Otitis

Tipos y tratamiento de la otitis media purulenta.

La otitis media purulenta es una patología ORL infecciosa que cubre todas las partes del oído medio: la apófisis mastoides, las membranas mucosas de la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio. La inflamación purulenta es provocada por la microflora microbiana, que está representada principalmente por cocos. Los procesos patológicos en la cavidad del oído a menudo provocan la aparición de adherencias en la membrana timpánica, lo que conduce al desarrollo de una pérdida auditiva.

Causas

¿Qué es la otitis media purulenta? La patología del oído se caracteriza por procesos catarrales en la cavidad del oído, en los que están involucradas todas las partes del oído medio. El motivo de su desarrollo es una disminución de la resistencia del organismo, lo que conlleva la penetración y reproducción activa de la flora bacteriana. A través de la trompa de Eustaquio, los agentes microbianos que saprofitan en la faringe penetran en el oído medio. Pero si no se reduce la reactividad del sistema inmunológico, no se produce inflamación.

En los casos en que la microflora patógena que ingresa a los departamentos del oído es muy virulenta, se desarrolla una inflamación aguda. En el 80% de los casos, los agentes causantes de la infección son neumococos, influenza, estreptococos y Staphylococcus aureus. Las bacterias y los virus penetran en las partes correspondientes de la cavidad del oído de forma turbogénica durante el desarrollo de infecciones comunes, que incluyen:

  • gripe;
  • rinitis crónica;
  • sinusitis;
  • faringitis;
  • tuberculosis;
  • escarlatina;
  • dolor de garganta;
  • neumonía.

Según las estadísticas, la otitis media representa al menos el 30% de todas las patologías del oído. La enfermedad es más susceptible a los niños menores de 14 años y a los ancianos con inmunidad debilitada.

¿La otitis media purulenta es contagiosa? A pesar de que la patología es infecciosa, es casi imposible infectarse directamente con otitis media. La enfermedad del oído es una complicación que ocurre en el contexto de un daño general al cuerpo por infecciones respiratorias o microbianas.

Patogénesis

Los procesos catarrales siempre comienzan con daño a la membrana mucosa de la trompa de Eustaquio. Se produce una infiltración de tejido neutrofílico, lo que provoca un edema severo del tubo auditivo. La violación de su función de drenaje conduce a la acumulación de líquido exudativo en la cavidad timpánica. Posteriormente, las membranas mucosas de las secciones de la oreja afectadas se engrosan y el exudado se vuelve más viscoso, lo que provoca la ulceración de las membranas mucosas.

Con la progresión de la otitis media purulenta, la cavidad timpánica se llena de contenido líquido y granulaciones. Por esta razón, se produce la deformación y protrusión de la membrana timpánica. La presión continua de masas purulentas sobre la membrana conduce a su perforación, seguida de otorrea. Con el cese de la supuración, casi todos los síntomas de la enfermedad desaparecen, después de lo cual se restaura la integridad de la membrana timpánica.

La propagación de pus en el oído puede provocar la fusión del tejido circundante, que está plagado de la aparición de adherencias a la membrana timpánica. Esto conduce a una disminución de su elasticidad y al desarrollo de pérdida auditiva.

Manifestaciones clínicas

En la mayoría de los casos, la patología del oído se caracteriza por un curso por etapas, lo que facilita el proceso de diagnóstico. En este caso, la gravedad de las manifestaciones locales y generales de la enfermedad está determinada por la gravedad del desarrollo de los procesos catarrales. Los principales síntomas de la otitis media purulenta en adultos incluyen:

  • dolor punzante y doloroso en el oído;
  • leve deficiencia auditiva;
  • dolores de cabeza y malestar;
  • congestión del oído;
  • alucinaciones audibles;
  • hipertermia.

En el curso de la enfermedad otorrinolaringológica, hay tres etapas principales en el desarrollo de procesos purulento-catarrales:

  1. preperforativo: acompañado de una manifestación aguda de los principales síntomas de la patología: dolores punzantes, agravados por la palpación del trago, hipertermia y pérdida auditiva. Poco a poco, el pus se acumula en los oídos, como resultado de lo cual el tímpano sobresale hacia afuera;
  2. perforado: perforación de la membrana timpánica, seguida de supuración del canal auditivo. En relación con la evacuación de masas purulentas de la cavidad del oído, las manifestaciones clínicas de la patología disminuyen gradualmente;
  3. reparador: después de la liberación de pus del canal auditivo, se observa la epitelización de los tejidos, lo que conduce a la restauración de la integridad de la membrana timpánica.

Otitis media aguda

La razón principal del desarrollo de la otitis media purulenta es la reproducción de la microflora patógena que penetra en el canal auditivo desde la nasofaringe. Con la progresión de los procesos patológicos, la enfermedad pasa por las siguientes etapas de desarrollo:

  • catarral: la formación de un exudado líquido (seroso) en el oído medio, provocado por la inflamación de la trompa de Eustaquio. Los procesos destructivos en los tejidos provocan la irradiación del dolor en los dientes, parte posterior de la cabeza, ojos, etc. Esta etapa de desarrollo de la otitis media purulenta dura de dos días a dos semanas;
  • purulento: perforación de la membrana timpánica con más supuración. A medida que se evacuan las masas purulentas, los dolores se vuelven sordos y después de 3-4 días desaparecen por completo;
  • regresión: atenuación de los procesos purulentos y catarrales, acompañada de la regeneración de la membrana timpánica.

El desarrollo de otitis media supurativa del oído medio aumenta el riesgo de pérdida de audición o sordera. Las grandes perforaciones en la membrana timpánica no se aprietan con tejido conectivo, sino que se cierran con masas mucosas. Las sales se depositan en el área atrofiada del tejido con el tiempo, lo que conduce a una disminución de su elasticidad. A menudo, también aparecen adherencias de fibras fibrosas en los huesecillos auditivos, lo que conduce a una restricción de su movilidad.

Con el desarrollo de procesos purulentos en el oído, debe buscar la ayuda de un especialista. La asistencia oportuna de un otorrinolaringólogo evitará cambios degenerativos en las membranas mucosas de las partes principales del oído medio.

Otitis media crónica

La otitis media crónica es una patología del oído, acompañada de un curso recurrente de procesos catarrales en la cavidad del oído. La perforación persistente de la membrana timpánica puede causar una discapacidad auditiva grave y el desarrollo de autofonía. En algunos casos, la pérdida de audición es aproximadamente del 50 al 60%, lo que está plagado del desarrollo de una sordera completa.

La otitis media purulenta lenta en adultos es consecuencia de rinitis infecciosa, faringitis, sinusitis o tratamiento inadecuado de otros tipos de patología del oído. Las posibles complicaciones intracraneales que surgen del desarrollo de la enfermedad representan una gran amenaza no solo para la salud, sino también para la vida humana.

Según los resultados del cultivo bacteriano, los principales provocadores de la inflamación crónica son las bacterias aeróbicas y anaeróbicas de los siguientes tipos:

  • pseudomonas;
  • peptococos;
  • lactobacilos;
  • fusobacteria;
  • neumococos;
  • estafilococos.

Dependiendo de la localización del agujero perforado, la enfermedad crónica se divide convencionalmente en dos tipos:

  1. La mesotimpanitis es una forma relativamente leve de patología, caracterizada por lesiones purulentas de las membranas mucosas en la cavidad del oído. La perforación en la membrana está ubicada en el centro, lo que contribuye al flujo normal de pus del oído;
  2. La epitimpanitis es una forma grave de patología, acompañada de la participación del tejido óseo mastoideo en los procesos catarrales. Los orificios perforados se ubican en las secciones superiores de la membrana, además, pueden cubrir su parte central. Esta forma de patología está plagada del desarrollo de complicaciones muy graves, que incluyen sepsis, meningitis, osteítis, hidrocefalia.

¡Importante! En los casos en que las orejas comienzan a supurar, no se puede recurrir al autotratamiento. En particular, el uso de calor seco puede provocar la propagación de masas purulentas profundamente en las meninges.

Otitis media bilateral

La otitis media purulenta bilateral es un tipo de enfermedad otorrinolaringológica caracterizada por la inflamación de los tejidos blandos del oído medio y la rápida propagación de las lesiones a los tejidos adyacentes. En la inmensa mayoría de los casos, a los pacientes se les diagnostica inflamación bilateral que, con una terapia inadecuada, conduce a la formación de masas purulentas dentro de la cavidad del oído.

El papel clave en el desarrollo de la otitis media purulenta bilateral pertenece a las características estructurales de las membranas mucosas de la trompa de Eustaquio. Es bastante suelto y delgado, por lo tanto, cuando los patógenos penetran, se hincha rápidamente, aumentando varias veces. Como resultado, existe una violación de la función de drenaje del tubo, lo que conduce a la acumulación de exudado líquido en el oído medio.

Debido a la acumulación de grandes volúmenes de pus en el oído en un adulto, la membrana del oído comienza a estirarse, lo que provoca malestar. Para detener la inflamación y los cambios tróficos en los tejidos, se usa la terapia con antibióticos. Matan las bacterias patógenas aeróbicas y anaeróbicas, lo que evita la acumulación de masas purulentas en el oído medio.

Terapia

La patología se trata de forma ambulatoria en los casos en los que no existen complicaciones graves provocadas por la formación de pus en los oídos de un adulto. Para eliminar los procesos inflamatorios, el síndrome de dolor y el edema tisular, se utilizan los siguientes medios de tratamiento conservador:

  • antibióticos ("levomicetina", "azitromicina"): matan a los microbios patógenos que han causado el desarrollo de procesos catarrales y purulentos en el oído;
  • Gotas vasoconstrictoras (Galazolin, Sanorin): reducen el edema tisular, lo que ayuda a restaurar la función de drenaje y ventilación de la trompa de Eustaquio;
  • analgésicos ("Diclofenac", "Paracetamol"): alivian los dolores punzantes y dolorosos provocados por la tensión de la membrana timpánica y la inflamación de las membranas mucosas en el oído medio.

Si el oído supura, no se debe interrumpir la terapia con antibióticos. El curso mínimo de tratamiento debe ser de 7 a 10 días.

Resumen de antibióticos

El tratamiento sistémico de la enfermedad otorrinolaringológica implica el uso de fármacos antibacterianos. Son capaces de destruir las bacterias patógenas que provocan inflamación, lo que conduce a una regresión de las manifestaciones clínicas de la patología del oído. En los casos en que el pus fluye del oído, los siguientes tipos de medicamentos deben incluirse en el régimen de tratamiento de la enfermedad:

  • La "amoxicilina" es un fármaco antibacteriano de amplio espectro, cuyos componentes son activos contra la mayoría de las bacterias aeróbicas. Tiene un efecto antiflogístico y antimicótico pronunciado;
  • La "espiramicina" es un fármaco con efecto bacteriostático. Se utiliza para eliminar los principales síntomas de alergia provocados por la reacción de los tejidos afectados a la acción de los metabolitos de la microflora patógena;
  • La "cefazolina" es un fármaco bactericida, cuyos componentes son activos contra las bacterias grampositivas. Mata los microorganismos capaces de producir penicilinasa, que proporciona un tratamiento antibacteriano eficaz de la patología en cualquier etapa del desarrollo;
  • La "ceftriaxona" es un antibiótico de la serie de las cefalosporinas que inhibe la síntesis de las paredes celulares de los patógenos, lo que impide su desarrollo. Activo contra microorganismos fúngicos y microbios anaerobios.

¡Importante! La cancelación prematura de la terapia puede provocar una recaída de la enfermedad, que está plagada de la transición de la otitis media aguda a una forma crónica.

Por tanto, a la hora de conseguir resultados terapéuticos positivos sobre la conveniencia de interrumpir la ingesta del fármaco, conviene consultar con un médico ORL.