Cardiología

Aterosclerosis de las arterias braquiocefálicas del tipo estenosante y no estenosante

La aterosclerosis de las arterias braquiocefálicas (BCA) es una patología que se asocia a la presencia de placas grasas en los vasos que alimentan el cuello y la cabeza. Ocupa el segundo lugar en frecuencia después del bloqueo de los vasos coronarios que suministran sangre al corazón. Muy a menudo, la enfermedad se registra en personas mayores que padecen hipertensión grave y diabetes mellitus tipo 2.

La patología conduce a estenosis y alteración de la circulación sanguínea en la cuenca de los vasos cerebrales. Como consecuencia, a medida que avanza la aterosclerosis, aumenta el riesgo de ataques isquémicos transitorios y accidente cerebrovascular.

Causas y quejas típicas de los pacientes.

Las razones del desarrollo de cambios ateroscleróticos en BCA son:

  • alta tasa de flujo sanguíneo en los vasos, que causa daño a la capa interna de las arterias por una presión alta constante;
  • una gran cantidad de sucursales;
  • muchos obstáculos para el flujo sanguíneo laminar (tranquilo, uniforme), que crean ramificaciones y provocan turbulencias;
  • violación de la concentración de lipoproteínas de baja densidad (LDL);
  • niveles altos de glucosa en sangre, que también dañan la pared de los vasos.

Los signos típicos de la enfermedad incluyen:

  • sensación de entumecimiento en una de las mitades del cuerpo;
  • debilidad y fatiga;
  • capacidad de trabajo reducida;
  • dolor de cabeza;
  • fatiga cronica;
  • violación de funciones cognitivas;
  • pérdida de memoria;
  • discapacidad auditiva, visión.

La aterosclerosis de los vasos braquiocefálicos nunca se desarrolla en el contexto del bienestar físico y la salud. Para el desarrollo de la patogenia, son necesarios factores provocadores y enfermedades de fondo:

  • herencia;
  • estrés crónico y agudo;
  • tabaquismo, abuso de alcohol;
  • hábitos alimenticios adictivos: comer alimentos grasos y salados bajos en fibra;
  • régimen motor limitado, estilo de vida sedentario;
  • hipertensión arterial;
  • anomalías intrauterinas en el desarrollo de vasos sanguíneos en el cuello y la cabeza;
  • género masculino;
  • menopausia en mujeres;
  • envejecer;
  • sobrepeso y obesidad.

Clasificación de enfermedades

Por localización del proceso patológico:

  • aterosclerosis de las partes extracraneales (extracraneales) del BCA: las arterias carótidas comunes (CA) derecha e izquierda son de importancia clínica;
  • aterosclerosis de las partes intracraneales del BCA (CA interno derecho e izquierdo, que forman parte del círculo de Willis, el lecho vascular principal del cerebro).

Por el volumen de la lesión, la aterosclerosis de los vasos del cuello se divide en:

  • No estenosante - el proceso patológico cubre menos de la mitad del diámetro de la pared vascular. Este tipo es más favorable, ya que el flujo sanguíneo sufre en menor medida y el grado de hipoxia cerebral es insignificante. Sin embargo, el proceso crónico no se detiene, expandiéndose hasta la extensión de la lesión.
  • Estenosante aterosclerosis crónica de las arterias braquiocefálicas: el vaso está ocupado por una formación de grasa más de la mitad. A esta escala, no solo disminuye el volumen de sangre que irriga el cerebro y el tejido de la cabeza, sino que también aumenta la inestabilidad de la placa, lo que potencialmente conduce a su desgarro con una reacción trombótica posterior. Tal situación sería fatal o podría tener graves consecuencias para la salud.

Medidas de diagnstico

Para hacer un diagnóstico, su médico de cabecera o cardiólogo deberá hacer lo siguiente:

  • encuesta de pacientes;
  • examen del paciente;
  • auscultación y percusión del corazón y los pulmones;
  • análisis de sangre de laboratorio: clínica general (sangre + orina), estudio de la composición de lípidos (lipidograma), glucosa en suero;
  • exploración triplex de arterias braquiocefálicas;
  • Resonancia magnética del cerebro (según indicaciones);
  • Angiografía BCA.

Tratamiento y observación del paciente

La aterosclerosis de las partes extracraneal e intracraneal de las arterias braquiocefálicas requiere un tratamiento de por vida, que incluye control de la presión, corrección de los niveles de colesterol en sangre y optimización del metabolismo de la glucosa en pacientes diabéticos.

Las posibilidades modernas de tratamiento farmacológico son adecuadas para la terapia y el control de la aterosclerosis no estenótica de las ramas extracraneales de las arterias braquiocefálicas. Para ello designar:

  • Antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes ("Aspirina", "Clopidogrel", "Warfarina", "Xarelto"). Los fármacos mejoran las características reológicas de la sangre, evitando la formación de trombos. Una propiedad adicional importante de estos medicamentos es el ensanchamiento del lumen de las arterias, lo que facilita el flujo sanguíneo.
  • Medicamentos que afectan el metabolismo del colesterol.: estatinas y fibratos (rosuvastatina, simvastatina, atorvastatina). Disminuyen los lípidos en sangre, evitando la formación de nuevas placas.
  • Medicamentos antihipertensivos.: Inhibidores de la ECA, betabloqueantes y otros fármacos incluidos en el protocolo para el tratamiento de la hipertensión ("Enalapril", "Perindopril", "Lisinopril"). Cuando se toman a diario durante largos períodos de tiempo, reducen los niveles de presión arterial a niveles seguros.

Los fármacos nootrópicos (aquellos que supuestamente mejoran el funcionamiento del cerebro), los complementos dietéticos, la homeopatía y las preparaciones a base de hierbas no tienen una eficacia probada, solo vaciando la billetera del paciente.

Además del manejo conservador del paciente, existen métodos quirúrgicos e intervencionistas para corregir la circulación sanguínea que son aplicables para la aterosclerosis estenosante de las arterias braquiocefálicas:

  • Angioplastia percutánea (percutánea) con balón. La técnica implica la introducción de un catéter especial en la arteria afectada. Bajo control de rayos X, gracias a una preparación que contiene yodo, es posible determinar con precisión el sitio del estrechamiento y eliminarlo expandiéndolo con un globo ubicado en el extremo de la guía.
  • Colocación de stents. El procedimiento consiste en colocar un marco de metal dentro de la arteria. El dispositivo se inserta bajo el control de una máquina de rayos X mediante un catéter. Sin embargo, este método también es imperfecto: con el tiempo, el stent se llena de tejido tanto que puede ser necesaria una segunda operación.
  • Aterectomía carotídea - Eliminación de la placa y las calcificaciones formadas en ella mediante un dispositivo especial que las "corta". Se realiza, al igual que los métodos anteriores, por acceso intravascular. Después de la resección del ateroma, se coloca un stent. Esta tecnología previene la reestenosis (re-oclusión).
  • Cirugía de bypass - intervenciones reconstructivas, que se basan en la creación de una vía de flujo sanguíneo (derivación) evitando su obstrucción. Actualmente, los vasos hechos de materiales sintéticos, así como los autoimplantes (venas propias de otras partes del cuerpo) se utilizan como materia prima para la "nueva" arteria.

La cirugía no excluye el uso de los medicamentos antes mencionados. La duración del consumo de drogas varía desde varios años hasta toda la vida. Dichos pacientes deben visitar a un médico al menos una vez cada 6 meses.

Debido a la gravedad de la enfermedad y al costoso tratamiento quirúrgico, es importante prevención oportunaque incluye los siguientes cambios de estilo de vida:

  • dejar de fumar;
  • actividad física diaria;
  • revisión de dieta y adicciones con restricción de sal y grasas animales;
  • mantener un peso óptimo;
  • control de la presión arterial.

Posibles complicaciones

Las complicaciones causadas por la aterosclerosis BCA están asociadas con alteraciones hemodinámicas en los vasos del cerebro (interrupciones en el flujo sanguíneo). Los más graves son:

  • ataques isquémicos transitorios;
  • discapacidad visual transitoria;
  • demencia vascular (demencia);
  • accidente cerebrovascular isquémico del cerebro.

Conclusiones

Tanto la aterosclerosis estenosante como la no estenosante del BCA tienen un pronóstico desfavorable para la salud y la vida en ausencia de un tratamiento adecuado. Incluso un ligero aumento de la presión arterial, detectado en un examen de control, indica que es hora de iniciar medidas preventivas destinadas a prevenir el desarrollo de aterosclerosis.