Dolencias de garganta

Inflamación de las adenoides en adultos.

¿Qué son las adenoides y por qué aparecen? Las adenoides se denominan hipertrofia de la amígdala nasofaríngea (faríngea), lo que dificulta la respiración por la nariz y conduce a la pérdida de audición.

Un aumento patológico en la cantidad de elementos estructurales (hiperplasia) de los tejidos linfadenoides de la amígdala a menudo ocurre en el contexto de enfermedades alérgicas, endocrinas e infecciosas. El tratamiento tardío de las vegetaciones adenoides conduce a cambios en la voz, hipoxia y maloclusión.

En el caso de la escisión quirúrgica de tejidos hipertrofiados, persiste el riesgo de reproliferación de la amígdala nasofaríngea. Por esta razón, las adenoides agrandadas deben tratarse de manera compleja, tomando medicamentos con efectos antibacterianos, antiinflamatorios y citotóxicos.

Anatomía

Vegetación adenoide: ¿que es? Las adenoides o crecimientos adenoides se denominan patologías en las que hay hipertrofia de los tejidos blandos de la amígdala nasofaríngea. Es una parte integral del anillo linfadenoide y realiza funciones protectoras. En los grupos linfoides hay una gran cantidad de células inmunes que impiden la penetración de agentes patógenos en el epitelio mucoso que recubre la superficie de los órganos ENT.

¿Dónde se encuentran las adenoides? La amígdala faríngea se encuentra entre la cavidad nasal y el fondo de saco de la faringe. Las trompas de Eustaquio y los conductos nasales se encuentran cerca de las acumulaciones linfoides, por lo que la hiperplasia tisular conduce inevitablemente a pérdida de audición y dificultad para respirar nasal. Si la vegetación adenoidea bloquea parcial o completamente la apertura faríngea de los conductos auditivos, esto conduce a una violación de su función de drenaje y a la acumulación de derrames serosos en el oído medio.

Los cambios patológicos implican la inflamación de la membrana mucosa de la cavidad timpánica, como resultado de lo cual pueden desarrollarse eustaquitis y otitis media catarral promedio.

¿Para qué sirven las adenoides? La amígdala nasofaríngea es una barrera protectora que evita la multiplicación de microorganismos oportunistas en el tracto respiratorio. Sin embargo, la inflamación de las adenoides conduce a la disfunción de las acumulaciones linfadenoides, como resultado de lo cual ellas mismas se convierten en caldo de cultivo para agentes patógenos. La falta de inmunidad local conduce a frecuentes recaídas de enfermedades ORL infecciosas, que pueden provocar complicaciones graves.

¿Qué edad crecen las adenoides? El más peligroso para el desarrollo de la patología es la edad de 3 a 8 años. Es durante este período que la nasofaringe se reorganiza en el cuerpo del niño, lo que puede provocar hiperplasia de tejidos blandos. La amígdala faríngea puede crecer y aumentar de tamaño hasta 13 años, después de lo cual el riesgo de desarrollar patología se reduce 2-3 veces.

Causas

¿Hay adenoides en los adultos y por qué? No hace mucho tiempo se creía que la vegetación adenoidea es una patología que se da exclusivamente en la infancia. Sin embargo, hoy en día, los especialistas diagnostican cada vez más la enfermedad en pacientes de entre 25 y 32 años. La proliferación de tejidos linfoides se ve facilitada por alteraciones autoinmunes y endocrinas, así como por alteraciones en el funcionamiento del sistema linfático.

Los siguientes factores predisponentes pueden provocar inflamación de las adenoides:

  • inmunodeficiencias secundarias;
  • diátesis linfático-hipoplásica;
  • inflamación crónica de la nasofaringe;
  • constitución anormal del anillo faríngeo;
  • recaídas frecuentes de amigdalitis y laringitis;
  • hinchazón alérgica de la nasofaringe;
  • curvatura del tabique nasal.

La predisposición genética juega un cierto papel en la aparición de vegetaciones adenoides. El tejido linfadenoide puede crecer debido a un desarrollo intrauterino anormal del feto o una alteración hormonal en una mujer en el segundo o tercer trimestre del embarazo. Superando la barrera placentaria, las sustancias tóxicas pueden ingresar al cuerpo del niño y provocar interrupciones en la colocación de órganos y sistemas vitales.

¡Importante! La hipoxia crónica, que se produce en el contexto del crecimiento de la amígdala, puede provocar trastornos mentales.

¿Por qué se necesitan las adenoides y se pueden extirpar? La hipertrofia de la amígdala faríngea conlleva el desarrollo de complicaciones locales y, a veces, sistémicas. Sin embargo, en ausencia de indicaciones serias, no se recomienda eliminar las adenoides, ya que esto conducirá inevitablemente a una disminución de la inmunidad local.

En las etapas iniciales del desarrollo de la patología, el tratamiento se lleva a cabo con la ayuda de medicamentos. Y solo en ausencia de dinámicas positivas, al paciente se le prescribe cirugía.

Cuadro sintomático

¿Cómo entender que un adulto tiene adenoides? La enfermedad otorrinolaringológica se desarrolla gradualmente, por lo que es extremadamente difícil diagnosticar la hipertrofia del tejido linfoide por su cuenta. A diferencia de las amígdalas, la amígdala faríngea no es visible en la inspección visual de la orofaringe. Con el desarrollo de la patología, los pacientes generalmente se quejan de:

  • respiración nasal obstruida: la hiperplasia de los tejidos de las amígdalas conduce a una superposición completa o parcial de las vías respiratorias en la nasofaringe, como resultado de lo cual la respiración por la nariz se vuelve difícil;
  • cambio de voz: la hipertrofia de los tejidos linfoides evita el paso del aire a través de la nasofaringe, que es un resonador que participa en la producción de sonido (fonación); por ello, las adenoides de la garganta provocan un cambio en la voz, que se vuelve más tranquila y nasal;
  • recaídas frecuentes de resfriados: una violación de la función protectora de la amígdala nasofaríngea aumenta el riesgo de desarrollar resfriados como amigdalitis, sinusitis, sinusitis, laringitis, etc .;
  • pérdida de audición: la hipertrofia de las adenoides es la causa de la superposición de la boca de la trompa de Eustaquio, que se comunica entre la nasofaringe y el oído medio; el bloqueo del canal auditivo inevitablemente implica pérdida de audición y, posteriormente, inflamación de la cavidad del oído;
  • ronquidos: las vegetaciones adenoides bloquean aún más las vías respiratorias cuando el paciente está en posición horizontal, lo que conduce a ronquidos.

Si se presentan los síntomas anteriores, es recomendable ser examinado por un especialista. Si no se detiene la hiperplasia de tejidos blandos, esto puede tener consecuencias nefastas. En particular, la falta de oxígeno (hipoxia) afecta negativamente el funcionamiento del cerebro y la inflamación del oído puede conducir al desarrollo de meningitis.

Adenoiditis: ¿qué es?

La adenoiditis o angina retronasal se llama inflamación de la amígdala nasofaríngea hiperplásica, que ocurre con mayor frecuencia en el contexto del desarrollo de enfermedades respiratorias. Los procesos infecciosos y alérgicos en los órganos ENT conducen a una perversión de las reacciones inmunológicas en el área de la amígdala nasofaríngea. La inflamación de las adenoides es causada por una alteración en el equilibrio dinámico de los procesos de epitelización y alteración de los tejidos linfadenoides.

La enfermedad otorrinolaringológica se caracteriza por un inicio agudo con hipertermia, tos perruna y síntomas de intoxicación. En la mayoría de los casos, la temperatura con adenoides indica el desarrollo de una infección de etiología viral o bacteriana. Las manifestaciones clínicas típicas de la adenoiditis incluyen:

  • pérdida de la audición;
  • dolor en la garganta, que se irradia a la nariz;
  • acumulación de flema en la garganta;
  • una tos seca obsesiva;
  • aumento de temperatura;
  • hiperemia de los arcos palatinos;
  • aspereza en la garganta al tragar;
  • un aumento de los ganglios linfáticos regionales;
  • Dificultad para respirar nasal;
  • nasal pronunciado y debilitamiento de la voz.

¡Importante! Es imposible bajar la temperatura y usar medicamentos antiinflamatorios antes de que se haga el diagnóstico, ya que el tratamiento sintomático puede llevar a "difuminar" el cuadro clínico.

Las adenoides inflamadas deben tratarse con medicamentos antibacterianos o antivirales. Como regla general, la adenoiditis aguda no dura más de 7 días, después de lo cual los síntomas locales y generales de la patología prácticamente desaparecen. El alivio prematuro de los procesos catarrales conduce a su cronicidad y al desarrollo de complicaciones: sinusitis, laringotraqueobronquitis, absceso retrofaríngeo, etc.

Diagnósticos

¿Por qué son peligrosas las adenoides? Los órganos hipertrofiados son caldo de cultivo para la infección y aumentan el riesgo de recurrencia de enfermedades respiratorias, en particular amigdalitis. La inflamación infecciosa-alérgica de los órganos otorrinolaringológicos causada por bacterias patógenas conduce a la intoxicación del cuerpo e interrupciones en el funcionamiento de los sistemas vitales. En el contexto de la amigdalitis crónica, no se excluye el desarrollo de patologías cardiovasculares y endocrinas. Para comprender si existen vegetaciones adenoides o no, el paciente debe someterse a un examen adecuado con un otorrinolaringólogo. Para ello, se pueden utilizar los siguientes métodos de diagnóstico:

Métodos de diagnósticoLa esencia del procedimiento.
rinoscopia posteriorexamen de la cavidad nasal con un pequeño espejo, gracias al cual es posible evaluar el grado de proliferación de los tejidos linfadenoides
radiografía de cráneodeterminación del tamaño de las amígdalas palatinas y faríngeas en imágenes de rayos X en la proyección lateral
rinoscopia endoscópicaintroducción en la cavidad nasal de un endoscopio blando con una cámara incorporada, con la ayuda de la cual se obtiene una imagen tridimensional de un órgano hipertrofiado en la pantalla del monitor en tiempo real
examen digital de la nasofaringela introducción del dedo índice en la nasofaringe a través de la cavidad bucal, lo que le permite sentir la vegetación adenoide y determinar el grado de proliferación de los tejidos blandos
Tomografía computarizadadeterminación del estado anatómico de la amígdala nasofaríngea mediante una imagen tridimensional clara obtenida durante la irradiación ionizante del cráneo del paciente
epifaringoscopia endoscópicaexamen de la cavidad nasal y la amígdala faríngea utilizando una guía de ondas de fibra óptica, que se introduce en la nasofaringe no a través de los conductos nasales, como en la rinoscopia, sino a través de la cavidad bucal

¡Importante! La vegetación adenoidea puede dar lugar a complicaciones graves, hasta la formación de tumores malignos en la nasofaringe.

Si después del examen resulta que es imposible restaurar la función de las adenoides, al paciente se le prescribe un tratamiento quirúrgico. La eliminación de tejidos hiperplásicos le permite eliminar las principales manifestaciones de la patología. Sin embargo, para el mantenimiento posterior de la inmunidad general en el nivel adecuado, el paciente debe someterse a una terapia inmunoestimulante 1-2 veces al año, lo que reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades respiratorias.

Tratamiento conservador

¿Cómo se trata la hipertrofia adenoidea? En las etapas iniciales del desarrollo de la patología, al paciente se le prescribe un tratamiento conservador. El régimen de terapia incluye medicamentos que previenen el desarrollo de inflamación e inhiben la hiperplasia de los tejidos linfoides. Como regla general, los siguientes tipos de medicamentos se usan para tratar las vegetaciones adenoides:

  • antibióticos: se recetan para la inflamación bacteriana de las adenoides; contribuir a la destrucción de estructuras celulares de agentes patógenos, lo que acelera la regresión de reacciones patológicas en grupos linfadenoides;
  • vasoconstrictores: reducen la permeabilidad de los vasos sanguíneos, lo que reduce la hinchazón de la nasofaringe y facilita la respiración por la nariz;
  • inmunoestimulantes: aumentan la actividad de las células inmunes y promueven la síntesis de interferón, que previene el desarrollo de agentes patógenos en los órganos ENT;

Los medicamentos antiinflamatorios para la irrigación nasofaríngea ayudan a restaurar la función normal de los tejidos linfoides, acelerando así la epitelización de la mucosa. Se recomienda regar las adenoides demasiado crecidas con soluciones salinas y decocciones a base de salvia o manzanilla medicinal.

Durante la irrigación nasofaríngea, no incline la cabeza hacia atrás, ya que esto puede provocar la penetración de líquido en la trompa de Eustaquio o el oído medio.

Fisioterapia

Si, después de someterse a una terapia con medicamentos, la amígdala hipertrofiada continúa aumentando de tamaño, al paciente se le prescriben procedimientos de fisioterapia. La inflamación crónica de las acumulaciones linfadenoides a menudo se acompaña de alergia del cuerpo, que afecta negativamente el bienestar del paciente. Se recomienda someterse a fisioterapia al menos 2 veces por semana durante 10-14 días.

Los métodos más efectivos de tratamiento fisioterapéutico del agrandamiento de adenoides incluyen:

  • electroforesis: la introducción de medicamentos antialérgicos y antisépticos en la membrana mucosa de los órganos ENT por medio de una corriente eléctrica;
  • magnetoterapia: el efecto de los campos magnéticos sobre la vegetación adenoide, que ayuda a restaurar el metabolismo celular y aumentar la inmunidad local;
  • Terapia EHF: el efecto sobre los tejidos blandos de la nasofaringe por campos electromagnéticos de frecuencias ultra altas, que estimula la restauración de los tejidos afectados por la inflamación;
  • Terapia UV: tratamiento de amígdalas hipertrofiadas con rayos ultravioleta, que tienen propiedades bactericidas y cicatrizantes.

La fisioterapia se utiliza en el tratamiento de pacientes con contraindicaciones para la cirugía. Este método de terapia ayuda a restaurar la función normal de la amígdala faríngea y reduce el volumen de los tejidos linfoides.

Prevención y tratamiento quirúrgico

¿Qué pasa si la hiperplasia de los tejidos de la amígdala nasofaríngea no se detiene? Esto puede deberse a una inflamación crónica de las adenoides o alteraciones autoinmunes del cuerpo. En este caso, la patología se puede eliminar solo mediante una intervención quirúrgica. En ausencia de contraindicaciones, se puede asignar al paciente:

  • adenoidectomía: escisión completa de la amígdala hipertrofiada;
  • vaporización con láser: "desecación" de la amígdala nasofaríngea bajo la influencia de la radiación láser;
  • Destrucción intersticial: destrucción de tejidos hiperplásicos desde el interior por un flujo monocromático de radiación láser.

El tratamiento quirúrgico se lleva a cabo con anestesia local, después de lo cual el paciente debe permanecer en el hospital durante otros 2-3 días. En ausencia de complicaciones posoperatorias, se produce la restauración completa de la integridad del tejido en un mes. Para prevenir la inflamación séptica de la nasofaringe operada, al paciente se le prescribe una terapia con antibióticos, que consiste en tomar antibióticos sistémicos.

¿Cuál debería ser la prevención de las adenoides? Con la escisión parcial de los tejidos de la amígdala faríngea, no se excluyen las recaídas de vegetaciones adenoides. Reducir la probabilidad de que la enfermedad vuelva a desarrollarse permite el cumplimiento de las siguientes recomendaciones:

  • tratamiento oportuno de enfermedades respiratorias;
  • evitando el sobrecalentamiento y la hipotermia;
  • vacunación oportuna contra la influenza;
  • prevención de infecciones en previsión de enfermedades otorrinolaringológicas estacionales;
  • buena nutrición con la inclusión en la dieta de alimentos ricos en vitaminas y microelementos.

Debe entenderse que las tácticas para tratar el agrandamiento de las adenoides dependen no solo del tamaño de la amígdala faríngea, sino también de los trastornos concomitantes. En pacientes propensos a reacciones alérgicas, el tratamiento quirúrgico debe combinarse con el paso de una terapia desensibilizante.