Cardiología

Ataque VSD y métodos para enfrentarlo

La distonía neurocirculatoria o vegetovascular, o como también se le llama, es una enfermedad caracterizada por síntomas generales de deterioro del funcionamiento del sistema nervioso autónomo. Esta patología tiene una etiología poco clara, muy a menudo afecta a los jóvenes. Mucho más a menudo (casi 3 veces) ocurre en mujeres. A menudo, su curso se acompaña de exacerbaciones que empeoran significativamente la condición del paciente y requieren atención médica. En este caso, los síntomas de un ataque de CIV suelen ser similares a las manifestaciones de otras patologías, como una crisis hipertensiva o un infarto de miocardio.

¿Qué es un ataque de CIV y cuáles son sus síntomas?

Por lo general, la CIV es de naturaleza crónica, sus síntomas están constantemente presentes, tienen una baja intensidad. Pero, bajo la influencia de ciertos factores internos y externos, puede ocurrir una exacerbación, que se denomina ataque de distonía vegetativo-vascular. Hay varios tipos de crisis vegetativas, cada una de las cuales tiene sus propios síntomas clínicos.

Crisis simpatoadrenal: surge de un aumento en el tono del sistema nervioso simpático. Tiene los siguientes síntomas:

  • dolor en la región del corazón, dolor de cabeza;
  • hipertensión arterial;
  • taquicardia;
  • entumecimiento de las extremidades;
  • ataques de pánico, ansiedad;
  • pupilas dilatadas.

Hiperventilación: se asemeja a un ataque de asma bronquial, con las siguientes manifestaciones:

  • asfixia, el paciente siente falta de aire;
  • cardiopalmus;
  • tos;
  • aumenta la presión arterial.

Vagoinsular: activa el sistema nervioso parasimpático y libera insulina. Se caracteriza por los siguientes signos:

  • severa debilidad;
  • mareo;
  • temblor de las extremidades, convulsiones;
  • sudoración excesiva;
  • bradicardia;
  • náusea;
  • hipotensión

Vegeto-vestibular: los síntomas empeoran con un cambio en la posición del cuerpo, por ejemplo, con un aumento brusco:

  • mareo;
  • náuseas vómitos;
  • inestabilidad de la presión arterial: sube y baja.

Los síntomas de la crisis de la CIV duran desde varios minutos hasta un par de días, según la gravedad de la exacerbación, de los cuales hay tres:

  • fácil: no dura más de 10 minutos, con síntomas leves;
  • moderado: dura de una a cuatro horas, el cuadro clínico es más pronunciado;
  • severos: los síntomas de la enfermedad no desaparecen durante muchas horas, o incluso días, son muy pronunciados y el paciente no puede realizar sus actividades normales.

Es muy difícil distinguir de forma independiente un ataque de VSD de otras enfermedades con una imagen similar, por lo tanto, si aparecen tales signos, debe consultar a un médico.

¿Cómo prestar primeros auxilios a un paciente en crisis?

Como ya se mencionó, la distonía es principalmente una enfermedad nerviosa, por lo que no debe apresurarse inmediatamente a buscar medicamentos para el corazón o hipotónicos. En primer lugar, debe calmarse y dejar de entrar en pánico. Aconseje que cuente hasta 10 y respire lenta y profundamente. Con el mismo propósito, se pueden realizar ejercicios de respiración.

Siente al paciente en una silla o acuéstelo en el sofá. Abra la ventana para que entre aire fresco, especialmente en forma hiperventilada. Mide la presión. En una crisis hipotónica, levantar las piernas por encima de la cabeza mejorará el flujo sanguíneo al cerebro. Con hipertensos, sumérjalos en agua caliente, lo que expandirá los vasos de las extremidades.

Puede tomar un sedante suave: una tintura de valeriana o raíz de agripalma, corvalol o validol. Para el mismo propósito, se recomienda usar decocciones de hierbas, de bálsamo de limón o menta.

Con una crisis vagoinsular, el té dulce caliente o los caramelos ayudarán, lo que aumentará el nivel de glucosa en la sangre. Para deshacerse de la taquicardia, simplemente presione ligeramente los globos oculares, lo que provocará el reflejo correspondiente y la frecuencia cardíaca disminuirá.

En la mayoría de los casos, estos consejos ayudan a superar la crisis de VSD en casa. Si no hay ningún efecto, llame a una ambulancia de inmediato.

Tácticas de tratamiento

Eliminar un ataque agudo de VSD es solo el primer paso. El tratamiento de esta enfermedad debe ser integral e incluir métodos psicoterapéuticos, terapia de ejercicios, ejercicios de respiración y medicamentos, tanto tradicionales como populares.

La psicoterapia incluye autoentrenamiento y meditación. Se trata de técnicas sencillas que restablecen el equilibrio del sistema nervioso, mejoran el rendimiento y previenen las convulsiones. Para recibir capacitación en estos métodos, comuníquese con un profesional adecuado.

La fisioterapia incluye muchos complejos que le permiten influir en varias funciones del cuerpo. Su médico le ayudará a encontrar los ejercicios adecuados.

La gimnasia respiratoria es un método simple que le permite influir directamente en las funciones del sistema autónomo, que es muy importante en el tratamiento de la distonía.

Con los síntomas no farmacológicos de la CIV mal controlados, es posible que se requiera farmacoterapia. Por lo general, se utilizan sedantes, como tranquilizantes o antidepresivos, reguladores de la presión arterial (betabloqueantes, diuréticos, inhibidores de la ECA).

La medicina a base de hierbas incluye el uso de preparaciones a base de hierbas como Eleutherococcus, ginseng, Rhodiola rosea, Schisandra chinensis. La tintura de valeriana, agripalma, peonía, decocciones de menta, bálsamo de limón y ortiga de perro se utilizan como sedantes.

Conclusiones

La exacerbación de la distonía neurocirculatoria es una condición muy desagradable que ocurre bajo la influencia de varios factores, como exceso de trabajo, embarazo, resaca y la ingesta de ciertos medicamentos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es muy posible hacer frente al ataque por su cuenta.

Un factor importante para deshacerse de la CIV es la prevención. Mantener un estilo de vida saludable y evitar los provocativos puede reducir significativamente la frecuencia de las exacerbaciones.