Dolencias de garganta

Tratamiento de la ronquera en niños.

Para los padres jóvenes, cada resfriado en un niño es estresante, porque no siempre es posible detectar la enfermedad en una etapa temprana y prevenir el desarrollo de complicaciones. La ronquera en los niños puede ser tanto temporal después de un llanto intenso como prolongada, cuando se refiere a los síntomas de la laringitis. ¿Cómo tratar la voz ronca en un niño?

El primer paso es consultar a un médico para establecer la causa de la enfermedad, su gravedad y determinar las tácticas de tratamiento. Entre los motivos más habituales cabe destacar:

  • sobreesfuerzo de las cuerdas vocales, cuando, después de un llanto prolongado, gritos o cantos fuertes, se rompen pequeños capilares y aparece hinchazón de los ligamentos, por lo que la voz se vuelve ronca;
  • infecciones agudas del tracto respiratorio de origen viral o bacteriano, que conducen a la propagación de la inflamación al aparato formador de voz con daño a las cuerdas vocales;
  • Daño mecánico a los ligamentos por un objeto extraño. La afección requiere atención médica inmediata, porque la respiración puede ser difícil y puede desarrollarse laringoespasmo;
  • lesiones del cuello en la zona anterior o lateral;
  • una reacción alérgica que se desarrolla después del contacto con un alérgeno. Puede ser lana, perfume, detergente, polen o comida. Por separado, se debe resaltar el desarrollo del edema de Quincke, cuando, después de una picadura de insecto, aparece una hinchazón de los tejidos del cuello, que comprime los órganos respiratorios, dificulta la inhalación y predispone a la ronquera; cambios hormonales en la adolescencia, cuando la voz de los niños se rompe; hipotermia general;
  • aire seco en la habitación, aire contaminado afuera;
  • estrés, miedo o excitación intensa.

La voz puede volverse ronca por varias razones, por lo que el niño puede verse perturbado no solo por el cambio de voz, sino también por síntomas como:

  1. dificultad para respirar;
  2. secreción nasal, congestión nasal;
  3. dolor en la orofaringe al tragar;
  4. dolor de garganta;
  5. tos (seca, "ladrando", húmeda);
  6. disnea
  7. hipertermia;
  8. aumento de la sudoración;
  9. fatiga rápida;
  10. somnolencia;
  11. poco apetito;
  12. inatención;
  13. llanto, mal humor.

Es posible sospechar una enfermedad en los niños pequeños por una disminución de la actividad, mal humor y falta de apetito.

Habiendo notado los primeros signos de la enfermedad, debe medir la temperatura y consultar a un médico. En la recepción, el médico pregunta cuándo y cómo comenzó la enfermedad, con qué estaba enfermo el niño el día anterior, si hay enfermedades crónicas o alergias. Luego se realiza un examen de la piel, la faringe, la palpación de los ganglios linfáticos regionales y la auscultación de los pulmones, durante la cual se puede escuchar una respiración fuerte con un único silbido seco.

Para más diagnósticos, se asigna lo siguiente:

  • laringoscopia, que permite establecer el grado de estrechamiento de la laringe, la presencia de inflamación, trauma y edema de las cuerdas vocales;
  • análisis bacteriológico para la verificación de agentes infecciosos. Para la investigación, el material se recolecta de la superficie de la membrana mucosa de la faringe (frotis, moco);
  • Se prescriben radiografías de los pulmones si se sospecha neumonía o bronquitis.

Reglas generales de tratamiento

Para que el tratamiento conduzca a la recuperación lo antes posible, es necesario seguir algunas recomendaciones no relacionadas con la terapia con medicamentos. Entonces, los padres necesitan:

  • vigilar el cumplimiento del reposo en cama por parte del niño. Esto ayudará a evitar complicaciones y restaurar la fuerza interna del cuerpo;
  • proporcione una bebida abundante a expensas de agua mineral sin gas, leche con soda, compota o té. El pediatra debe calcular el volumen diario de líquido que bebe, teniendo en cuenta la edad, el peso del niño y la presencia de enfermedades concomitantes. Beber muchos líquidos permite reponer la pérdida de líquidos con la transpiración, activar la eliminación de toxinas y reducir la fiebre;
  • normalizar la nutrición. Se recomienda sopa de pollo, verduras frescas, productos lácteos y frutas. Durante el período de tratamiento, está prohibido tomar comidas y bebidas picantes, saladas, calientes y frías. Además, irritan la mucosa orofaríngea, ralentizan la regeneración tisular y favorecen el proceso inflamatorio;
  • controlar la paz de la voz. No se recomienda gritar, hablar en voz alta, incluso un discurso susurrado debe ser de corta duración;
  • realice regularmente una limpieza en húmedo y ventile el vivero;
  • humedece el aire de la habitación;
  • excluya el contacto del niño con personas resfriadas, para no infectarlo adicionalmente.

Se permite caminar por la calle solo después de la normalización del estado general, la restauración de la voz y en ausencia de fiebre.

Tratamiento farmacológico sistémico

Una vez establecida la causa de la ronquera, el médico prescribe ciertos grupos de medicamentos, cuya acción tiene como objetivo restaurar la voz y aliviar la respiración. Para ello, se puede asignar lo siguiente:

  1. antihistamínicos como Tavegil, Zodak o Suprastin. Ayudan a reducir la hinchazón de los tejidos y mejoran la respiración. Su propósito está justificado no solo para alergias, sino también para enfermedades inflamatorias de los órganos respiratorios;
  2. antipiréticos como Paracetamol (jarabe, supositorios), Nurofen (jarabe);
  3. Fármacos mucolíticos y expectorantes, necesarios para facilitar la excreción del esputo al reducir su viscosidad y expandir los bronquios. Algunos de los medicamentos tienen efectos antiinflamatorios, como Erespal. Los niños pueden tomar Flavamed, Fluditec, Lazolvan, Ascoril o Acetilcisteína;
  4. Los medicamentos antitusivos (Sinekod, Herbion plátano, Bronholitin) ayudan a eliminar la tos seca obsesiva, inhibiendo el reflejo de la tos.

Si se confirma la inflamación bacteriana, el médico prescribirá un curso de antibióticos. Dependiendo de los resultados del cultivo bacteriano y los antibióticos, se pueden recetar a los niños los siguientes grupos de antibióticos:

  • penicilinas protegidas - Flemoklav, Amoxiclav en forma de tabletas o suspensión;
  • cefalosporinas (Zinnat, Cefotaxime);
  • macrólidos (Azitrox, Sumamed).

Paralelamente a la toma de antibióticos, el niño debe recibir probióticos que restauren la microflora alterada durante la terapia con antibióticos. El hecho es que los agentes antibacterianos matan no solo los microorganismos patógenos, sino también los útiles. Como resultado, los niños desarrollan diarrea, hinchazón, cólicos y ruidos.

Por separado, vale la pena destacar el medicamento Bioparox, cuya acción se limita a la orofaringe, ya que se produce en forma de aerosol. La droga está permitida a partir de los 2,5 años. Mata los gérmenes y reduce la inflamación.

Con una infección viral, se usan agentes antivirales que no solo tienen un efecto perjudicial sobre los virus, sino que también fortalecen el sistema inmunológico. Para los niños, se pueden prescribir Amiksin, Cytovir, Groprinosin, Nazoferon, Otsilokoktsinum, Aflubin, Influcid o Remantadin.

Inhalación

Antes de comenzar la inhalación con un nebulizador, debe considerar los siguientes hechos:

  • el medicamento se diluye solo con solución salina;
  • sin fiebre por encima de los 38 grados;
  • falta de alergia al fármaco utilizado;
  • después de la inhalación, no se recomienda beber, comer y salir en invierno durante media hora;
  • no se permite el uso de soluciones de aceite para inhalación con un nebulizador;
  • Una limpieza deficiente del dispositivo después del procedimiento conduce al hecho de que se convierte en una fuente de infección.

Para inhalación, puede utilizar:

  1. agua mineral alcalina no carbonatada. Hidrata la mucosa de la garganta y reduce la irritación. Para un procedimiento que dura 10 minutos, 4 ml son suficientes;
  2. agente inmunomodulador antivírico - Interferón;
  3. mucolíticos - Lazolvan o Ambrobene, que reducen la viscosidad del esputo y aseguran su fácil descarga;
  4. medicamentos hormonales (Pulmicort). No debe tener miedo a las hormonas, porque el medicamento actúa localmente, tiene un poderoso efecto antiinflamatorio y reduce rápidamente la hinchazón de los tejidos, lo que facilita la respiración. El medicamento se prescribe para casos graves, el riesgo de laringoespasmo y crup;
  5. broncodilatadores - Ventolin. El medicamento se prescribe para un curso complicado, cuando la laringitis conduce al desarrollo de bronquitis obstructiva. Expande los bronquios facilitando la eliminación de las flemas;
  6. Rotokan, Sinupret: para combatir la inflamación.

No se recomienda inhalar las soluciones a base de hierbas con un nebulizador debido a su fuerte contaminación.

Las decocciones se pueden usar para inhalaciones regulares. Para prepararlos, basta con tomar 10 g de hierbas medicinales, por ejemplo, manzanilla, caléndula, corteza de roble o salvia, verter 270 ml de agua hirviendo y dejar en infusión durante 5-10 minutos. Cuando la infusión se haya enfriado un poco, puede inhalar hasta que el medicamento se haya enfriado por completo.

Los aceites esenciales están prohibidos para su uso con un nebulizador, pero se pueden usar de la forma habitual (inhalando el vapor en una cacerola). Para inhalación, se permite eucalipto, mentol o aceite de abeto. Basta con añadir 2-3 gotas a 400 ml de agua hirviendo, esperar hasta que se enfríe e inhalar los vapores.

Antes de comenzar la inhalación, debe asegurarse de que la temperatura del medicamento no sea demasiado alta para no quemar la membrana mucosa del tracto respiratorio superior.

Tratamiento farmacológico tópico

Tan pronto como haya ronquera en los niños, puede comenzar a enjuagar inmediatamente. Para obtener el máximo efecto del procedimiento, debe cumplir con las siguientes reglas:

  • se permiten enjuagues para niños mayores de 6 años para evitar atragantarse o tragar la solución;
  • el procedimiento se lleva a cabo una hora después de comer;
  • después del enjuague, no beba ni coma durante media hora;
  • solo se usa una solución tibia para el procedimiento, para no irritar la membrana mucosa con temperaturas altas o bajas;
  • durante el día, debe alternar medicamentos.

El tratamiento tópico se puede realizar con pastillas, enjuagues, irrigación y lubricación de la mucosa de la garganta.

Nombre del grupo de fármacosDrogasNota
Soluciones de aclaradoClorhexidina, Clorofilipt, Stopangin, Miramistin, Furacilin, Givalex, Tantum Verde.Los enjuagues se realizan hasta 5 veces al día, observando la dosis recomendada, según la edad.
Solución de irrigación de gargantaIngalipt, Cameton, Chlorophyllipt, Tantum Verde, Givalex, Orasept, YoksEl riego se lleva a cabo con cuidado para no provocar laringoespasmo con una penetración profunda de la corriente de la droga.
Solución para lubricar la mucosa faríngea.LugolLa membrana mucosa se lubrica con una gasa de varias capas.
Tabletas, piruletasStrepsils, Lisobakt, Faringosept, DecatilenLos niños pequeños pueden triturar Lisobakt en polvo y dejar que se disuelva.

Recetas populares

Además de los medicamentos, se pueden utilizar métodos alternativos para combatir la ronquera de la voz. Aquí hay algunas recetas de medicación oral:

  1. al niño se le puede dar un trozo de miel para reabsorción (panal de miel) para reducir la irritación y lubricar la membrana mucosa. La miel se puede agregar al té o a la leche tibia;
  2. Se pueden agregar 10 g de salvia a 230 ml de leche caliente, esperar 5-7 minutos, filtrar y beber tibio;
  3. Se deben hervir 7 escaramujos machacados con 400 ml de agua hirviendo y se deben agregar 5 g de miel. Tomar 100 ml dos veces al día;
  4. Se deben agregar 2 g de refresco a la leche tibia con un volumen de 280 ml, mezclar y administrar al niño antes de acostarse;
  5. Después de preparar la rosa mosqueta, debe agregar la hoja de grosella y esperar 10 minutos, luego sacar la hoja, agregar 5 g de miel y tomarla dos veces al día.

Para enjuagar la orofaringe, puede usar las siguientes soluciones:

  • La miel se ha utilizado durante mucho tiempo en el tratamiento de muchas enfermedades inflamatorias, especialmente porque a los niños les encantan los dulces y no se dan por vencidos. Para cocinar, debe cocinar a fuego lento 5 g de miel a fuego lento, vertiendo 240 ml de agua hirviendo. Revolviendo constantemente, debe esperar unos minutos, enfriar y usar para enjuagar;
  • La caléndula, el eucalipto y también la caléndula se toman en la misma cantidad, se trituran y se mezclan, después de lo cual se toman 20 g de la colección. Luego debe verter agua hirviendo con un volumen de 450 ml, dejar actuar durante 15 minutos y usar para enjuagar.

En caso de resfriado, se permite el calentamiento de los pies, pero el procedimiento está prohibido en caso de fiebre. Para calentar, puede sumergir sus pies en agua tibia con la adición de mostaza: 25 g por 3 litros de agua. La duración del procedimiento es de 7 a 10 minutos. También puedes poner un poco de mostaza en tus calcetines. Cuando aparece una sensación de ardor, es necesario cambiar los calcetines por unos limpios. En cuanto a las compresas, no siempre son útiles, porque con la hipertermia y la inflamación purulenta en la orofaringe, el calentamiento está prohibido. Pueden conducir a la propagación del proceso purulento a los tejidos circundantes. La decisión sobre las compresas se toma individualmente.

Independientemente de los métodos médicos que se utilicen para el niño, lo principal es el resultado. Los trámites se pueden realizar de forma lúdica para que el niño no se sienta intimidado.

Ya no aparecerá una voz ronca si se dedica a fortalecer el sistema inmunológico desde una edad muy temprana. Una madre joven no debe dejar de amamantar, debe controlar la nutrición del bebé, realizar procedimientos de endurecimiento y, si es posible, limitar el contacto de los niños con personas que tienen resfriados. Lo más importante es no olvidarse del tratamiento de spa, que es la base de una inmunidad fuerte.