Dolencias de garganta

Tratamiento no quirúrgico de adenoides de grado 1, 2 y 3

Los principios y métodos de tratamiento de las adenoides (vegetaciones adenoides) dependen de cuánto se superponen los tejidos linfoides crecidos en exceso a los conductos nasales. Hasta hace poco, la amígdala nasofaríngea agrandada se extirpaba en la mayoría de los niños, independientemente de la etapa de la enfermedad.

Hoy en día, el tratamiento quirúrgico se lleva a cabo solo si el otorrinolaringólogo diagnosticó "adenoides de grado 3". Los inmunólogos han demostrado que la amígdala faríngea juega un papel importante en el desarrollo del sistema inmunológico. La extirpación de las amígdalas afecta negativamente a la inmunidad local, como lo demuestran las frecuentes recaídas de enfermedades infecciosas. Con una apelación oportuna al otorrinolaringólogo, se puede intentar tratar las adenoides con medicamentos. Y solo en caso de ineficacia del fármaco y el tratamiento fisioterapéutico, al paciente se le prescribe la extirpación del órgano inmunitario: adenotomía.

Adenoides 1, 2 y 3 grados - diferencias

Exteriormente, las adenoides se asemejan a formaciones tumorales, que constan de varios lóbulos. Un pequeño órgano inmunológico se localiza en la pared posterior dentro de la cavidad nasal y realiza una función protectora: destruye los virus y bacterias patógenos que ingresan al cuerpo con el aire. Hipertrofia, es decir agrandamiento patológico de la amígdala nasofaríngea, que se observa con mayor frecuencia en niños pequeños de 3 a 9 años. Con mucha menos frecuencia, las adenoides se diagnostican en recién nacidos y adultos.

¿Cómo se tratan las adenoides? Los métodos de tratamiento están determinados por la etapa de desarrollo de la patología y las manifestaciones clínicas que la acompañan. En los otorrinolaringólogos, se acostumbra distinguir entre los siguientes grados de hipertrofia del órgano inmunológico:

  • 1er grado: los tejidos adenoides solo 1/3 se superponen con el vómer y los conductos nasales;
  • 2do grado: una amígdala agrandada ½ bloquea las vías respiratorias en la nasofaringe;
  • 3er grado: los crecimientos adenoides más de 2/3 se superponen a los orificios de la cavidad nasal;
  • Cuarto grado: el órgano hipertrofiado cierra completamente el vómer y las coanas (conductos nasales).

Las vegetaciones adenoides de la tercera y cuarta etapas de desarrollo prácticamente no son susceptibles de tratamiento conservador, por lo tanto, a los pacientes con tal diagnóstico se les prescribe con mayor frecuencia adenotomía.

Para evitar la cirugía, debe buscar la ayuda de un otorrinolaringólogo cuando aparezcan los primeros signos de adenoides.

La proliferación de tejidos blandos no se puede eliminar con la ayuda de gotas nasales, soluciones antiinflamatorias y antisépticas, ya que se forman formaciones tumorales.

1 grado de hipertrofia

Las adenoides de grado 1 cubren hasta el 35% de la nasofaringe, por lo que prácticamente no causan molestias. Por esta razón, es posible diagnosticar la patología de manera oportuna, por regla general, por accidente, durante los exámenes de rutina realizados por un pediatra. ¿Es posible sospechar el desarrollo de adenoides por signos externos?

La dificultad para respirar nasal con una ligera proliferación de vegetaciones adenoides se observa exclusivamente por la noche. Los síntomas clásicos de las adenoides de la primera etapa de desarrollo incluyen:

  • olfateando en un sueño;
  • congestión nasal;
  • somnolencia diurna;
  • secreción serosa de los conductos nasales.

Con la posición horizontal del cuerpo, la amígdala faríngea en forma de cresta aumenta ligeramente de tamaño, lo que conduce a insuficiencia respiratoria. Debido a la falta de oxígeno (hipoxia), el niño puede tener pesadillas. Después de despertarse, los niños suelen quejarse de letargo y fatiga crónica.

La hipertrofia en etapa 1 de la amígdala faríngea es fácil de tratar de forma conservadora. Es posible restaurar el tamaño normal del órgano con la ayuda de lavados, inhalaciones y preparaciones locales de acción antiinflamatoria, inmunoestimulante y antiséptica.

2 grados de hipertrofia

Las adenoides de segundo grado conducen a la aparición de síntomas patológicos más pronunciados. Los tejidos linfoides crecidos en exceso se superponen hasta en un 50% de los conductos nasales y vómer, como resultado de lo cual hay alteraciones obvias en la respiración nasal. Sin embargo, si la enfermedad se diagnostica a tiempo, será posible eliminar sus manifestaciones con la ayuda de fisioterapia y medicamentos.

¿Cómo reconocer las adenoides de grado 2? Los signos característicos del desarrollo de la enfermedad incluyen:

  • ronquidos y resoplidos fuertes durante el sueño;
  • una clara disminución del timbre de la voz;
  • pérdida de la audición;
  • distracción y falta de sueño;
  • apertura frecuente de la boca;
  • rinitis persistente;
  • falta de apetito;
  • apatía y fatiga crónica.

La hipertrofia de las adenoides de grado 2 interfiere con el desarrollo fisiológico normal del niño.

La hipoxia crónica (falta de oxígeno) afecta negativamente el funcionamiento del cerebro. En este sentido, el niño comienza a quedarse atrás no solo en el desarrollo físico sino también mental. Los niños enfermos no pueden concentrarse, lo que afecta el rendimiento escolar. Además, si la permeabilidad de los conductos nasales no se restaura a tiempo, la apertura constante de la boca provocará la deformación de la mandíbula inferior.

¿Cómo se tratan las adenoides de grado 2? Es posible reducir algo el tamaño de las amígdalas con la ayuda de agentes secantes y antisépticos. Previenen el desarrollo de inflamación en la cavidad nasal, lo que estimula la proliferación de tejidos linfoides.

Los procedimientos fisioterapéuticos como la ecografía y la terapia con láser pueden ayudar a eliminar la mucosidad estancada en la nariz y los senos paranasales.

Debe entenderse que las adenoides de grado 2 conducen a una discapacidad auditiva, que puede conducir al desarrollo de otitis media. Una amígdala agrandada obstruye la apertura de los conductos auditivos, que se encuentran en la nasofaringe. La posterior interrupción de la ventilación del oído medio, que está conectado a la cavidad nasal a través de las trompas de Eustaquio, conduce a la acumulación de derrame seroso en la cavidad del oído. Esta es una de las causas clave de la inflamación de las membranas mucosas y el desarrollo de otitis media.

3 grados de hipertrofia

Las adenoides de grado 3 se caracterizan por una fuerte proliferación de la amígdala nasofaríngea, en la que los tejidos linfoides se superponen al vómer en aproximadamente un 70-80%. Exteriormente, se parecen al peine de un gallo, que cuelga de la parte posterior de la nasofaringe y cierra las vías respiratorias. Debido a esto, la respiración nasal se vuelve muy difícil, por lo que el niño respira principalmente por la boca.

El desarrollo de adenoides de grado 3 conduce al bloqueo de las aberturas del tubo auditivo, como resultado de lo cual la audición se reduce drásticamente y existe el riesgo de pérdida auditiva.

La manifestación clínica de la enfermedad depende de la edad del paciente y, en consecuencia, del diámetro interno de las vías respiratorias. En los niños menores de 5 años, los conductos nasales son muy estrechos, por lo que los tejidos demasiado crecidos bloquean casi por completo la nasofaringe. ¿Cuáles son los síntomas de las adenoides de grado 3?

  • congestión nasal;
  • respiración constante por la boca;
  • tensión de las alas de la nariz;
  • voz nasal;
  • ronquidos y resoplidos durante el sueño;
  • desarrollo frecuente de otitis media;
  • letargo e irritabilidad;
  • Inflamación persistente de los senos paranasales (sinusitis, sinusitis).

¿Cómo se deben tratar las adenoides de grado 3? Con hipertrofia severa de la amígdala nasofaríngea, a los pacientes se les prescribe un tratamiento quirúrgico. Si no elimina las vegetaciones adenoides en un niño pequeño, esto puede provocar una formación anormal de los huesos del cráneo y el pecho. Debido a una violación del intercambio de gases y la acumulación de una gran cantidad de dióxido de carbono en la sangre, se observa una disminución de las habilidades mentales o el desarrollo de neurosis.

4 grados de hipertrofia

Las adenoides de grado 4 son la forma más grave de patología, en la que la amígdala cierra al 100% los conductos nasales y las aberturas de los conductos auditivos. En este sentido, se bloquea el flujo de aire hacia la garganta a través de los conductos nasales. La violación de la función de ventilación y drenaje de la nasofaringe conduce al estancamiento de la descarga serosa en los senos paranasales y el oído medio. Esto conduce a la inflamación de las membranas mucosas de los órganos ENT y al desarrollo de enfermedades como sinusitis, otitis media, etmoiditis, esfenoiditis, etc.

Si no se eliminan las adenoides de grado 4 en un niño pequeño a tiempo, se producirá un cambio en el tipo de cara, y la inflamación constante del oído medio afectará negativamente la sensibilidad auditiva. Con un crecimiento crítico de la amígdala nasofaríngea, es necesario aceptar una operación. Es prácticamente imposible restaurar la permeabilidad de los conductos nasales con una superposición del 100% del vómer y las choanas.

Por lo tanto, las adenoides de grado 3 y 4 se pueden curar solo si se realiza una adenotomía, es decir, operación quirúrgica.

Diagnósticos

¿Cómo se pueden curar las vegetaciones adenoides? Es posible determinar los métodos óptimos para tratar la patología solo después del diagnóstico y la determinación del grado de proliferación de los tejidos linfoides. Es problemático reconocer de forma independiente la etapa de desarrollo de la enfermedad por manifestaciones clínicas. Por lo tanto, si se sospecha de adenoides, es necesario someterse a los siguientes tipos de exámenes:

  • rinoscopia posterior: examen de la pared posterior de la cavidad nasal con un espejo especial;
  • rinoscopia anterior: un examen visual de los conductos nasales, seguido de una evaluación del grado de permeabilidad;
  • examen endoscópico: examen del estado de la nasofaringe mediante un fibroscopio flexible;
  • Radiografía: determina la ubicación del tumor benigno y el grado de agrandamiento de la amígdala.

En el caso del desarrollo de procesos inflamatorios en el tracto respiratorio, es necesario determinar el agente causante de la infección. Para hacer esto, el médico toma un hisopo de la cavidad nasal y la laringofaringe y, durante el análisis microbiológico y virológico, determina el tipo de agentes patógenos que provocaron la inflamación.

Tratamiento conservador

El tratamiento sin cirugía solo es posible con una ligera hipertrofia de la amígdala, es decir, en las etapas 1 y 2 del desarrollo de las adenoides. La terapia con medicamentos le permite restaurar la función de drenaje del órgano inmunológico y prevenir su crecimiento posterior. Como regla general, el régimen de tratamiento incluye medicamentos antiinflamatorios, antihistamínicos y antisépticos:

  • Gotas vasoconstrictoras ("Naphtizin", "Xymelin", "Suprima-Noz"): facilitan la respiración nasal al reducir la hinchazón de las membranas mucosas;
  • remedios homeopáticos ("Angin Gran", "Edas", "Tonsilgon"): aumentan la resistencia del cuerpo a los agentes patógenos, como resultado de lo cual se restaura la actividad normal de la amígdala nasofaríngea;
  • antibióticos ("Augmentin", "Ampicilina", "Bioparox"): inhiben la reproducción de microbios patógenos, lo que previene el desarrollo de inflamación purulenta;
  • medicamentos antialérgicos ("Fenistil", "Erius", "Zyrtec"): alivian la hinchazón y la inflamación, como resultado de lo cual hay una disminución en el volumen de tejido linfoide;
  • aerosoles hormonales ("Nasonex", "Avamis", "Nasobek"): previenen la inflamación y aumentan la inmunidad local, eliminando así los síntomas de una rinitis persistente;
  • inmunocorrectores ("Factor de transferencia", "Mipro-Vit", "Cordyceps"): aumentan la inmunidad inespecífica y la resistencia del cuerpo a los agentes causantes de enfermedades.

Con la preparación correcta del régimen de terapia y la eliminación oportuna de los síntomas de la patología, se puede evitar la operación.

Además, después de los 9 años, la amígdala nasofaríngea comienza a degradarse y hacia los 16-17 años desaparece casi por completo. Por esta razón, las vegetaciones adenoides rara vez se diagnostican en pacientes después de la pubertad.

Cirugía

No siempre, para el tratamiento de las adenoides, solo puede usar medicamentos, antisépticos para enjuagar la nariz e inhalar. Si el tejido glandular se superpone a más del 50% del vómer, lo más probable es que el paciente deba someterse a una adenotomía. Debe comprender que la vegetación adenoide es un tejido ya formado que no se puede absorber bajo la influencia de agentes secantes y antialérgicos.

El tejido anormalmente crecido se puede eliminar con:

  • Adenotoma de Beckman (operación clásica);
  • dispositivo "Surgitrona" (escisión de ondas de radio);
  • "cuchillo" láser (adenotomía con láser);
  • afeitadora (micro-criador con una cuchilla al final).

El menos traumático son los métodos de láser y ondas de radio para eliminar las vegetaciones adenoides, ya que durante la operación los vasos dañados se "sellan", lo que evita el sangrado.

Es imposible evitar la cirugía si la amígdala hipertrofiada ha bloqueado por completo los conductos nasales. El tratamiento tardío de la enfermedad puede derivar en complicaciones como sinusitis crónica, amigdalitis, absceso paratonsilar, etc.