoproteínas y triglicéridos aterogénicos.

Los pacientes se dividen en grupos según el nivel de presión arterial, la actitud hacia el grupo de riesgo, enfermedades concomitantes, daño a los órganos.

Los síntomas de esta enfermedad son muy difíciles de pasar por alto. La primera señal de advertencia es la presión crítica, contra la cual pueden surgir otros problemas.

Los síntomas de la hipertensión incluyen:

  • disminución de la calidad de la visión;
  • mareo;
  • la aparición de manchas oscuras ante los ojos;
  • debilidad en el cuerpo.

Estas manifestaciones están asociadas con daño a los vasos sanguíneos, que ocurre debido a una mayor carga sobre ellos debido a la presión arterial alta. Los vasos sanguíneos pierden su elasticidad y su superficie se cubre gradualmente con placas de colesterol. Esto conduce al cierre de la luz y a la obstrucción del suministro de sangre.

Si hablamos del corazón, entonces su ventrículo izquierdo aumenta gradualmente de tamaño, la capa muscular se engrosa en sus paredes y la elasticidad del miocardio se ve muy afectada. Esto lleva al hecho de que el ventrículo izquierdo pierde la capacidad de realizar plenamente sus tareas. Si el tratamiento no se inicia a tiempo, existe el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca.

La función renal también puede verse afectada debido a la presión arterial alta. Su flujo sanguíneo se deteriora en el contexto de lesiones vasculares. La consecuencia de esto es la insuficiencia renal, que a menudo es de naturaleza crónica.

En presencia de hipertensión, el cerebro humano se ve especialmente afectado. Esto sucede debido a la esclerosis vascular y una disminución de su tono. El problema se agrava si los vasos tienen un sistema tortuoso, porque la tortuosidad severa conduce a la formación de coágulos de sangre.

La hipertensión de grado 3 sin el tratamiento adecuado puede causar problemas muy graves. Si el cerebro no recibe una nutrición adecuada y hay falta de oxígeno, la atención se dispersa, aparecen problemas de memoria, se desarrolla encefalopatía, en la que disminuye la actividad intelectual. Algunas consecuencias pueden incluso provocar una pérdida total de rendimiento.

Debido a la formación de coágulos de sangre, que se concentran en los vasos sanguíneos del cerebro, existe una alta probabilidad de accidente cerebrovascular isquémico. También puede ocurrir un accidente cerebrovascular hemorrágico causado por la separación de un coágulo de sangre. Tales condiciones pueden ser catastróficas para una persona, ya que existe el peligro de contraer una discapacidad.

Otra complicación peligrosa es el derramamiento de sangre en varios órganos. Esto suele estar asociado con una disminución de la elasticidad vascular. Además, pueden producirse hemorragias en el área del aneurisma. Esto se debe al adelgazamiento de las paredes de los vasos sanguíneos que se rompen fácilmente.

Para que la hipertensión en etapa 3 grado 3 no se vuelva más grave, debe responder de manera oportuna a los siguientes síntomas:

  • sensación de constricción en el área de las sienes;
  • dolores de cabeza severos;
  • la aparición de ruido en uno o ambos oídos;
  • la sensación de un "velo" en los ojos;
  • problemas para dormir;
  • postración.

Para superar con éxito la hipertensión de grado 3, no se deben ignorar los síntomas y el tratamiento recomendado por el médico. Si no se hace nada, aumentará la carga en los vasos sanguíneos, que sufren cambios estructurales y se vuelven frágiles.

Poco a poco, pierden la capacidad de realizar adecuadamente sus tareas principales, en cuyo contexto aumentan los riesgos y aparecen otros síntomas:

  • desviaciones del trabajo del corazón;
  • irritabilidad infundada;
  • disminución de la agudeza visual;
  • deterioro de la memoria;
  • la presencia de dificultad para respirar incluso con poco esfuerzo físico.

Diagnóstico

El diagnóstico de hipertensión se basa en los valores de los indicadores de presión arterial, si no caen por debajo de 180/100 mm Hg durante mucho tiempo. Al diagnosticar, las quejas del paciente son muy importantes. Si tiene náuseas, mareos, edema, debilidad en el cuerpo, aumento de la frecuencia cardíaca, definitivamente necesita supervisión médica.

Para obtener datos correctos, en un plazo de dos semanas el paciente debe acudir a una cita con un especialista y tomar dos medidas de presión arterial. Por lo tanto, se realiza el diagnóstico de hipertensión en etapas 3 y 2. Esto le permite determinar la presencia de edema en los vasos periféricos. La técnica de este tipo permite escuchar el corazón y calcular su configuración.

Si tras superar una serie de exámenes se diagnosticó hipertensión de grado 3, esto significa que existe un alto riesgo de padecer complicaciones de esta dolencia. Para evitar que se produzcan consecuencias graves, se requieren con urgencia medidas de tratamiento adecuadas. De lo contrario, la hipertensión de grado 3 (riesgo 3) puede provocar discapacidad.

Hay cuatro grupos de riesgo, que están determinados por el porcentaje de probabilidad de daño a los órganos del sistema cardiovascular y factores agravantes.

Grupos de riesgoExplicación
Primero (bajo riesgo)Dentro del 15%, sin agravantes.
Segundo (medio)15-20% con no más de 3 factores agravantes.
Tercero (alto)Hasta un 30% y más de 3 agravantes.
Cuarto (muy alto)A partir del 30% y más, junto con esto, se notan daños en los órganos del sistema cardiovascular y más de 3 factores agravantes.

Entre los factores de sobrepeso se encuentran el sobrepeso, el tabaquismo, el estrés crónico, la diabetes mellitus, la falta de actividad física, la alimentación poco saludable, las patologías endocrinas.

Hipertensión grado 3, riesgo 2... Esta etapa se caracteriza por ataques de angina de pecho, alteraciones del ritmo cardíaco y del sueño. Al examinar a los pacientes, muchos tienen una lesión de los órganos internos. Para confirmar el diagnóstico de hipertensión de grado 3 (segundo riesgo), se puede prescribir donación de sangre y orina, ECG, oftalmoscopia, ecografía, EEG, urografía, TC de los riñones.

Hipertensión grado 3, riesgo 3... Esta forma de la enfermedad representa un grave peligro para la salud y la vida de las personas. La hipertensión arterial de tercer grado (tercer riesgo) incluso amenaza con la discapacidad. Puede causar problemas con el corazón, el cerebro, los riñones o la retina.

Incluso la hipertensión de grado 2 con el mismo riesgo puede provocar trastornos irreversibles debido a la presencia de factores agravantes. Para minimizar el riesgo de grado 3 en la etapa 3, no descuide las recomendaciones de los médicos y, si es necesario, comuníquese de inmediato con una institución médica.

Hipertensión grado 3, riesgo 4... Puede provocar trastornos del habla o de las funciones motoras hasta la parálisis. En este caso, una persona ya no puede arreglárselas sin la ayuda de extraños. Necesita un cuidado constante y una mayor atención. Su salud empeora cada día, ya que la enfermedad afecta a nuevos órganos y sistemas.

El diagnóstico exacto se anuncia después de un examen físico (escuchar el corazón con un fonendoscopio), electrocardiograma, ultrasonido, arteriografía, ultrasonido Doppler, exámenes de riñón y tiroides.

Discapacidad

En caso de daño severo en el cerebro, el corazón o los riñones, se le puede asignar al paciente un determinado grupo de discapacidad. Sin embargo, algunos pacientes pueden considerarse parcialmente discapacitados y pueden trabajar desde casa.

Si estamos hablando de complicaciones cardiovasculares graves (CVC), deterioro significativo en el trabajo del cerebro o los riñones, a una persona se le asigna un grupo de discapacidad 2. Al mismo tiempo, debe estar constantemente en una cuenta de dispensario especial y ser examinado periódicamente por un médico. Completar un curso de rehabilitación le permitirá recuperarse de una enfermedad y mejorar la salud de un paciente hipertenso.

Tratamiento

Es necesario tratar la hipertensión de grado 3 de manera integral. Para estos fines, se utilizan varios fármacos que interactúan entre sí. Un remedio no será suficiente para hacer frente a la derrota de los órganos internos.

El primer paso es comenzar a organizar el estilo de vida adecuado. Debes reducir la actividad y cuidar una dieta equilibrada. Muy a menudo, con hipertensión, debe seguir una dieta especial. Su desarrollo debe ser realizado por un especialista, teniendo en cuenta las características individuales de cada paciente individual. Además, se pueden recomendar tratamientos de bienestar, cuya esencia es mejorar la salud en general.

También es necesario alternar entre trabajo y descanso. Un paciente diagnosticado con hipertensión debe tratar de evitar el sobreesfuerzo y el exceso de trabajo.

Terapia tradicional

La farmacoterapia es un paso importante en el tratamiento de la hipertensión de grado 3. Para cada paciente, teniendo en cuenta el grado de la enfermedad y los riesgos existentes, se seleccionan los medicamentos óptimos con la ayuda de los cuales se elimina la causa del aumento de la presión arterial. Es muy indeseable automedicarse, porque amenaza con complicaciones graves, reacciones secundarias e incluso puede provocar la muerte.

Con hipertensión, debe tomar medicamentos de acción prolongada. Los medicamentos recetados se beben a la vez, después de lo cual es necesario medir la presión de vez en cuando.

Se usa una combinación de medicamentos para el tratamiento. Es muy importante recibirlos de manera oportuna, evitando omisiones, para no provocar un deterioro en el estado. Para el tratamiento de la hipertensión, se pueden usar los siguientes grupos de medicamentos:

  • antagonistas del calcio;
  • diuréticos;
  • inhibidores;
  • bloqueadores beta;
  • magnesia.

La acción de estos medicamentos tiene como objetivo reducir la presión arterial. La dosis, el número de recepciones y la duración del tratamiento dependen de la categoría de edad del paciente, las enfermedades concomitantes y el estado general del paciente.

Si se le ha diagnosticado insuficiencia cardíaca, también se le recetan medicamentos nitro. Para mejorar la circulación cerebral se utilizan agentes vasculares y vitaminas.

En caso de un ataque agudo, el paciente es enviado a un hospital, donde debe estar bajo la estricta supervisión de especialistas. Tan pronto como se estabiliza la presión, es dado de alta del hospital. Sin embargo, esto no significa que el tratamiento esté completo. El paciente debe seguir tomando los medicamentos recetados. De lo contrario, existe la posibilidad de una crisis hipertensiva.

Remedios caseros

El uso de remedios caseros estará justificado si se combina con la toma de medicamentos. Antes de tratar la hipertensión con el método elegido, debe ser aprobado por el médico tratante.

Con esta enfermedad, la medicina herbal ha demostrado su eficacia. Las hierbas que tienen efecto sedante son perfectas para combatir la enfermedad. Están representados por melisa medicinal, manzanilla, menta, valeriana y espino. Estas hierbas se elaboran de acuerdo con las instrucciones de las instrucciones y se consumen como té. Si se desea, se puede agregar azúcar o miel a dichas bebidas (siempre que no haya alergia a los productos apícolas).

El té verde, en el que puedes poner una rodaja de limón, ayudará a reducir la presión arterial. La decocción de rosa mosqueta ayuda a que la presión vuelva a la normalidad.

Los productos a base de ajo son muy eficaces en esta enfermedad. Este producto se adapta bien a la presión arterial alta persistente. Se distingue por sus propiedades anticoagulantes, previene la deposición de lípidos en las paredes de los vasos sanguíneos y estimula el flujo sanguíneo. Gracias al ajo, es posible minimizar la formación de coágulos sanguíneos, que obstruyen los vasos sanguíneos y provocan el desarrollo de infartos y accidentes cerebrovasculares. En ningún caso debe combinarse con la toma de anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios, ya que esto puede provocar hemorragias.

Si se ha diagnosticado hipertensión de grado 3, su tratamiento se puede realizar con infusión de ajo. La herramienta está preparada de esta manera:

  • Se cortan 2 dientes en rodajas finas;
  • vierta agua hirviendo;
  • dejar infundir durante 12 horas.

El medicamento resultante se bebe, después de lo cual se prepara una nueva preparación. La duración del tratamiento es de 30 días. El medicamento se toma dos veces al día, un vaso a la vez (preferiblemente por la mañana y antes de acostarse).

Como sabes, siempre es más fácil prevenir una enfermedad que curarla más tarde. Es muy importante prestar atención a las medidas preventivas, que consisten en normalizar los patrones de sueño, abandonar los malos hábitos, reducir la actividad física y combatir el sobrepeso. También debe visitar periódicamente a un médico, someterse a exámenes y pruebas. Esto permitirá identificar la enfermedad en las primeras etapas y comenzar la lucha contra ella de manera oportuna.