Otitis

Otitis media en niños: síntomas y tratamiento

La otitis media se llama patología otorrinolaringológica, que se caracteriza por la inflamación de la trompa de Eustaquio, la membrana del oído y la apófisis mastoides. En pediatría, la enfermedad del oído es una de las más comunes. Según las estadísticas, a la edad de 3 años, más del 90% de los niños sufren de inflamación del oído.

Los niños son más susceptibles a las patologías del oído, lo que se debe a las características anatómicas y fisiológicas de la estructura del oído. La reactividad reducida del sistema inmunológico y la morbilidad frecuente aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, una visita oportuna a un especialista y un tratamiento adecuado le permite detener rápidamente las principales manifestaciones clínicas de la otitis media.

Estructura de la oreja de los niños

Los principios del tratamiento de la otitis media en los niños están determinados por los síntomas de la enfermedad, mediante los cuales es posible establecer el tipo de patología y la etapa de su desarrollo. Sin embargo, en la infancia, no es fácil diagnosticar la patología de forma independiente. Esto se debe a la incapacidad del niño para quejarse de los dolores o molestias en el oído que le molestan.

La incidencia frecuente de otitis media en niños está asociada con las características fisiológicas de la estructura del oído:

  • en los niños, la trompa de Eustaquio es mucho más ancha y más corta que en los adultos;
  • el tubo auditivo se ubica casi horizontalmente en relación con la nasofaringe;
  • la membrana del oído de un niño pequeño es mucho más gruesa que la de un adulto;
  • la cavidad timpánica en los bebés está revestida con tejido mixoide, que tiene una estructura suelta y, por lo tanto, es más susceptible a los ataques de patógenos;
  • la boca del canal auditivo se encuentra muy cerca de las adenoides, lo que contribuye a la rápida penetración de la flora patógena desde la nasofaringe hasta el oído.

Un sistema de audífonos subdesarrollado en niños pequeños es muy vulnerable. Vale la pena señalar que debido a la inmadurez de las glándulas del oído, se forma muy poco azufre en el canal auditivo externo, lo que crea un ambiente ácido en el oído. Su ausencia conduce a un cambio en el nivel de pH en el canal auditivo, que está plagado de la penetración de bacterias u hongos patógenos.

Etiología

Si se encuentran los síntomas característicos de la otitis media en los niños, el tratamiento debe iniciarse lo antes posible. Debido a la resistencia reducida del cuerpo, la flora patógena se propaga rápidamente, lo que contribuye al agravamiento del estado de salud. A menudo, debido al acceso inoportuno a un médico, la enfermedad otorrinolaringológica se vuelve crónica.

Los agentes causantes de la patología del oído son cepas inespecíficas de bacterias, virus y hongos. En el 80% de los casos, la enfermedad se desarrolla como una complicación después de una lesión infecciosa de la nasofaringe. Según las observaciones médicas, con mayor frecuencia, la inflamación en la cavidad del oído ocurre cuando:

  • rinitis;
  • sinusitis;
  • laringitis;
  • amigdalitis;
  • adenoides.

Hay una serie de factores específicos que contribuyen al desarrollo de la enfermedad otorrinolaringológica en un bebé. Juegan un papel decisivo en la tasa de incidencia:

  • baja reactividad del cuerpo, debido a la práctica ausencia de inmunidad adquirida;
  • estar en posición horizontal en todo momento, lo que aumenta las posibilidades de que los restos de comida entren en la trompa de Eustaquio al regurgitar;
  • susceptibilidad a enfermedades "infantiles" como la escarlatina o la difteria, que muy a menudo se complican con la inflamación del oído;
  • hipotrofia de las amígdalas faríngeas, que aumenta el riesgo de penetración de patógenos de la nasofaringe en el canal auditivo.

Aproximadamente el 25% de los niños diagnosticados con otitis media han tenido alergias alimentarias o diátesis exudativa. Es por eso que los pediatras aconsejan controlar de cerca el estado del niño durante la lactancia y la introducción de alimentos complementarios.

¡Importante! Las patologías del tracto respiratorio inferior aumentan 2 veces el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Manifestaciones clínicas

Los procesos inflamatorios en el oído comienzan de forma brusca y repentina, como lo demuestra la temperatura febril del niño. En recién nacidos y bebés, los síntomas generales del desarrollo de la patología del oído son más pronunciados, que incluyen:

  • ansiedad;
  • llanto;
  • negativa a comer;
  • la falta de sueño;
  • vómitos
  • Diarrea.

Los procesos inflamatorios en el oído en las etapas iniciales del desarrollo de la enfermedad no son perforantes, por lo tanto, es imposible juzgar la presencia de otitis media por supuración. Es muy común que los bebés con inflamación del oído lloren mientras amamantan. Debido a la creación de una presión diferencial sobre la membrana del oído durante la succión, se siente una incomodidad o dolor, lo que hace que el niño se ponga travieso.

¡Importante! El diagnóstico tardío de la patología en los niños a menudo conduce a complicaciones como mastoiditis, hipoacusia e inflamación de las meninges.

Otitis media a los 3 años

Es mucho más fácil determinar los síntomas principales de la otitis media en niños de 3 años y prescribir un tratamiento que en los bebés. A esta edad, el niño puede llamar la atención de los padres sobre la presencia de malestar y dolor en el oído. El mismo comportamiento del niño atestigua el desarrollo de la patología. Constantemente se frota la oreja contra la ropa y se apoya en objetos metálicos para tratar de aliviar el dolor.

El desarrollo de otitis media en un niño de 3 años se indica mediante los siguientes signos:

  • congestión del oído;
  • dolor agudo o doloroso en el oído;
  • mareo;
  • falta de apetito;
  • la discapacidad auditiva;
  • hipertermia;
  • dolor de cabeza.

Puede verificar la presencia de una enfermedad otorrinolaringológica mediante una prueba de luz. Presione suavemente el trago de la oreja con el dedo índice. Si el bebé comienza a llorar o se lleva las manos a la oreja, lo más probable es que tenga inflamación.

Métodos de terapia

Solo un especialista calificado puede elegir el curso de tratamiento óptimo para una enfermedad del oído. Está determinado no solo por la gravedad de los procesos inflamatorios y la prevalencia de lesiones, sino también por la edad del paciente. En la mayoría de los casos, el curso de la terapia incluye:

  • medicamentos antibacterianos: destruyen las estructuras celulares de las bacterias patógenas, lo que contribuye a la eliminación de la flora patógena en los focos de inflamación;
  • analgésicos: alivian el dolor, aliviando así el curso de la enfermedad;
  • gotas para los oídos antisépticos: matan a los patógenos en el oído, lo que evita que penetren en la cavidad timpánica;
  • mucolíticos: diluyen el moco en la cavidad del oído y facilitan su evacuación;
  • gotas vasoconstrictoras: reducen la permeabilidad vascular, eliminando así el edema tisular;
  • compresas calientes: aceleran la microcirculación sanguínea en los tejidos afectados, lo que contribuye a su regeneración.

Características de la farmacoterapia.

El tratamiento conservador de la otitis media aguda en niños implica el uso de fármacos antiinflamatorios, antibacterianos, analgésicos, antipiréticos y descongestionantes. La terapia sintomática y patogénica consiste principalmente en los siguientes medicamentos:

  • gotas vasoconstrictoras - "Galazolin", "Vibrocil", "Nazol";
  • analgésicos: Panadol, Rapidol, Nurofen;
  • antipiréticos - "Acetaminofén", "Ibuprofeno", "Efferalgan";
  • antibióticos - "Zinnat", "Amoxicilina", "Suprax";
  • gotas para los oídos - "Otofa", "Otipax", "Sofradeks".

No use gotas para los oídos si hay perforaciones en la membrana del oído. Sus principios activos provocarán irritación y un edema tisular aún mayor.

La dinámica de la regresión de los procesos inflamatorios depende en gran medida del uso correcto de los medicamentos, en particular, las gotas para los oídos. Si es necesario, el tratamiento local del niño, se deben tener en cuenta los siguientes matices:

  1. antes de instilar la solución medicinal, el vial con el medicamento debe calentarse hasta 36 grados;
  2. el niño debe acostarse con la oreja adolorida hacia arriba y, tirando un poco de la aurícula, gotee la cantidad requerida de medicamento en el canal auditivo;
  3. para que el líquido no salga del oído, el niño debe acostarse de costado durante 5-7 minutos.

Por regla general, la otitis media es bilateral. Incluso si el paciente se queja de dolor en un solo oído, se deben instilar gotas en el otro.

Cirugía

El tratamiento quirúrgico de la otitis media en niños solo se requiere si hay inflamación purulenta en la cavidad del oído. Debido a la mayor densidad de la membrana timpánica, no siempre se observa perforación incluso con una fuerte presión de masas purulentas. Esto aumenta el riesgo de penetración de exudado purulento en el laberinto auditivo, que está plagado de sepsis, mastoiditis, meningitis, etc.

La intervención quirúrgica tiene como objetivo eliminar los focos purulentos de inflamación y restaurar la función auditiva. Las operaciones, por regla general, combinan las etapas de desinfección y reconstrucción. El tipo de procedimiento quirúrgico depende en gran medida de las manifestaciones clínicas de la otitis media:

  • atticoanrotomía: apertura de la cavidad del tímpano seguida de la eliminación de masas purulentas del proceso mastoideo;
  • paracentesis: una incisión de la membrana del oído para vaciar el oído del contenido purulento;
  • timpanoplastia: restauración de la integridad de la membrana del oído después de su perforación;
  • adenotomía: extirpación quirúrgica de las adenoides.

El diagnóstico oportuno de otitis media en un niño previene el desarrollo de complicaciones graves. Su aparición conduce a la necesidad de tratamiento quirúrgico. Sin embargo, la cirugía puede causar pérdida de audición debido a la formación de adherencias en la membrana del oído.