Dolencias de garganta

Amígdala inflamada en un lado

Las amígdalas juegan el papel principal en el desarrollo del proceso inflamatorio en la garganta. Estas son formaciones linfoides pareadas ubicadas en lados opuestos de la faringe en nichos amigdalares. El proceso patológico que afecta a las amígdalas suele ser simétrico.

Sin embargo, hay casos en los que la glándula está inflamada en un lado. Al mismo tiempo, los siguientes signos indican el desarrollo del proceso inflamatorio:

  • dolor de garganta;
  • hinchazón y aumento del tamaño de la amígdala en un lado u otro;
  • decoloración de las amígdalas, se vuelve rosa brillante.

Las razones más comunes por las que una glándula es más grande que la otra:

  • absceso de amígdalas;
  • absceso faríngeo;
  • angina de pecho;
  • difteria;
  • angina sintomática con fiebre tifoidea;
  • lesión traumática de la amígdala.

Amigdalitis aguda

Cualquier forma de dolor de garganta suele presentarse con lesiones bilaterales de las amígdalas. Sin embargo, debido a las características anatómicas individuales, predominantemente uno o ambos órganos emparejados pueden inflamarse. Con una lesión asimétrica, al paciente le preocupa el dolor de garganta, respectivamente, en el lado izquierdo o derecho.

Una imagen faringoscópica también puede indicar que el órgano linfoide izquierdo o derecho está agrandado e hiperémico.

Con el desarrollo de la forma folicular o lacunar de angina, la presencia unilateral de focos purulentos en la amígdala se agrega al cuadro objetivo. Sin embargo, el curso asimétrico de la amigdalitis aguda es atípico. Más a menudo, la enfermedad se caracteriza por lesiones bilaterales de las glándulas.

Abscesos

El absceso de amígdalas es un proceso purulento que complica el curso del dolor de garganta. Al mismo tiempo, la condición del paciente empeora y aumentan los fenómenos de intoxicación. Un absceso generalmente se desarrolla de 3 a 4 días desde el inicio de la amigdalitis purulenta aguda. Los principales síntomas son:

  • aumento del dolor de garganta unilateral, que se irradia al oído, mandíbula;
  • la presencia de dolor al intentar abrir la boca;
  • un aumento de la temperatura corporal hasta 40 grados;
  • escalofríos;
  • ganglios linfáticos mandibulares cervicales agrandados y muy dolorosos en el lado afectado;
  • dolor al girar el cuello;
  • posición forzada del cuerpo, en la que la cabeza del paciente se inclina hacia la lesión;
  • olor pútrido desagradable de la boca;
  • dificultad para hablar, aparición de nasalismo.

El examen objetivo revela una formación similar a un tumor muy agrandada, ubicada de forma asimétrica. Esta es una amígdala llena de contenido purulento.

Con su volumen aumentado, desplaza la lengua en la dirección opuesta. Los pacientes son tratados en el departamento de perfil quirúrgico, ya que la principal medida terapéutica es una operación dirigida a abrir un absceso y evacuar pus. En el futuro, se desinfecta la amígdala afectada.

Una complicación de la amigdalitis purulenta no es solo un absceso de amígdalas.

Un curso severo, en el que la amígdala puede inflamarse, también se caracteriza por un absceso faríngeo.

Este proceso también es unilateral. Por lo general, la patología se desarrolla como resultado de complicaciones de cualquier enfermedad purulenta o lenta localizada en la cavidad bucal, el área de la cabeza. Puede ser causado por enfermedades dentales, osteomielitis de la mandíbula inferior. Un proceso purulento en la glándula mastoidea y salival también puede conducir al desarrollo de un absceso faríngeo.

Los síntomas clínicos de las lesiones purulentas de la faringe en la primera etapa no son muy pronunciados, ya que están enmascarados por signos de la enfermedad subyacente, parotiditis aguda, paratonilitis, mastoiditis, periodontitis. Con el desarrollo del proceso, aumentan los fenómenos de intoxicación, hipertermia. Las mandíbulas están comprimidas como resultado del trismo de los músculos masticatorios, debido a una violación de su inervación.

Un examen objetivo revela una formación similar a un tumor en la esquina de la mandíbula inferior, que se extiende a lo largo del cuello. A la palpación, se nota hinchazón unilateral y dolor de estos tejidos. La imagen faringoscópica se caracteriza por una protuberancia de la amígdala, el paladar blando y la pared faríngea lateral. Si perfora esta protuberancia, obtendrá un exudado purulento.

El tratamiento de pacientes con absceso faríngeo debe realizarse solo en un entorno hospitalario.

Para reducir el trismo, se inyecta al paciente directamente en los músculos masticadores una solución de novocaína al 0,5%. El único tratamiento posible es la cirugía. En los casos en los que el acceso al infiltrado a través de la garganta es difícil, se realiza la apertura externa del espacio periofaríngeo.

Difteria

La difteria de la orofaringe también se puede caracterizar por un curso asimétrico. En este caso, el proceso se caracteriza por hinchazón y enrojecimiento de la amígdala, el paladar blando y los arcos del lado correspondiente. Los depósitos fibrinosos se localizan únicamente en la zona de la amígdala, sin traspasar sus límites, lo que es típico de la difteria. Se presentan en forma de islas separadas o una película continua.

Al intentar eliminar la placa con una espátula, se arranca con dificultad, dejando una superficie sangrante erosiva.

Con un curso de difteria unilateral, la derrota de los ganglios linfáticos también se localiza solo en el lado correspondiente.

El desarrollo de la difteria de la orofaringe suele tener un curso benigno. Sin embargo, no se excluye la transformación de la enfermedad en una forma tóxica más grave o generalizada, que requiere un tratamiento específico. Por lo tanto, si se sospecha difteria, el paciente debe ser examinado cuidadosamente. La aclaración del diagnóstico es posible con la ayuda de pruebas de laboratorio.

Lesión traumática

La naturaleza traumática de la lesión también puede conducir al desarrollo de un proceso patológico unilateral en la garganta. La inflamación de una de las amígdalas puede ser causada por un traumatismo con un trozo de comida áspera, un fragmento de hueso. Como resultado de dicha acción mecánica, se desarrolla un proceso inflamatorio en los tejidos de la amígdala, que se manifiesta por hinchazón, enrojecimiento. Los pacientes notan dolor en la garganta del lado afectado. Un proceso similar se desarrolla en las amígdalas cuando se exponen a un factor químico o térmico. El uso accidental o deliberado de vinagre y ácidos también puede provocar una inflamación unilateral de las amígdalas.

Fiebre tifoidea

La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa causada por un patógeno de la salmonela. Las principales características son

  • malestar agudo
  • aumento de la temperatura corporal;
  • dolor abdominal;
  • Diarrea;
  • agrandamiento del hígado y el bazo.

La derrota de las amígdalas ya se puede determinar en la etapa del período prodrómico, cuando la temperatura del paciente aumenta, se preocupa por el malestar, el dolor de garganta. La inflamación de la garganta en esta etapa tiene el carácter de un proceso catarral, a menudo simétrico.

Después de 7-8 días, el cuadro faringoscópico cambia. La amígdala se ve alterada solo en un lado. Aparecen muchas pequeñas erosiones en su superficie, que parecen platillos con bordes rojos y un fondo blanquecino. Se extienden más allá del órgano, extendiéndose hasta los arcos palatinos. En este caso, el proceso patológico se caracteriza como ulcerativo-necrótico.

Un signo típico de amigdalitis con fiebre tifoidea es la ausencia de dolor cuando la espátula toca el órgano afectado.

Cualquier proceso inflamatorio en las amígdalas requiere una consulta obligatoria con un otorrinolaringólogo, ya que un tratamiento incorrecto o inoportuno puede conducir al desarrollo de complicaciones graves y peligrosas.A menudo, una lesión unilateral requiere tratamiento quirúrgico.