Síntomas de la garganta

Dolor de garganta y fiebre alta

Al diagnosticar cualquier condición patológica, en primer lugar, se estudian las quejas del paciente. Dado que las enfermedades respiratorias agudas son las más comunes, las quejas de dolor de garganta y una temperatura de 37 a 38 grados son la razón más común para visitar a un médico. Estas condiciones pueden ser causadas por la exposición a patógenos tanto virales como bacterianos.

A menudo, estos son procesos agudos que requieren una toma de decisiones inmediata y, a veces, cirugía. En otros casos, estos síntomas provocan procesos crónicos. En su tratamiento, las medidas preventivas juegan un papel importante.

ARVI

Entre las infecciones virales respiratorias agudas, los virus son con mayor frecuencia la causa de una afección patológica en la que se presentan dolor de garganta y una temperatura de 39 grados.

  1. Gripe;
  2. Parainfluenza;
  3. Enterovirus;
  4. Rinovirus;
  5. Adenovirus;

Dependiendo del patógeno, el cuadro clínico cambia un poco, prevalecen ciertos síntomas y se observan signos adicionales.

Los síntomas adicionales juegan un papel importante en el diagnóstico de una afección caracterizada por dolor de garganta severo. En primer lugar, es necesario prestar atención a la gravedad del desarrollo de los signos clínicos. Un rápido aumento de los síntomas es característico precisamente de los procesos virales agudos. El paciente nota el deterioro en poco tiempo. En este caso, además del dolor en la garganta, hay

  1. Malestar agudo;
  2. Dolor de cabeza;
  3. Dolores en músculos, articulaciones;
  4. Dolor al mover los globos oculares;
  5. Nariz que moquea;
  6. Tos seca;
  7. Aumento de la temperatura corporal a 38-39 grados.

Un examen objetivo de la cavidad de la garganta le permite determinar el enrojecimiento y la hinchazón. Dada la historia epidemiológica, la naturaleza aguda de la enfermedad, el diagnóstico de infecciones virales respiratorias agudas no causa dificultades. Debido a la gravedad del curso y la posibilidad de desarrollar complicaciones, el mayor peligro es causado por la influenza. La aclaración del diagnóstico se ve facilitada no solo por una garganta inflamada y una temperatura de 39 grados, sino también por la presencia de síndrome hemorrágico, inyección de vasos esclerales. En casos típicos, puede haber hemorragias puntuales en la membrana mucosa de la faringe, su granularidad.

En cuanto a la aclaración del patógeno en otros casos de ARVI, los diagnósticos de laboratorio pueden ayudar. Sin embargo, tal necesidad surge en casos extremadamente raros, ya que las tácticas de tratamiento en todos los casos de infecciones virales son similares. Las medidas terapéuticas tienen como objetivo la eliminación rápida de microorganismos patógenos del cuerpo y la prevención de infecciones secundarias.

Enfermedades infecciosas

Otras enfermedades infecciosas que causan dolor de garganta severo son

  • difteria;
  • Mononucleosis infecciosa;
  • Infecciones infantiles.

Una garganta roja y una temperatura de 39 pueden ser uno de los síntomas de la mononucleosis infecciosa. En este caso, la duración de la enfermedad contribuye a aclarar el diagnóstico.

Se puede notar un dolor de garganta y una temperatura de 37ºC durante varios meses.

La presencia de ganglios linfáticos agrandados es característica no solo en el área del ángulo de la mandíbula inferior o ubicada a lo largo de la superficie anterior del cuello, sino también en las cervicales posteriores, axilares e inguinales. En algunos pacientes, se nota la presencia de manifestaciones cutáneas, lo que también permite sospechar esta patología.

Un síntoma típico de la mononucleosis infecciosa es un hígado agrandado y algo de dolor a la palpación. Al mismo tiempo, un análisis de sangre bioquímico puede detectar cambios en las pruebas hepáticas, lo que indica el desarrollo de un proceso inflamatorio. También es característico el agrandamiento del bazo. Un síntoma obligatorio de la mononucleosis infecciosa es un cambio en el cuadro sanguíneo, caracterizado por la presencia de células mononucleares atípicas o linfocitosis.

Fiebre alta, garganta roja, depósitos característicos en las amígdalas son signos típicos de difteria. Debido a la inmunización obligatoria generalizada, la incidencia de difteria se ha reducido drásticamente. Sin embargo, ocurren casos esporádicos. Además, el paciente es contagioso durante todo el período de la enfermedad.

La enfermedad se caracteriza por un curso severo, síntomas pronunciados de intoxicación. El estado del paciente está gravemente afectado. Se puede notar un aumento en la temperatura corporal hasta 39-40 grados. Las amígdalas muy agrandadas y el edema laríngeo en desarrollo estrechan su luz, lo que dificulta el paso del aire y causa asfixia. Un paciente con sospecha de difteria debe ser hospitalizado de urgencia. El raspado de la cavidad de la garganta aclarará de manera confiable el diagnóstico y prescribirá el tratamiento adecuado.

La garganta roja y la fiebre pueden ser una manifestación de infecciones infantiles, sarampión, varicela, rubéola, escarlatina. Estas enfermedades están más extendidas entre la población infantil. Sin embargo, a menudo se encuentran en adultos, caracterizados por un desarrollo atípico de síntomas y un curso más severo. La aclaración del diagnóstico en este caso se ve facilitada por la presencia de manifestaciones cutáneas, erupciones características para cada una de las infecciones de los niños.

Procesos inflamatorios y neoplásicos

Además de los procesos infecciosos, el dolor de garganta y una temperatura de 37-39 también son típicos de tales condiciones patológicas:

  1. Faringitis;
  2. Laringitis;
  3. Amigdalitis;
  4. Procesos purulentos agudos en la cavidad de la garganta;
  5. Patología oncológica.

Es importante poder distinguir la patología viral de las enfermedades causadas por un patógeno bacteriano.

La amigdalitis aguda por estreptococo hemolítico es una patología peligrosa por sus complicaciones, que requiere terapia con antibióticos.

Sin el uso de estos medicamentos, la enfermedad puede tomar un curso crónico, conducir al desarrollo de abscesos paratonsilares, linfadenitis purulenta, daño al corazón, riñones, articulaciones y otras consecuencias graves.

Las formas más comunes de amigdalitis aguda causada por un patógeno bacteriano son la amigdalitis catarral y purulenta. Los factores que contribuyen a aclarar el diagnóstico en el caso de cualquier forma de dolor de garganta causado por estreptococos son los siguientes signos:

  1. Ausencia de síntomas característicos de lesiones virales, secreción nasal, tos seca, dolores musculares y articulares;
  2. Para el dolor de garganta, un inicio agudo atípico;
  3. La naturaleza del dolor es diferente. Con angina, es presionante, se intensifica al tragar, cede al oído. Para ARVI, la transpiración y el dolor de garganta son los más típicos;
  4. Hay ganglios regionales agrandados, dolorosos a la palpación, lo que no es típico de la naturaleza viral de la enfermedad;
  5. Un examen objetivo de la faringe con angina le permite detectar cambios inflamatorios en las amígdalas. Son depósitos edematosos, hiperémicos, purulentos que se pueden encontrar que llenan las lagunas o folículos.

Si sospecha un dolor de garganta causado por estreptococos, debe examinarse un frotis de garganta.

El examen bacteriológico y la siembra del contenido permiten aclarar de manera confiable la naturaleza de la lesión, para seleccionar los antibióticos más efectivos para el tratamiento.

Un análisis de sangre general también le permite identificar los cambios que son más característicos de un patógeno bacteriano: aumento de la VSG, leucocitosis.

La faringitis y laringitis agudas pueden ser de naturaleza tanto viral como bacteriana. Además, su aparición se ve facilitada por el efecto irritante de las impurezas peligrosas en el aire, la hipotermia y la comida picante. En este caso, el tratamiento sintomático juega un papel decisivo, por lo tanto, no es necesario aclarar el patógeno patógeno.Un factor de diagnóstico importante es la presencia de síntomas adicionales, tos seca y ronquera y, a veces, su ausencia.

Con la forma hipertrófica de laringitis, se nota la presencia de crecimientos en las cuerdas vocales, que es un síntoma característico que contribuye al diagnóstico de la enfermedad.

Además, la presencia de estos nódulos explica el cambio en el timbre de la voz en un paciente con laringitis. Con la faringitis, el cuadro objetivo se caracteriza por la escasez de manifestaciones existentes, mientras que la tos es constante, agotadora.

Los fenómenos de intoxicación durante tales procesos no son muy pronunciados. Una temperatura de 38 grados es atípica, sus indicadores subfebriles son los más característicos. Un examen objetivo de la faringe, realizado por un otorrinolaringólogo, le permite aclarar la localización de la lesión y prescribir el tratamiento adecuado.

Los procesos tumorales localizados en la garganta se caracterizan por un lento aumento de los síntomas. Al principio, los pacientes pueden describir las sensaciones dolorosas como dolor de garganta, la presencia de un cuerpo extraño. La laringe es la más comúnmente afectada, por lo que la ronquera o la nasalidad es el primer síntoma de preocupación. En este caso, se puede notar malestar, condición subfebril prolongada. Con el tiempo, la naturaleza del dolor se vuelve constante, hay un deterioro del apetito, pérdida de peso.

Procesos purulentos agudos

La patología quirúrgica, la linfadenitis aguda y el absceso paratonsilar suelen ser una complicación de la amigdalitis purulenta. Muy a menudo, los pacientes que no han recibido un tratamiento antibiótico oportuno pueden enfermarse. En este caso, después de alguna mejoría, se nota un aumento de los síntomas clínicos. El dolor de garganta aumenta, la temperatura corporal se eleva a 39-40 grados y la intoxicación está aumentando. Si el uso de antibióticos no mejora la situación, se realiza una cirugía para ayudar a evacuar el pus.

Con quejas similares de dolor de garganta y fiebre alta, puede ocurrir una inflamación purulenta del oído medio. A pesar de que el proceso se localiza en la cavidad timpánica, el dolor del oído se irradia al cuello o la garganta. En este sentido, los pacientes a menudo se quejan precisamente de dolor de garganta. Habiendo realizado una otoscopia y una faringoscopia, el otorrinolaringólogo puede aclarar fácilmente la localización del proceso.

En todos los casos en que haya dolor en la garganta sin signos de una infección viral respiratoria aguda, es necesario consultar a un otorrinolaringólogo. El especialista establecerá la causa de los cambios patológicos, prescribirá el tratamiento adecuado. La presencia de síntomas adicionales, como una erupción o una linfadenopatía, también es motivo para buscar la ayuda de un especialista.