Síntomas de la garganta

¿Qué significan las amígdalas sueltas?

La aparición de amígdalas sueltas se debe a un aumento de tejido linfoide como respuesta al proceso inflamatorio. La proliferación de estructuras linfoides se produce para asegurar la defensa del cuerpo contra la propagación de patógenos infecciosos a lo largo del torrente sanguíneo. Las amígdalas sueltas en la mayoría de los casos indican la presencia de un proceso infeccioso e inflamatorio agudo o prolongado, por ejemplo, con faringitis crónica, amigdalitis o ARVI frecuente.

¿Por qué están flojas las amígdalas? Las amígdalas son una barrera cuando se intenta penetrar microorganismos infecciosos e irritantes ambientales (partículas de polvo, riesgos laborales) en el cuerpo.

El tejido linfoide está formado por folículos que sufren hiperplasia durante el desarrollo del proceso inflamatorio.

El tejido sano de las amígdalas es liso y de color rosado. La inflamación conduce a la aparición de tuberosidad de la membrana mucosa y al aflojamiento del tejido.

ARVI

ARVI con una frecuencia de 1-2 veces al año no causa el aflojamiento del tejido linfoide, sin embargo, con frecuentes ataques de microorganismos infecciosos, las amígdalas se agrandan y se vuelven menos densas. Especialmente a menudo, la friabilidad se observa con faringitis o dolor de garganta concomitantes.

Los virus más comunes incluyen virus de la parainfluenza, rinovirus y adenovirus. El riesgo de infección de una persona enferma se observa en la primera semana de la presencia de síntomas. La infección se transmite por vía aérea.

Los síntomas clínicos dependen del tipo de virus que infecta.

VirusSignos clínicos
Infección por adenovirusInicio agudo, hipertermia febril, rinorrea, congestión nasal, tos húmeda. Los ganglios linfáticos regionales aumentan de tamaño y se vuelven sensibles a la palpación. Los signos de bronquitis, laringitis y conjuntivitis se agregan gradualmente. Los niños pueden tener diarrea y dolor abdominal. Con la faringoscopia, las amígdalas se visualizan como edematosas, hiperémicas, en lugares con placa de fibrina.
Infección por esclerosis múltipleTos, secreción nasal, dolor al tragar, hipertermia subfebril. En los niños, la tos se manifiesta en forma de convulsiones, seguidas de la liberación de esputo viscoso. Con la derrota de los pequeños bronquios, se desarrolla insuficiencia respiratoria.
Infección por rinovirusRinorrea profusa, tos seca leve, lagrimeo, dolor de garganta.

Las amígdalas sueltas se encuentran con frecuentes ataques de una infección viral. Incluso en ausencia de síntomas de garganta, el tejido linfoide todavía sufre cambios.

Entre las complicaciones de ARVI, cabe destacar:

  • neumonía;
  • bronquiolitis;
  • otitis;
  • sinusitis;
  • meningitis;
  • neuritis;
  • falsa grupa;
  • miocarditis;
  • septicemia.

Las glándulas sueltas pueden convertirse en una fuente de infección con un tratamiento inadecuado de una enfermedad aguda.

Las complicaciones son causadas por la progresión de una enfermedad viral o la adición de una infección bacteriana secundaria.

El diagnóstico implica el análisis de información anamnésica, un examen físico y pruebas de laboratorio (RIF, PCR). Además, se prescriben otorrinolaringoscopia, faringoscopia y radiografía. Con el desarrollo de complicaciones, se requiere la consulta de un neumólogo, neurólogo y especialista en enfermedades infecciosas.

Por lo general, el tratamiento con ARVI se realiza en casa. Incluye:

  1. reposo en cama (con alta hipertermia);
  2. abundante bebida caliente;
  3. alimento vitamínico rico en proteínas;
  4. medicamentos antivirales (Remantadin, Amiksin);
  5. fármacos antipiréticos (Nimesil);
  6. expectorantes, mucolíticos (ACC, Ambroxol);
  7. antihistamínicos (Loratadine);
  8. fármacos vasoconstrictores en forma de gotas nasales (Pinosol, Lazolvan);
  9. gotas, ungüento para los ojos (para la conjuntivitis) - Sofradex.

Se recetan antibióticos para las complicaciones bacterianas. También es útil la inhalación con agua alcalina no carbonatada, ambroxol o decocciones de hierbas (manzanilla, salvia).

Amigdalitis

Las razones de la aparición de aflojamiento de las amígdalas se ocultan en la preservación del foco inflamatorio e infeccioso en sus tejidos. Esto se observa en la amigdalitis crónica. El proceso patológico avanza con exacerbaciones frecuentes, que causan síntomas de amigdalitis aguda.

La hinchazón, hiperemia y ablandamiento de las amígdalas pueden indicar daño a las amígdalas directamente por microorganismos infecciosos o indicar un proceso bacteriano secundario.

Entre los factores predisponentes, cabe destacar:

  1. estados de inmunodeficiencia en el contexto de exacerbación de patología crónica, cáncer o resfriados;
  2. hipotermia general;
  3. condición después de una enfermedad infecciosa, como el sarampión;
  4. polinosis, adenoiditis, curvatura del tabique, alteración de la respiración nasal;
  5. caries, dentaduras postizas removibles que aumentan la infección.

Dada la gravedad de la enfermedad crónica, existen:

  • una forma simple en la que se encuentran edema, engrosamiento de los arcos y secreción purulenta en las lagunas. A veces se palpan los ganglios linfáticos agrandados;
  • grado 1 tóxico-alérgico - caracterizado por fatiga rápida, malestar general, artralgia, malestar retroesternal sin cambios en el electrocardiograma. La recuperación después de la siguiente exacerbación se prolonga más;
  • grado 2 tóxico-alérgico: manifestado por una violación del ritmo cardíaco, registrado en el electrocardiograma. Esto significa daño miocárdico. Además, se diagnostica disfunción renal y hepática, se desarrollan complicaciones en forma de defectos cardíacos, artritis, reumatismo y sepsis. De los síntomas locales, deben distinguirse el absceso paratonsilar y el flemón. Además, la amigdalitis crónica afecta indirectamente el desarrollo de enfermedades del colágeno (lupus, periarteritis).

Las glándulas infectadas se convierten en la causa de la sepsis, como resultado de lo cual se forman focos de infección en los órganos internos (riñones, pulmones).

Una persona está preocupada por la transpiración, la sequedad en la orofaringe, se siente un olor desagradable y un nudo en la garganta. De las manifestaciones generales, cabe señalar malestar general, fatiga rápida y una leve afección subfebril. Las exacerbaciones se registran hasta 5 veces al año.

Para establecer las causas de la derrota de las amígdalas y la aparición de síntomas clínicos, se prescribe un estudio bacteriológico, cuyo material es un frotis de la faringe. El análisis cultural permite detectar microorganismos patógenos y su sensibilidad a los fármacos.

También se realiza faringoscopia, y cuando aparecen complicaciones se requiere oto-, rinoscopia y radiografía. Las tácticas terapéuticas se basan en los resultados de los diagnósticos. La terapia incluye:

  • efecto local en las amígdalas enjuagando la garganta, irrigando las glándulas con soluciones con efectos antisépticos, antiinflamatorios y antiedematosos (Bioparox, Furacilin);
  • fármacos antibacterianos de acción sistémica (Augmentin, Cefuroxime);

En presencia de sinusitis crónica, se requiere la rehabilitación del foco infeccioso e inflamatorio. El fortalecimiento del sistema inmunológico es especialmente importante. Para ello, se utilizan decocciones de hierbas (manzanilla), propóleo y terapia vitamínica. Si es necesario, un médico lava las lagunas de las amígdalas.

La intervención quirúrgica (amigdalectomía, que significa la extirpación de las amígdalas) se lleva a cabo con 2 grados de forma tóxica-alérgica, la presencia de complicaciones y el reemplazo del tejido linfoide conectivo.

Faringitis

La derrota de la pared faríngea posterior por un proceso infeccioso e inflamatorio a menudo se combina con amigdalitis crónica, lo que conduce a su aflojamiento gradual. Se presentan las razones de la aparición de faringitis:

  1. infección viral (parainfluenza, rinocerontes, adenovirus) - 70%;
  2. infección bacteriana (estreptococos);
  3. infección por hongos (cándida, moho): con terapia prolongada con antibióticos, tomando agentes hormonales o citostáticos;
  4. un factor alérgico (faringopatía alérgica);
  5. inhalación de aire contaminado (peligros industriales);
  6. sinusitis crónica.

Los síntomas de la patología se deben a la etapa del proceso patológico (catarral, hipertrófico, atrófico).

Clínicamente, la faringitis crónica se manifiesta por cosquilleo, sequedad en la orofaringe, sensación de un bulto y un ligero malestar. Se acumula una mucosidad espesa en la orofaringe, que es difícil de expulsar al toser. Con exacerbaciones frecuentes, a una persona le preocupa el dolor al tragar y los síntomas más pronunciados de intoxicación. Los ganglios linfáticos regionales aumentan de tamaño y son algo dolorosos.

En el proceso de diagnóstico, se realiza una faringoscopia:

  1. con forma catarral, se visualizan enrojecimiento, tumefacción y engrosamiento de la mucosa de la pared faríngea posterior con extensión a úvula, arco y amígdalas. El moco se acumula en la superficie y algunos grupos de folículos se agrandan;
  2. con hipertrófico: hay un crecimiento excesivo y aflojamiento del tejido linfoide;
  3. con atrofia de la mucosa, se ve seca, adelgazada y hay costras y moco espeso en la superficie.

En el caso de faringitis estreptocócica, aumenta el riesgo de desarrollar reumatismo, defectos cardíacos, miocarditis, endocarditis, artritis y glomerulonefritis.

El diagnóstico consiste en la faringoscopia y el análisis de las quejas del paciente. Además, se pueden prescribir rinoscopia y radiografía para evaluar la prevalencia del proceso patológico.

El tratamiento se basa en la acción local: se utilizan soluciones con efectos antisépticos, antiinflamatorios y analgésicos. Rotokan o Givalex son adecuados para enjuagar. Strepsils Plus o Miramistin se usa para irrigar la pared faríngea posterior y las amígdalas. Para la reabsorción, se pueden recetar pastillas para chupar Decatilen o Septolete. El tratamiento oportuno de las enfermedades inflamatorias de la orofaringe evitará la cronización del proceso y el aflojamiento de las amígdalas.