Tratamiento de garganta

Cauterización de amígdalas con láser.

Las amígdalas palatinas (amígdalas) están dañadas por una enfermedad infecciosa como la amigdalitis. El proceso patológico puede ser agudo y crónico, unilateral (la glándula está dañada en un lado) y bilateral. La amigdalitis aguda se puede curar por completo con métodos conservadores. Pero con una apelación tardía a un especialista o como resultado del uso de una terapia analfabeta, la angina se complica por muchas condiciones patológicas. Una de las complicaciones graves es el desbordamiento de un proceso agudo en uno crónico. Desafortunadamente, la terapia conservadora no siempre ayuda con la amigdalitis crónica. El tratamiento con láser de las amígdalas es, con mucho, la forma más eficaz de deshacerse de la enfermedad.

¿Qué es la amigdalitis crónica?

Un proceso crónico significa un curso lento de la enfermedad con períodos de exacerbación y remisión. La microflora patógena que se encuentra constantemente en la orofaringe tiene un efecto extremadamente negativo en todo el cuerpo. Pueden desarrollarse reumatismo, procesos inflamatorios en los sistemas cardiovascular, genitourinario, respiratorio y nervioso. Por lo tanto, el tratamiento adecuado y oportuno de la amigdalitis crónica no es menos importante que el tratamiento de la angina de pecho.

Causas

  • dolores de garganta frecuentes 4-6 veces al año;
  • violación de la respiración nasal debido a la curvatura del tabique nasal;
  • adenoides y adenoiditis;
  • procesos inflamatorios en los órganos ENT;
  • pólipos en la nariz.

Etapas

  • etapa de compensación: el cuerpo hace frente a la patología por sí solo;
  • Etapa de descompensación: las glándulas pierden sus funciones y se convierten en una fuente de propagación de microbios.

Síntomas

  • dolor de garganta persistente, moderado a intenso;
  • agrandamiento de las amígdalas, dolor en ellas;
  • hinchazón de la mucosa nasofaríngea;
  • tapones en las lagunas de las amígdalas;
  • tos húmeda
  • temperatura corporal subfebril, que dura un largo período;
  • halitosis;
  • exacerbación instantánea de la enfermedad cuando se expone a factores adversos: comida o bebida fría, pies mojados, hipotermia, corrientes de aire, cambios de clima frecuentes y bruscos, contacto con una persona infectada;
  • disminución del rendimiento, aumento de la fatiga;
  • disminucion del apetito;
  • dolor articular recurrente, que puede ocurrir cada vez en una articulación diferente. Las articulaciones de la rodilla y la muñeca son las más afectadas.

Los niños son susceptibles a la amigdalitis crónica debido a las características anatómicas: espacios estrechos y profundos con conductos de hendidura ramificados

Tratamiento

La inflamación crónica de las glándulas palatinas suele ir acompañada de procesos concomitantes: rinitis, adenoiditis, sinusitis, faringitis, dientes cariados, periodontitis. La terapia debe ser integral y dirigida a eliminar las causas. La amigdalitis crónica se trata con métodos conservadores y quirúrgicos.

El tratamiento conservador incluye la eliminación de la infección secundaria, el desbridamiento regular de las amígdalas y la cavidad oral, tratamiento ultravioleta, radioterapia, inyecciones de antibióticos en las amígdalas, terapia fortificante, desensibilizante, irrigación de las amígdalas con antisépticos, compresas calientes, lubricación, enjuague. Los métodos conservadores son efectivos en el caso de una naturaleza local del proceso, que se limita solo a las amígdalas. Con métodos terapéuticos, puede lograr una remisión a corto plazo.

Métodos quirúrgicos:

  • acústica galvánica, diatermocoagulación: los métodos no se usan a menudo en la actualidad, consisten en abrir lagunas (lacunotomía) y evacuar detritos, focos purulentos, eliminar un espacio cerrado en las amígdalas;
  • la disección de lagunas rara vez se usa debido al alto riesgo de sangrado de las amígdalas;
  • amigdalectomía: una operación radical para el extirpación de amígdalas;

La amigdalectomía se realiza con más frecuencia en la infancia.

  • criocirugía: exposición de un órgano a bajas temperaturas, a las que se produce la muerte de las células patológicas. El método se usa si existen contraindicaciones para la amigdalectomía;
  • electrocoagulación: eliminación del área afectada mediante corrientes de alta frecuencia;
  • ablación con láser de amígdalas: rechazo de una parte de un órgano mediante cauterización con radiación láser.

Tratamiento con láser de amígdalas.

Hoy en día, los expertos intentan preservar las amígdalas de forma asequible. Esto se debe al hecho de que las glándulas palatinas están involucradas en la formación de inmunidad y son un obstáculo para la microflora patógena. Si las amígdalas están completamente ausentes, se abre un camino directo para la penetración de microbios en el cuerpo humano.

La destrucción de las amígdalas con láser es la alternativa de preservación de órganos más exitosa a la amigdalectomía radical.

Tipos de tratamientos con láser

  1. Láser de fibra óptica: se utiliza en caso de daño a la mayoría de las glándulas.
  2. Láser de holmio: se utiliza para eliminar lesiones dentro del órgano, mientras que los tejidos circundantes se conservan intactos.
  3. Láser infrarrojo: se utiliza para cortar y unir tejidos.
  4. Láser de carbono: se utiliza para eliminar lesiones, lo que resulta en una disminución del volumen del órgano.

Indicaciones y contraindicaciones.

El tratamiento con láser está indicado en los siguientes casos:

  • exacerbaciones demasiado frecuentes hasta cuatro veces al año o más;
  • falta de un efecto duradero de la terapia conservadora;
  • la presencia de complicaciones de la amigdalitis: pericarditis, miocarditis, endocarditis, reumatismo, defectos cardíacos, glomerulonefritis, artritis reactiva, absceso paratonsillar, envenenamiento de la sangre;
  • reumatismo, fiebre reumática.

Contraindicaciones:

  • procesos inflamatorios agudos;
  • tumores malignos;
  • diabetes mellitus en etapa de descompensación;
  • enfermedad cardíaca descompensada (insuficiencia cardíaca, defectos, cor pulmonale);
  • enfermedades descompensadas del sistema respiratorio (insuficiencia respiratoria, enfisema pulmonar, fibrosis quística, alveolitis fibrosante, defectos pulmonares, otros);
  • tendencia a sangrar;
  • período de embarazo;
  • niños menores de diez años.

Ventajas y desventajas

Beneficios del tratamiento con láser:

  • método mínimamente invasivo prácticamente sin sangre;
  • penetración profunda en los tejidos;
  • sin radiación dañina;
  • la anestesia local minimiza el riesgo de desarrollar reacciones alérgicas, excluye la intolerancia a los medicamentos de anestesia general;
  • corta duración del procedimiento: de 15 a 30 minutos;
  • no se requiere hospitalización, el procedimiento se realiza de forma ambulatoria;
  • la capacidad de trabajo no disminuye;
  • no hay un período de recuperación prolongado;
  • no hay necesidad de terapia con antibióticos después de la cirugía, ya que no hay herida abierta;
  • rápida recuperación;
  • el tratamiento se lleva a cabo en una visita.

Defectos:

  • leve dolor o malestar después del cese de la anestesia;
  • no se excluye la quemadura de tejido;
  • dado que las glándulas no se extirpan por completo, puede haber recaídas de la enfermedad;
  • el procedimiento requiere las más altas calificaciones médicas;
  • costo relativamente alto de la operación.

Técnica del procedimiento

El láser actúa sobre las amígdalas con ondas de la misma longitud con efectos destructivos y de sinterización. Con la ayuda del efecto destructivo, las áreas afectadas se eliminan, con la ayuda del efecto de sinterización, no se permite el sangrado y la aparición de heridas abiertas.

La cauterización de las amígdalas con láser se realiza de forma ambulatoria.

Se inyecta al paciente con anestésico local lidocaína al 2% o ultracaína. El especialista elige la longitud de onda requerida. El láser realiza la destrucción (destrucción) y la ablación (cauterización) de los tejidos afectados.Después del procedimiento, el paciente permanece bajo la supervisión de un médico durante aproximadamente una hora. El período de rehabilitación dura de tres días a dos semanas. Para este período, se prescriben antisépticos tópicos y dieta.

En los dispositivos láser modernos, la potencia del flujo de radiación saliente está regulada. Esto permite que el procedimiento se lleve a cabo de la manera más eficiente posible en cada caso concreto.