Dolencias de garganta

Amígdalas inflamadas

Las amígdalas son un órgano del sistema inmunológico humano, formado por tejido linfoide. Son una barrera para la entrada de agentes patógenos al organismo. La violación de esta función de barrera es la razón del desarrollo de diversas enfermedades transmitidas por gotitas en el aire.

La inflamación de las amígdalas, u otro proceso patológico que ocurre en ellas, conduce a un mal funcionamiento del sistema inmunológico de todo el organismo. En este sentido, las amígdalas inflamadas son motivo para acudir a un otorrinolaringólogo con el fin de estudiar la causa de este fenómeno, para llevar a cabo acciones antiinflamatorias.

De mayor importancia son las amígdalas palatinas, a menudo llamadas glándulas, formaciones pareadas que se ubican simétricamente en la faringe. La inflamación de las glándulas se llama amigdalitis (amígdala en latín). Este proceso se debe al impacto de microorganismos patógenos, virus, bacterias, patógenos específicos y puede desarrollarse como resultado de trastornos inmunológicos que ocurren en el cuerpo.

Amigdalitis sintomática

La derrota de las amígdalas puede aislarse o ser causada por un proceso sistémico en el cuerpo. En este caso, la inflamación de las glándulas es uno de los síntomas del proceso patológico. A menudo, la amigdalitis aguda es un signo de daño sistémico en el cuerpo por diversas infecciones, como

  • Mononucleosis infecciosa;
  • escarlatina;
  • sarampión;
  • difteria;
  • fiebre tifoidea;
  • tularemia;
  • infección por herpes y adenovirus;
  • sífilis.

La naturaleza de la derrota de las amígdalas en estas condiciones patológicas no es específica.

En este sentido, los signos adicionales y los diagnósticos de laboratorio juegan un papel importante para aclarar el diagnóstico.

El desarrollo de amigdalitis aguda en la mononucleosis infecciosa es causado por el virus de Epstein-Barr. Al igual que la amigdalitis, la enfermedad se caracteriza por dolor de garganta, inflamación de los ganglios y aumento de la temperatura corporal. A diferencia de otras amigdalitis bacterianas, con mononucleosis infecciosa, hay un aumento no solo en la región, sino también en todos los grupos de ganglios linfáticos.

También es característico el agrandamiento del hígado y el bazo. En este caso, puede haber sensibilidad a la palpación de estos órganos. Una proporción significativa de pacientes presenta erupción cutánea. La mononucleosis infecciosa se caracteriza por un curso prolongado de la enfermedad.

El paciente puede estar enfermo durante varios meses, notando malestar, malestar en la garganta y aumento de la temperatura corporal.

En este caso, no será posible aclarar el diagnóstico basado en el cuadro faringoscópico, ya que la inflamación de las glándulas en la mononucleosis infecciosa no se caracteriza por signos especiales. La presencia de signos adicionales, así como los diagnósticos de laboratorio, que permiten detectar células mononucleares atípicas o linfocitosis pronunciada en el análisis de sangre general, ayuda a aclarar el diagnóstico.

Un curso severo, cuando las glándulas están muy inflamadas, se caracteriza por un proceso causado por la influencia de un bacilo diftérico. La infección se desarrolla bruscamente con los fenómenos de intoxicación. La enfermedad puede tener el carácter de una lesión local o generalizada, cuando la nariz, la laringe, la tráquea y los bronquios están involucrados en el proceso. La difteria orofaríngea es la forma más común de la enfermedad. Con esta enfermedad, hay hiperemia moderada y edema de las amígdalas, arcos palatinos. El grado de dolor en la garganta corresponde a la naturaleza de los cambios en las amígdalas.

Un rasgo característico que permite sospechar la difteria es la detección de una película de difteria típica que cubre las amígdalas.

Al principio parece una masa gelatinosa, pero después de 1-2 días se vuelve gris, densa. Al intentar rasparlo, se forma una superficie erosiva sangrante. Otro signo que caracteriza a la difteria es que la película eliminada, cuando se coloca en agua, no se hunde y no se desintegra en fragmentos separados.

La duración del período de temperatura en la difteria depende del grado de la lesión, su prevalencia. En promedio, la hipertermia persiste durante 5-7 días. Al mismo tiempo, los indicadores de temperatura varían de 37.5 a 39-40 grados. La enfermedad se caracteriza por una presencia bastante prolongada de cambios en las amígdalas, que persisten incluso después de que la temperatura ha vuelto a la normalidad y el síndrome de dolor ha disminuido. La presencia de una película fibrinosa se puede notar dentro de una semana después de la regresión de los síntomas restantes de la enfermedad.

Este curso de la difteria generalmente tiene un curso benigno, parecido al dolor de garganta estreptocócico. A menudo, es posible aclarar el diagnóstico solo sobre la base de la situación epidemiológica, los resultados del examen de laboratorio. Sin embargo, en casos raros, la enfermedad puede transformarse en una forma más grave, lo que lleva al desarrollo de edema laríngeo y laringoespasmo.

Las amígdalas también pueden inflamarse e hincharse con otros procesos infecciosos que ocurren en el cuerpo. El adenovirus, la infección por herpes, el sarampión, la escarlatina y otras infecciones transmitidas por gotitas en el aire, generalmente ocurren con la derrota de las formaciones linfoides. En este caso, se encuentra hiperemia del paladar duro y blando, pared faríngea posterior, arcos palatinos.

Las amígdalas también pueden inflamarse. Aumentan de tamaño, adquieren un color rosa brillante. Dado que los cambios en la cavidad de la garganta no son específicos, los síntomas y datos adicionales sobre la situación epidemiológica contribuyen a aclarar el diagnóstico. En el caso de las infecciones infantiles, la presencia de una erupción característica de cada enfermedad proporciona una ayuda significativa en el diagnóstico.

En pacientes adultos, si las amígdalas están inflamadas, también es necesario excluir infecciones de transmisión sexual, sífilis, gonorrea y otras. Dado que las manifestaciones clínicas son escasas, la anamnesis y los diagnósticos de laboratorio juegan un papel importante en el diagnóstico de tales afecciones. Incluye un estudio del título de anticuerpos contra un patógeno específico en la sangre, cultivos bacterianos de moco de la orofaringe. Un venereólogo ayudará a determinar la lista de exámenes necesarios.

Dolor de garganta estreptocócico

A pesar de que la mayoría de las veces la inflamación de las amígdalas es causada por varios virus, el efecto del estreptococo hemolítico ocupa un lugar especial entre las causas de inflamación de las amígdalas. El resultado de esta infección es el desarrollo de amigdalitis. Una actitud especial hacia esta patología se debe a las peculiaridades de la enfermedad, su curso y posibles complicaciones graves.

Los principales síntomas de la enfermedad:

  • dolor de garganta, peor al tragar;
  • un aumento de la temperatura corporal hasta 39 grados;
  • malestar severo, debilidad;
  • dolor en las articulaciones;
  • dolor de cabeza;
  • falta de apetito;
  • ganglios linfáticos regionales inflamados y dolorosos.

Además de los síntomas clínicos graves, la angina de pecho se caracteriza por cambios típicos durante la faringoscopia. Dependiendo de la naturaleza de la lesión, se distinguen las siguientes formas:

  • catarral;
  • purulento, que se divide en folicular y lacunar;
  • necrótico.

La investigación objetiva con forma catarral le permite detectar glándulas inflamadas. Son de color rojo. La hinchazón de las amígdalas se manifiesta por su "barniz", aspecto brillante. No hay focos purulentos. El proceso inflamatorio puede extenderse más allá de los órganos, extendiéndose a los arcos palatinos, paladar duro y blando.

La inflamación purulenta de las amígdalas de la garganta se caracteriza por la presencia de una placa blanquecina o amarilla que cubre los folículos o llena las lagunas. Los focos purulentos no van más allá de las amígdalas.En este caso, hay hinchazón e hiperemia de las amígdalas. Están inflamados y muy dolorosos.

Una complicación grave del proceso purulento es el desarrollo de una forma flemonosa de angina, que puede ocurrir con la formación de un absceso. Más a menudo, este es un proceso asimétrico en el que la amígdala se hincha en un solo lado. Al mismo tiempo, el estado general del paciente se deteriora significativamente. Los fenómenos de intoxicación están aumentando. Las lecturas de temperatura fluctúan dentro de los 40 grados. Debido al dolor, el paciente tiene dificultad para abrir la boca.

La faringoscopia revela que la glándula está significativamente inflamada en un lado. El tumor resultante incluso conduce a un desplazamiento de la lengua en la dirección opuesta. Debido a dolor de garganta, linfadenopatía severa, con absceso de amígdalas, la cabeza del paciente se inclina hacia la lesión. En la mayoría de los casos, a pesar de la terapia con antibióticos en curso, dicha inflamación de las glándulas requiere tratamiento quirúrgico.

Amigdalitis crónica

Entre los procesos caracterizados por la derrota de las amígdalas, la amigdalitis crónica está muy extendida. La incidencia es de aproximadamente el 10% de la población. Se caracteriza por períodos de exacerbación y remisión.

Los principales signos de amigdalitis crónica son los datos de la historia, que indican amigdalitis frecuente, así como la presencia de contenido purulento en las criptas. Es un contenido caseoso espeso con un olor fétido desagradable. El diagnóstico de la enfermedad debe realizarse durante el período de remisión. Con la exacerbación de la amigdalitis crónica, la imagen faringoscópica corresponde a la angina, lo que no permite aclarar de manera confiable la patología.

Un signo importante que confirma la amigdalitis crónica es la linfadenopatía.

Un ganglio linfático inflamado y doloroso cerca de la esquina de la mandíbula y a lo largo del músculo esternocleidomastoideo sugiere un proceso inflamatorio crónico. Sin embargo, la linfadenopatía puede tener una importancia decisiva en el diagnóstico solo en ausencia de procesos inflamatorios agudos en la cabeza, el cuello y la cavidad oral.

Amigdalitis debida a trastornos sanguíneos

La causa del desarrollo de amigdalitis puede ser enfermedades hematológicas, leucemia, agranulocitosis. La leucemia es causada por una violación de la maduración de las células sanguíneas, como resultado de lo cual se acumulan células inmaduras en el torrente sanguíneo. Este proceso maligno tiene un inicio agudo, que se manifiesta por un malestar agudo, un aumento de la temperatura. Puede producirse sangrado o hemorragia. Es característico el agrandamiento del hígado y el bazo. La derrota de las amígdalas se desarrolla en el segundo o tercer día de la enfermedad, procede primero como un dolor de garganta catarral y luego se transforma en una forma necrótica.

La aganulocitosis se caracteriza por una fuerte disminución en la cantidad de elementos blancos de la sangre, que desempeñan un papel importante para garantizar la inmunidad humana. El motivo de su desarrollo es

  • exposición a radiación radiactiva;
  • el uso de agentes antineoplásicos, citostáticos;
  • el uso de medicamentos con efectos secundarios apropiados, analgin, butadiona, etc.

La amigdalitis y la estomatitis agudas son los primeros signos de la enfermedad. La agranulocitosis se caracteriza por un curso severo, un aumento de la temperatura corporal de hasta 40 grados. La derrota de la mucosa oral y las amígdalas es necrótica.

Es posible aclarar el diagnóstico de patologías hematológicas después de un análisis de sangre. En algunos casos, es necesario un examen de la médula ósea. Estos pacientes son tratados en departamentos de hematología.

Dependiendo de la naturaleza y el curso del proceso inflamatorio en las amígdalas, las medidas terapéuticas pueden diferir significativamente. En este sentido, la aclaración del diagnóstico es una parte necesaria de un tratamiento eficaz.