Dolencias de garganta

¿Cómo se manifiesta el cáncer de laringe de grado 3?

El cáncer de garganta es el cáncer de las vías respiratorias superiores más común. Sin embargo, debido a la escasez de síntomas y su similitud con otras condiciones benignas, el diagnóstico no siempre se aclara en las etapas iniciales. Dado que los fumadores están en riesgo, la presencia de tos persistente y ronquera no preocupa a los pacientes durante mucho tiempo, lo que conduce a visitas tardías a los especialistas.

El cáncer de garganta de grado 3 se caracteriza por los signos clínicos más pronunciados. En este sentido, el diagnóstico de la enfermedad a menudo ocurre durante este período.

La atención particular a esta enfermedad se debe a la función realizada por la laringe de mover el aire hacia las partes subyacentes del tracto respiratorio.

Con el desarrollo de un proceso volumétrico en la laringe, que bloquea el paso del aire inhalado, el paciente puede morir por asfixia. Todo esto crea la necesidad de un diagnóstico temprano de cáncer de laringe.

Diagnóstico de la enfermedad

El curso del cáncer de laringe y su pronóstico dependen de factores como la localización del proceso, la etapa de la enfermedad. Las medidas de diagnóstico tienen como objetivo aclarar estos factores.

Según su composición, la laringe se divide en

  • sección superior;
  • medio, cuerdas vocales;
  • Departamento inferior, revestimiento.

El diagnóstico del cáncer de las cuerdas vocales y la laringe superior es bastante simple y se basa en los resultados de la laringoscopia realizada por un especialista en un consultorio de otorrinolaringología. Sin embargo, en el caso de la localización del tumor en la región subglótica inferior, los resultados de la laringoscopia indirecta pueden ser insuficientemente fiables.

La laringe en las regiones inferiores es menos susceptible de inspección visual. Además, los pacientes con tal localización del proceso buscan el consejo de un otorrinolaringólogo en etapas posteriores, ya que la sintomatología en este caso es atípica. El diagnóstico diferencial con laringitis, laringotraqueítis o enfermedades de la laringe causadas por patógenos específicos solo es posible sobre la base de exámenes adicionales.

En el caso de que los resultados de la laringoscopia indirecta no den un resultado fiable, se realiza una laringoscopia directa para aclarar el diagnóstico. Consiste en la introducción de un laringoscopio en una manguera flexible directamente en el revestimiento inferior de la laringe. La investigación adicional que utiliza una técnica de aumento le permite tener una idea más específica de los cambios que ocurren en la membrana mucosa.

En las etapas iniciales, el área alterada patológicamente parece un tubérculo insignificante, que se eleva sobre un sitio de tejido sano. Cuando un tumor crece hacia la capa epitelial, los vasos inyectados pueden alertar a un especialista. La tercera etapa en el desarrollo del cáncer de laringe se caracteriza histológicamente por el crecimiento de la tuberosidad de la capa epitelial, que captura todas las partes de la laringe. Una lesión en la tercera etapa del cáncer de laringe puede aparecer como una superficie erosiva propensa a sangrar. Para aclarar aún más la naturaleza del proceso, es necesario realizar un examen microscópico del área del tejido afectado, para lo cual se realiza una biopsia. La fiabilidad del estudio se estima en un 100%.

La tecnología de hardware se utiliza entre otros métodos de diagnóstico. El examen de rayos X de los órganos del tórax le permite detectar metástasis en los pulmones, evaluar su número y tamaño. Se puede utilizar la resonancia magnética y la tomografía computarizada, que consiste en un examen capa por capa de los órganos para detectar metástasis en ellos.

La ecografía del cuello le permite determinar con mayor precisión el tamaño y la densidad de los ganglios linfáticos regionales. Esto es especialmente importante cuando se trata de ganglios linfáticos ubicados profundamente que son inaccesibles a la palpación.

La aclaración de la prevalencia del proceso tumoral es un factor de diagnóstico importante que le permite elegir el método de tratamiento correcto.

Signos clínicos

La tercera etapa del cáncer de laringe se caracteriza por la progresión de los síntomas. En esta etapa, todas las partes de la laringe pueden participar en el proceso, por lo tanto, el cuadro clínico se caracteriza por una variedad, lo que indica la extensión del proceso. El paciente se queja de

  • dolor de garganta persistente, agravado al tragar;
  • sensación de cuerpo extraño en la garganta;
  • malestar y debilidad;
  • Perder peso;
  • dificultad para respirar;
  • cambio en el timbre de la voz, el desarrollo de afonía;
  • tos seca paroxística, dificultad para respirar;
  • ataques de asma;
  • hemoptisis;
  • olor fétido de la boca.

Hay una hinchazón del cuello, causada por un aumento de los ganglios linfáticos regionales. Se presentan en forma de densas bolsas soldadas a los tejidos circundantes. Una biopsia diagnóstica permite detectar células atípicas en los ganglios linfáticos, lo que indica el desarrollo de metástasis regionales. En cuanto a otros órganos, los estudios realizados excluyen la presencia de metástasis en ellos.

Principios de tratamiento

La tarea de los especialistas en la elección de tácticas de tratamiento en la tercera etapa del cáncer de laringe se complica por el hecho de que, debido a la prevalencia del tumor, la extirpación del órgano afectado puede conducir a una violación no solo de la producción de sonido, sino también de funciones vitales y respiración. Al mismo tiempo, el uso independiente de otros métodos de tratamiento, quimioterapia y radiación, será ineficaz.

El tratamiento del cáncer de laringe en estadio III es complejo e incluye extirpación quirúrgica, quimioterapia y radioterapia.

El método más radical de tratamiento quirúrgico de un paciente en este caso es la extirpación de toda la laringe, el tejido cervical y los ganglios linfáticos adyacentes.

La laringe se levanta y se corta. Después de la introducción de la sonda nasoesofágica, los bordes de la herida se suturan entre sí.

Después de la cirugía, el paciente puede respirar por sí solo. Sin embargo, las cuerdas vocales remotas impiden la pronunciación de los sonidos. Para restaurar esta función, se pueden realizar prótesis en el futuro.

Para el alivio del proceso tumoral en la laringe, se observan buenos resultados con el uso de radiación de rayos X. Por lo tanto, para obtener el máximo efecto, la radioterapia a menudo se realiza antes o después de la extirpación quirúrgica. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el uso de radioterapia después de la cirugía complica el curso postoperatorio.

La última técnica moderna utilizada para tratar a pacientes con cáncer es la terapia fotodinámica (TFD).

Consiste en la introducción local de un fotosensibilizador en la zona afectada. En este caso, solo las células cancerosas interactúan con un tinte químico, dejando el tejido sano sin usar. Luego, la radiación de una cierta frecuencia se dirige al área afectada, que interactúa exclusivamente con las células marcadas con el tinte.

Como resultado de la exposición a la radiación, se produce la oxidación y destrucción de las células cancerosas. Dada esta selectividad de acción, la técnica se caracteriza por ser una dirección prometedora en el tratamiento de la oncopatología.

Un enfoque integral para el tratamiento del cáncer de laringe en estadio III ayuda a prolongar la vida en 5 años para la mitad del número total de pacientes.