Enfermedades del oído

Cáncer de oído

Un tumor maligno del oído medio, el canal auditivo o la aurícula (cáncer de oído) se manifiesta por la formación de un ganglio, granulaciones sangrantes, úlceras. Estos primeros signos de cáncer de oído suelen ir acompañados de picazón, ruido, dolor y secreción. A menudo ocurre una discapacidad auditiva unilateral. Sin embargo, la presencia de ciertos síntomas depende del tipo de tumor. En el caso de la propagación de una formación maligna, aparecen signos de daño en los nervios craneales. El agrandamiento de los ganglios linfáticos regionales se asocia con metástasis linfógena.

Clasificaciones y síntomas del cáncer por tipo

Las estadísticas muestran que el cáncer de oído representa aproximadamente el uno por ciento del número total de cánceres.

No hay diferencia de género: hombres y mujeres tienen el mismo riesgo de contraer la enfermedad. La mayoría de las veces se trata de personas después de los 40 años. Las estadísticas de localización tienen la siguiente imagen:

  • 80% - cáncer de oído,
  • 15% - tumor del canal auditivo externo,
  • 5% - una neoplasia en el oído medio.

Existe una clasificación de las neoplasias del oído según los criterios de localización, causalidad, tipo de crecimiento, estructuras microscópicas e histológicas. Según el criterio de localización, la enfermedad puede afectar al oído medio y al externo, con una división en neoplasias malignas del pabellón auricular y un tumor del conducto auditivo externo.

El factor de causalidad nos permite dividir esta oncología en:

  • primaria, cuando las células benignas se transforman en malignas,
  • secundario, cuando el foco de crecimiento está en órganos cercanos (por ejemplo, la nasofaringe), seguido de la germinación en el área de los órganos auditivos.

Por el tipo de crecimiento, se distinguen los tumores exofíticos, que crecen en la luz del órgano, y los endofíticos, que crecen principalmente en profundidad. El examen histológico revela varios tipos de lesiones que se desarrollan a diferentes ritmos y diferencias externas:

  1. Epitelioma espinocelular (carcinoma de células escamosas, carcinoma de células escamosas). Un tumor maligno de rápido crecimiento que crece a partir de células epiteliales (células planas ubicadas en la capa superficial de la epidermis).
    • En el pabellón auricular parece una verruga con una base ancha y una excrecencia que sangra levemente.
    • El canal auditivo se asemeja a una excrecencia o erosión en forma de riñón que a veces se extiende por todo el canal auditivo.

En el 75% de los casos, afecta la piel del rostro y el cuero cabelludo. Este tipo de epitelioma representa aproximadamente el 25% de todos los cánceres de piel y membranas mucosas. Más susceptibles a la enfermedad son las personas de raza caucásica con piel clara, que se queman rápidamente al sol. Con mayor frecuencia afecta a personas mayores de 60 años, y en los niños, se registran tumores predominantemente determinados genéticamente.

En el 98% de los casos, metastatiza por vía linfática. Al llegar al sistema linfático, las células cancerosas se diseminan a través de los vasos linfáticos y, permaneciendo en los ganglios linfáticos locales, comienzan a durar. La distribución hematógena con flujo sanguíneo ocurre solo en el 2% de los casos.

  1. Basalioma (carcinoma de células basales). Ocurre con mayor frecuencia en la piel de la cara y el cuello. El basalioma puede crecer lentamente tanto en el tejido subcutáneo como en los tejidos óseos y musculares cercanos, pero no produce metástasis en absoluto o la metástasis se produce en etapas posteriores.

En las etapas iniciales, el carcinoma de células basales puede verse como un grano normal que crece lentamente de tamaño sin causar sensaciones dolorosas. Se forma una costra grisácea en el centro del grano. Si se quita, queda una hendidura temporal en la piel, que pronto se vuelve costrosa nuevamente. Un signo específico de esta neoplasia es la presencia de una densa cresta alrededor del tumor. El rodillo en sí consiste en formaciones de grano fino que se asemejan a perlas en miniatura, y se vuelve especialmente notable cuando se estira la piel. Debido a la expansión de los vasos superficiales, a menudo se nota la presencia de arañas vasculares.

Si hay varias lesiones nodulares, pueden fusionarse con el tiempo.

Con la germinación del carcinoma de células basales en los tejidos circundantes, se produce un síndrome de dolor pronunciado. Dependiendo de la forma de la enfermedad, los síntomas pueden variar:

  • Nodular-ulcerativo se manifiesta por un sello supracutáneo redondeado de tipo nodular, que aumenta con el tiempo, adquiriendo una configuración irregular.
  • La forma verrugosa se caracteriza por la aparición de un nódulo denso hemisférico que se asemeja a una coliflor.
  • La forma nodular grande (nodular) es un nódulo supracutáneo único con asteriscos vasculares en la superficie que crecen hacia afuera.
  • Debido al centro o la periferia pigmentados, la forma pigmentada puede parecerse al melanoma, pero este tipo de basalioma se caracteriza por una cresta "perlada" específica.
  • La formación esclerodermiforme se diferencia de otras en que, a medida que crece, se convierte en una placa densa y plana con una superficie rugosa y contornos claros.
  • La forma cicatricial-atrófica se caracteriza por la formación de una úlcera en el centro del nódulo, que se extiende hasta el borde. Al mismo tiempo, el proceso de cicatrización comienza en el centro, lo que crea una imagen característica con un borde pronunciado y una cicatriz en el centro.

La enfermedad se desarrolla con más frecuencia en personas después de los 40 años. La exposición prolongada a la luz solar directa contribuye directamente a su aparición. Están en riesgo las personas de piel clara, así como las que están en contacto con carcinógenos y sustancias tóxicas.

  1. Sarcoma. Neoplasia muy rara en esta localización, que surge del tejido conectivo "inmaduro" subyacente. Dependiendo del tejido afectado, se distinguen condrosarcoma (cartílago), osteosarcoma (hueso), miosarcoma (músculo), liposarcoma (graso). Se caracteriza por un crecimiento lento en el área de la aurícula y un crecimiento rápido en el canal auditivo. Los sarcomas, a diferencia de otros cánceres, no están "ligados" a órganos específicos.
  2. Melanoma. Enfermedad de rápido desarrollo, pero rara para esta localización. La neoplasia maligna se produce debido a la degeneración atípica de los melanocitos: células pigmentarias. La aparición de esta patología en personas con piel oscura es poco probable, sin embargo, en las estadísticas de enfermedades, también se puede rastrear una predisposición familiar.

La variada forma, consistencia y color del melanoma dificulta el autodiagnóstico por la apariencia de la formación. El melanoma puede tener casi cualquier forma y contener inclusiones de varios colores que van desde gris-negro y marrón hasta azul y rosa-violeta. Hay formaciones despigmentadas. Más a menudo que el elástico, el melanoma tiene una textura densa. Un rasgo característico del melanoma es la ausencia de formación de piel en la superficie. Las manifestaciones externas dependen de la forma de la enfermedad:

  • Extendiéndose superficialmente cuando aparece, parece una mancha de pigmento no convexa de color negro o marrón que mide 5 mm o menos. El período de falta de crecimiento por encima de la superficie de la piel puede durar hasta 7 años. La fase vertical va acompañada de una fuerte activación del proceso oncológico.
  • La forma nodular también es similar a un hongo o un pólipo. El color varía entre azul-rojo y negro. A pesar de la estructura vertical de la formación, la fase horizontal de crecimiento también se registra en el proceso.
  • El lentigo-melanoma en fase horizontal puede durar de 10 a 20 años. Con la transición a la fase vertical, el foco de la lesión se vuelve desigual en color y los bordes se vuelven desiguales.

La división del proceso oncológico en 4 etapas se utiliza en la práctica clínica para determinar el tipo de diseminación del cáncer.

  1. En la primera etapa, hay una lesión de la piel del oído externo y la membrana mucosa del medio.
  2. En la segunda etapa, el cartílago subyacente del oído externo y las estructuras óseas del medio dentro de la capa compacta se ven afectados.
  3. La tercera etapa se caracteriza por ir más allá de los límites de la capa compacta con la derrota de los ganglios linfáticos regionales.
  4. El tumor afecta las estructuras anatómicas adyacentes, se forman conglomerados de ganglios linfáticos infectados, que incluyen ganglios linfáticos cervicales profundos.

Especificidad de las neoplasias malignas de los órganos auditivos.

La etapa inicial asintomática del cáncer del oído externo se reemplaza por picazón, ruido y dolor localizado notables. Una úlcera, granulación o nódulo que afecta el canal auditivo sangra con más frecuencia que una lesión que afecta el oído. Además de sangre, es posible que se libere moco o pus.

La discapacidad auditiva comienza con la germinación en las secciones internas, que se acompaña de:

  • aumento de la intensidad del dolor,
  • parálisis de los músculos faciales (con daño al nervio facial),
  • complicaciones intracraneales.

En términos de síntomas, el cáncer de oído medio en las etapas iniciales se asemeja a la otitis media crónica. Como signos característicos, la supuración y la hipoacusia son más frecuentes que otros.

Aparecen granulaciones en el canal auditivo, cuyo crecimiento gradualmente se vuelve más activo y se acompaña de sangrado. La discapacidad auditiva progresa. El síndrome de dolor aumenta con la germinación de los tejidos subyacentes (mientras que el dolor se irradia al cuello y la sien).

En el caso de la participación de estructuras anatómicas cercanas en el proceso oncológico, se producen síntomas de su derrota: dolores agudos con participación de los nervios (trigémino, facial), parálisis muscular, alteración de la deglución y función motora de la mandíbula inferior. El movimiento del tumor hacia el cerebro se caracteriza por el desarrollo de meningitis carcinomatosa. La arteria carótida interna "afectada" comienza a sangrar profusamente.

Opciones de diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se realiza sobre la base de otoscopia, radiografía (con un tumor del oído medio), estudios histológicos y citológicos. La dirección y el volumen del área afectada por el tumor se determinan mediante resonancia magnética y tomografía computarizada del cerebro. En el caso de la enfermedad del oído externo, la oncología se distingue del tuberculoma, el eccema supurante, el lupus eritematoso, la inflamación del oído y las neoplasias benignas. Con el cáncer de oído medio, se diferencia con osteomielitis del hueso temporal, otitis media purulenta crónica, tuberculosis, sífilis, quimiodectoma carotídeo.

El tratamiento y el pronóstico dependen del descuido de la enfermedad y el nivel de participación de las estructuras anatómicas adyacentes en el proceso patológico:

  • En la primera etapa, a los pacientes se les prescribe radioterapia. Después de un curso de radioterapia y en presencia de residuos de cáncer, se realiza una electroescisión.
  • En la siguiente etapa, se muestra una terapia combinada: radioterapia preoperatoria y extirpación quirúrgica de la formación o, en caso de daño al canal auditivo externo, toda la aurícula. En algunos casos, la electrorresección del ganglio puede ser una opción para la cirugía clásica.
  • En las últimas etapas, se usa radioterapia, seguida de la escisión junto con la fibra de los ganglios linfáticos patológicos.

En el caso de limitar el crecimiento de una neoplasia al área de la cavidad timpánica después de una operación radical, es posible una cura. Cuando los huesos (cigomático y principal), la fosa craneal media, la arteria carótida y las membranas meníngeas se ven afectados, el pronóstico es malo.