Síntomas del oído

Causas y tratamiento del olor de oído.

El olor de los oídos es un síntoma que indica el desarrollo de una enfermedad infecciosa, acompañada de inflamación de las membranas mucosas del oído externo o medio. Los provocadores de procesos catarrales son patógenos que penetran en el analizador auditivo por vía tubular, hematógena o timpánica.

Muy a menudo, con el desarrollo de la patología del oído, se observan síntomas adicionales, lo que indica cambios destructivos en los tejidos afectados: hipertermia, dolores de cabeza, acumulación de exudado en el canal auditivo externo, pérdida de audición, picazón, etc. Debido al desarrollo de la flora patógena, surge un olor pútrido desagradable en los focos de inflamación. El tratamiento intempestivo de la enfermedad otorrinolaringológica conlleva un deterioro del bienestar y la aparición de complicaciones.

Etiología

En ausencia de procesos patológicos, la aurícula y el canal auditivo externo no huelen. En casos raros, durante los cambios hormonales en el cuerpo, sale del oído un olor sutil a azufre, que se debe al funcionamiento de las glándulas de secreción externas en la parte cartilaginosa del canal auditivo. ¿Por qué apestan las orejas?

La aparición de un olor a menudo se asocia con la aparición de inflamación, cuyos provocadores pueden ser:

  • faringitis;
  • laringitis;
  • rinitis crónica;
  • amigdalitis;
  • adenoides;
  • inmunodeficiencia secundaria;
  • alteración de la secreción de azufre.

La aparición de un olor pútrido siempre se debe a la presencia de inflamación purulenta en los tejidos del órgano auditivo.

Una disminución en la reactividad del cuerpo puede ser causada no solo por cambios hormonales, sino también por una mala higiene o abuso de medicamentos hormonales. Una disminución de la inmunidad local conduce al desarrollo activo de microbios, virus u hongos patógenos que provocan procesos inflamatorios en los tejidos.

¿Cuándo acudir al médico?

En la mayoría de los casos, los pacientes no consideran el olor desagradable del oído como una razón para buscar ayuda de un otorrinolaringólogo. Sin embargo, los expertos advierten que la aparición de un síntoma siempre indica el desarrollo de procesos patológicos en el órgano de la audición. No posponga la visita a un otorrinolaringólogo si la aparición de un aroma específico se acompaña de los siguientes signos:

  • picazón severa;
  • dolor de cabeza;
  • malestar;
  • tinnitus;
  • pérdida de la audición;
  • hinchazón del canal auditivo;
  • descamación de la piel del pabellón auricular;
  • sensaciones dolorosas a la palpación del trago.

Solo un especialista competente puede determinar el tipo de enfermedad otorrinolaringológica y el régimen de tratamiento adicional. La automedicación con agentes antibacterianos y antifúngicos sin un diagnóstico preciso puede provocar una disminución del nivel de pH en el canal auditivo, lo que afectará negativamente la inmunidad local.

Otitis externa

Una de las causas más comunes del problema es la otitis externa. La enfermedad otorrinolaringológica se caracteriza por el desarrollo de procesos catarrales en los tejidos blandos y cartilaginosos del pabellón auricular y el conducto auditivo externo. Los agentes causantes de la patología pueden ser estafilococos, estreptococos, Pseudomonas aeruginosa, Proteus, etc. La infección ocurre con daño mecánico a la piel, líquido que ingresa al oído, uso de audífonos o audífonos contaminados.

¡Importante! El tratamiento tardío de la otitis externa conduce a la inflamación de la membrana del oído y al desarrollo de miringitis.

Cuando se abre un hervor (otitis media limitada), aparece un olor desagradable en los oídos, que se debe a la salida de exudado purulento. Como regla general, los abscesos se localizan profundamente en el canal auditivo, por lo que no son visibles en la inspección visual. En el caso de la otitis media difusa, las vesículas llenas de exudado fétido se localizan no solo en el canal auditivo, sino también en el pabellón auricular. Su apertura espontánea conduce a una agravación del olor desagradable.

Otomicosis

A menudo, los pacientes acuden al otorrinolaringólogo con quejas de olor del oído, picazón, congestión e hipoacusia. Los síntomas indican el desarrollo de otitis media micótica (otomicosis), cuyos agentes causantes son levaduras y mohos como Aspergillus, Candida o Penicillium. El desarrollo de una infección por hongos puede ser provocado por:

  • lesiones en los oídos;
  • hipovitaminosis;
  • desequilibrio hormonal;
  • trauma en el canal auditivo;
  • enfermedades somáticas;
  • complicaciones postoperatorias.

En pacientes con diabetes, la otomicosis se desarrolla mucho más rápido, debido a la reducción de la resistencia del cuerpo.

Un presagio de cambios patológicos en los tejidos es un olor desagradable que aparece cuando se libera un exudado seroso o purulento del canal auditivo. En la etapa de progresión de la patología, la membrana timpánica se ve afectada, lo que puede conducir al desarrollo de miringitis micótica. El paso prematuro de la terapia antimicótica conduce a la formación de orificios perforados en la membrana del oído, que está plagada de daños en la membrana mucosa de la cavidad del oído medio.

Miringitis

¿Por qué me huele la oreja? El desarrollo de un olor desagradable a menudo se asocia con inflamación en la membrana del oído. Los cambios destructivos en los tejidos conducen inevitablemente a la evacuación hacia el canal auditivo de un exudado de sangre con un olor acre. Las infecciones generales (amigdalitis, influenza), los traumatismos mecánicos y químicos en el oído externo o la sepsis pueden provocar el desarrollo de enfermedades otorrinolaringológicas.

Con el desarrollo de procesos catarrales, se forman ampollas (vesículas) llenas de exudado en la membrana. Dependiendo del tipo de agente infeccioso, el exudado puede tener un olor a pescado o pútrido. Durante la apertura de las burbujas, el contenido ingresa al oído externo, como resultado de lo cual el paciente siente un olor desagradable. Los siguientes síntomas indican la aparición de miringitis:

  • dolores de oído punzantes;
  • secreción sanguinolenta;
  • hiperemia de la membrana timpánica;
  • leve deficiencia auditiva;
  • agrandamiento de los ganglios linfáticos parótidos.

Antes de usar gotas para los oídos, los pacientes con sospecha de miringitis deben someterse a un examen de diagnóstico diferencial por parte de un otorrinolaringólogo.

Otitis media purulenta

Según los expertos, el olor fétido de los oídos en los humanos a menudo es causado por el desarrollo de una inflamación purulenta en la cavidad del oído medio. La patología del oído se caracteriza por un curso agudo o crónico de procesos inflamatorios en la membrana mucosa de la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio, así como en las estructuras óseas del proceso mastoideo. Muy a menudo, los agentes infecciosos penetran el órgano de la audición por el método tubular con el desarrollo de patógenos en la nasofaringe.

Con la formación excesiva de secreción mucopurulenta, no se excluye la infección del oído interno, que está plagada del desarrollo de laberintitis.

Con la progresión de la enfermedad, aparecen infiltrados de leucocitos polimorfonucleares, bacterias patógenas y células linfoides en los focos de inflamación. La presión excesiva de masas purulentas en la membrana de la oreja conduce a la formación de agujeros perforados en ella (etapa de perforación). Cuando el exudado patológico se evacua al canal auditivo, surge un olor pútrido.

Tratamiento de drogas

El olor del oído en los seres humanos se produce exclusivamente cuando se producen cambios patológicos en los tejidos del analizador auditivo. Para eliminar el síntoma, es necesario eliminar la causa raíz de su aparición. El tratamiento complejo de las patologías del oído implica el uso de fármacos sistémicos y locales con pronunciadas propiedades antiflogísticas, antimicrobianas y antimicóticas.

Como parte de la farmacoterapia para el tratamiento de infecciones fúngicas, virales y bacterianas, se utilizan los siguientes:

  1. gotas para los oídos ("Uniflox", "Garazon", "Anauran"): preparaciones tópicas que contribuyen a la destrucción de la flora patógena en las lesiones y al alivio del dolor;
  2. Los antibióticos sistémicos (Cefprozil, Amoxicilina, Cefdinir) son agentes antimicrobianos con un efecto bacteriostático pronunciado. Eliminar las manifestaciones locales de inflamación purulenta en el órgano de la audición;
  3. agentes antifúngicos ("Clotrimazol", "Candibiótico", "Anfotericina"): destruyen las estructuras celulares del moho y los hongos similares a las levaduras que provocan procesos inflamatorios;
  4. medicamentos antiinflamatorios ("Betametasona", "Fenazona", "Dexametasona"): bloqueadores de la cascada de reacciones mediadoras resultantes de la síntesis de histamina, serotonina, etc. Alivie rápidamente la hinchazón y la inflamación en las membranas mucosas afectadas;
  5. Medicamentos anestésicos locales (Xylocaine, Naropin, Ubistezin): reducen la sensibilidad de las células nerviosas, aliviando así el dolor.

Si el paciente tiene un olor desagradable en el oído, esto indica la presencia de exudado patológico en el canal auditivo externo. Para enjuagar la oreja y, en consecuencia, eliminar el síntoma, se pueden usar "Peróxido de hidrógeno" y "Fluido de Burov", pero solo en forma diluida. Las soluciones tienen un efecto desinfectante, lo que ayuda a aumentar la inmunidad local y hacer retroceder la inflamación.

El reconocimiento oportuno y la eliminación de los procesos catarrales en el oído pueden prevenir el desarrollo de hipoacusia conductiva, mastoiditis y otras complicaciones intracraneales graves. Junto con el tratamiento farmacológico, los expertos recomiendan someterse a fisioterapia dirigida a acelerar los procesos de regeneración en los tejidos afectados.