Dolencias de garganta

Las principales causas de laringitis en un niño.

La inflamación de la laringe, que se caracteriza por insuficiencia respiratoria y daño al aparato formador de voz, se llama laringitis. Los síntomas del desarrollo de la enfermedad son: tos perruna, falta de aire inspiratoria (dificultad para respirar), fiebre alta, ronquera, respiración rápida y malestar en la garganta.

¿Cuáles son las causas de la laringitis en los niños? Casi nunca ocurre como una enfermedad independiente. La inflamación de la laringe suele ir precedida de amigdalitis, SARS, gripe, rinitis bacteriana, rinosinusitis, bronquitis, sarampión o escarlatina. La enfermedad es extremadamente peligrosa para los niños, ya que en su contexto, un paciente pequeño puede desarrollar un crup falso. La hinchazón severa de las membranas mucosas conduce a una disminución de la luz de la laringe. Esto, a su vez, se convierte en la causa del desarrollo de insuficiencia respiratoria, tos espástica y ataques de asfixia.

Sobre la enfermedad

La laringitis en un niño en 9 de cada 10 casos se desarrolla en el contexto de enfermedades respiratorias. La inflamación de la laringe y las cuerdas vocales provoca una disminución del timbre y ronquera de la voz. Si no se observa el reposo vocal y las cuerdas vocales están sobrecargadas, los niños a menudo desarrollan afonía temporal, es decir, pérdida de la sonoridad de la voz.

Según las estadísticas, los niños en edad preescolar son más susceptibles a la laringitis. Aproximadamente el 34% de los pacientes jóvenes con ARVI son diagnosticados de laringitis, que posteriormente puede complicarse con bronquitis, traqueítis, neumonía, etc. La enfermedad es bastante peligrosa y puede causar complicaciones graves. En el contexto de reacciones infecciosas y alérgicas en la mucosa laríngea en los niños, se produce una obstrucción (obstrucción) de las vías respiratorias.

Con un estrechamiento crítico del tracto respiratorio, se producen fenómenos de estenosis en la laringe, que están plagados de ataques de asfixia y muerte.

La inflamación de la laringe se asocia con la penetración de patógenos o alérgenos en el tracto respiratorio. Al penetrar en la mucosa laríngea, provocan inflamación e hinchazón de los tejidos blandos. En este sentido, los niños desarrollan síntomas de insuficiencia respiratoria (dificultad para respirar, respiración rápida, labios azules) e intoxicación del cuerpo (letargo, náuseas, dolores de cabeza, pérdida de apetito).

¿Por qué es peligrosa la laringitis?

En pediatría, la laringitis infantil se considera una de las enfermedades respiratorias más peligrosas. Esto se debe en gran parte a las características anatómicas y fisiológicas de la estructura del tracto respiratorio en los bebés y al curso específico de la enfermedad. En los niños en edad preescolar, la laringe tiene la forma de un embudo que se estrecha hacia abajo. Está cubierto con una membrana mucosa suelta que es susceptible de infección con virus y bacterias patógenos.

Cabe señalar que en los niños, la defensa inmunológica es mucho más débil que en los adultos. Esto se debe al desarrollo insuficiente de la inmunidad adaptativa (adquirida). Respirar aire contaminado que contiene patógenos pone al niño en riesgo de contraer una enfermedad respiratoria. Con la inflamación de la laringe, los tejidos blandos se hinchan ligeramente, pero si el grosor de la membrana mucosa aumenta en al menos 1 mm, la permeabilidad del tracto respiratorio disminuye en un 50%.

Teniendo en cuenta las características específicas del curso de los procesos inflamatorios en la laringe, la laringitis puede ser lenta (crónica) o aguda. Según muchos pediatras, la laringitis crónica en los niños es la forma más peligrosa de la enfermedad, ya que provoca cambios patológicos en la estructura de las membranas mucosas. En bebés de hasta 2-3 años, la llamada laringitis hipertrófica se diagnostica con mayor frecuencia, en la que hay hiperplasia (proliferación) de la membrana mucosa. Un fuerte engrosamiento de las paredes de la laringe conlleva la obstrucción de las vías respiratorias, que está plagada de ataques de asfixia, que ocurren principalmente por la mañana después de despertar al niño o por la noche.

Agentes causantes de la enfermedad.

¿Cuáles son las principales causas de laringitis en niños? La aparición de la enfermedad se asocia con mayor frecuencia con la exposición a factores alérgicos e infecciosos. Los patógenos de la laringitis pueden ser microbios o virus patógenos:

  • adenovirus;
  • virus de la parainfluenza;
  • varita Borde-Zhangu;
  • Virus de PC;
  • rinovirus;
  • coronavirus;
  • estreptococos;
  • neumococos;
  • meningococos.

La laringitis bacteriana causa una intoxicación severa del cuerpo del niño, por lo tanto, es mucho más severa que una enfermedad viral.

La laringitis infecciosa ocurre principalmente en la estación fría en el contexto de hipotermia y trastornos respiratorios nasales. El desarrollo de la enfermedad se ve facilitado por una disminución de la inmunidad, que se asocia con la falta de verduras y frutas en la dieta, ricas en oligoelementos y vitaminas. Además, es en el período otoño-invierno cuando las enfermedades crónicas se agravan en los niños, lo que puede provocar el desarrollo de enfermedades respiratorias.

La inflamación alérgica de la laringe en los niños pequeños se asocia más a menudo con la inhalación de aire contaminado, vapores de pinturas alquídicas, productos químicos domésticos, polen, etc. La ingesta irracional de medicamentos y gotas nasales vasoconstrictoras puede contribuir al desarrollo de reacciones alérgicas. Por tanto, los médicos no recomiendan recurrir al uso de medicamentos sin motivo aparente.

¿Por qué se enferman los niños?

Como se mencionó, la laringitis en niños rara vez se desarrolla de forma aislada. Por lo general, la laringe está involucrada en procesos inflamatorios que ocurren en el tracto respiratorio superior o inferior. Muy a menudo, la enfermedad se diagnostica en el contexto de enfermedades respiratorias como:

  • gripe;
  • Herpes Simple;
  • tos ferina;
  • escarlatina;
  • ARVI;
  • amigdalitis;
  • adenoiditis;
  • rinitis crónica;
  • faringitis;
  • bronquitis.

A veces, se observa daño a la mucosa laríngea en el contexto del desarrollo de patologías no infecciosas. En particular, el reflujo gastroesofágico, que es bastante común en los bebés, irrita la parte superior del esófago. Lanzar suficiente jugo gástrico cáustico en el tracto respiratorio causa daño a la laringe y, como resultado, el desarrollo de laringitis. En este caso, a los pacientes jóvenes se les diagnostica una enfermedad llamada laringitis por reflujo.

Factores provocadores

En los bebés menores de 2 años, la capa submucosa de la laringe está muy suelta y, por lo tanto, es propensa a la inflamación y el edema severo. Una disminución en el tamaño de la glotis dificulta la entrada de aire a los pulmones, como resultado de lo cual se produce una insuficiencia respiratoria. La deficiencia de oxígeno afecta negativamente el intercambio de gases en las células, lo que conduce a la acumulación de dióxido de carbono en los tejidos. Es por esta razón que los niños literalmente se ponen azules, en particular los labios y las extremidades.

Para prevenir la progresión de la enfermedad, es necesario identificar y eliminar definitivamente los factores provocadores que causaron la inflamación de la laringe. Las razones más comunes que contribuyen al desarrollo de la enfermedad incluyen:

  • hipotermia;
  • humo de segunda mano;
  • inhalación de aire polvoriento;
  • exacerbación de enfermedades crónicas;
  • sobreesfuerzo de la voz (conversación prolongada, gritos);
  • dientes cariados y patologías dentales (enfermedad periodontal, gingivitis, estomatitis).

El grupo de riesgo incluye a los niños que padecen diátesis linfático-hipoplásica y enfermedades crónicas de la nasofaringe (esfenoiditis, sinusitis, etmoiditis, adenoiditis).

Medidas de prevención

La prevención primaria de la laringitis consiste en mantener la higiene personal, fortalecer el sistema inmunológico y limpiar periódicamente la habitación en la que se encuentra el niño. Las pautas generales para prevenir enfermedades incluyen:

  1. proteger a los niños del humo de segunda mano;
  2. carga adecuada en el aparato vocal;
  3. tratamiento oportuno de resfriados;
  4. prevención de sobrecalentamiento e hipotermia;
  5. protección contra el contacto con personas infectadas.

Los niños pequeños tienden a "llevarse" las manos a la boca, y es en las manos donde se concentra la mayor cantidad de virus y microbios potencialmente peligrosos. Para evitar que se desarrolle una infección, lávese las manos regularmente con jabón desinfectante. Fuera de casa, mantener la higiene es más difícil, pero aún posible. En este caso, un aerosol especial para manos a base de alcohol o toallitas húmedas sanitarias será la mejor ayuda.

Dieta equilibrada

¿Cuál puede ser la prevención de la laringitis en los niños? La prevención de la inflamación de la laringe es la prevención de enfermedades respiratorias. Para reducir la probabilidad de desarrollar una infección en el cuerpo de un niño, debe cuidar el fortalecimiento del sistema inmunológico. En primer lugar, es necesario incluir en la dieta alimentos que contengan una gran cantidad de vitaminas C, E y B. Son ellos quienes participan activamente en los procesos metabólicos y aumentan la resistencia del organismo a los agentes patógenos.

Se recomienda incluir en la carta jugos naturales, compotas de frutos secos, infusiones de manzanilla y tomillo. La mermelada de frambuesa y grosella no será menos efectiva, que se puede administrar a los niños durante el tratamiento con ARVI. Cabe señalar que los complejos de vitaminas y minerales también se pueden utilizar como fuentes de vitaminas que faltan en el cuerpo. Los medicamentos más adecuados para niños incluyen Alphabet, Complivit, Aevit, Pikovit y Jungle.

Debe recordarse que las medidas preventivas ayudan a prevenir el desarrollo no solo de enfermedades respiratorias, sino también de complicaciones graves. Una dieta equilibrada, el cumplimiento de las reglas de higiene personal y la limpieza regular de las instalaciones pueden reducir la probabilidad de desarrollar resfriados en un 30%.